
de su libro "Poesía Gótica para una Noche"
El ocaso de una quimera
El sentir tus labios,
el sentir tus besos,
algo que antes despertaba
tantos sentimientos…
Ahora tus labios tocan los míos,
el tener que sentir tus manos
recorriendo mi piel;
no siento nada…
Todo aquello que antes despertabas
esta muerto;
enterrado en un infierno
lleno de oscuridad.
Un abrazo que antes me decía
que me amabas,
es efímera demostración de deseo.
Todo ese largo instante,
donde tú sentías que me tenías,
que me entregaba a ti,
era tan falso como tú.
Mientras tú disfrutabas
y saciabas tu deseo carnal;
mi alma y mis pensamientos
se encontraban en un mundo distinto,
donde mi corazón gozaba de tranquilidad.
La bella noche se ha llevado mis recuerdos,
la hermosa luna,
me ha cubierto con su manto
y me ha dejado una eterna paz.
Y la vida debe continuar… poesía en 3 actos
de su nuevo libro
Y la vida debe continuar... poesía en tres actos
Eclipse Eterno
Tus dedos descubren el sendero de mi piel,
abriéndose paso con rumbo al éxtasis eterno,
seduciendo en cada caricia,
proporcionándome ese elixir de placer
que envenena mis sentidos
provocando la pérdida de la cordura,
sacando a flote
los más salvajes y oscuros deseos.
Tus labios reparten besos por mi piel
intoxicada con las mieles de la pasión.
Tu lengua saciando la sed,
en la fuente de mi cuerpo,
el sudor fundiéndonos
en el eclipse eterno;
en un solo grito de satisfacción,
en un solo latir que nos consume
lentamente en esta opaca habitación;
donde reina esa enfermedad
que nos intoxica
cada vez más,
este deseo nos consume
y nos acompaña
hasta la eternidad.
Epitafio de amor
El calor de tu cuerpo,
el sudor de tu frente,
el hedor de tu sepulcro…
No puedo evitar, sentir
que estás presente,
no puedo evitar decir
que siempre estas junto a mí.
No se si estoy loca o desazono,
lo que se, es que
me estoy consumiendo,
me estoy muriendo,
por cada momento en el que no te veo.
Sólo puedo decir;
te amo, te deseo
y te espero hasta sucumbir,
aquí, sentada en mi tumba fría,
hasta el fin del mundo
hasta que ya nada exista.
Miroslava Figueroa