lunes, 26 de marzo de 2018

Daniel Olviares Viniegra presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (26 Marzo 2018)


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DANIEL OLVIARES VINIEGRA

Antiparras. Antipoemas para lectores sin prejuicios…

Daniel Olivares Viniegra

Advertencias
(No hay engaño)

N

Esto no es poesía;
es antipoesía.

N

No hay verdad / hay verdades.

N

La antipoesía
ES
lo que es
no lo que tú piensas.

N

Sin recetas:
no aplican siquiera para los antipoemas.

N

Esto no es L.I.T.E.R.A.T.U.R.A.

Esto no es ni Li –ni Te–ni Ra-ni Tu-ni Ra.



N

No son arte:
no sonarte…

N

A veces estética;
a veces es tetica…

N

Aquí no se publican antipoetas…
Toque en la puerta del fondo.

N

Matachinches
Ay, los críticólogos.
Ay, los académicos engolados.
Ay, lo poetas yámbicos y sus espondeos.
Yo, mero clown, sólo en resguardar me regodeo
cada día más pulgas salvas en mi petate.

N

¿Con permiso de don Nicanor…?
¿quién lo erigió a usted como árbitro de la antipoesía?

N

Desnudo y mi alma
Se me ha caído ya mi última hoja de Parra.



Misántropo social
(Juegos de manos son de villanos)

A mis amigos
los cuento
con los dedos
de la V de la victoria...
(Y me sobran dedos.)



Re–frán
(Fran-frán o Papiroflexia)

Aunque
la mona
se vista
de
seda:
¡Changa
su madre...!



Entomología inversa

Al menos por hoy...
reivindiquemos a las cigarras:
¡Mueran La Fontaine, Esopo y Samaniego!
  

Piedra, papel o tijeras

Yo en medio siempre:
¡Ah, el filo de tu belleza;
ay, la roca de tu corazón!

  
Asertijo

Sentencia con cola
declarándose feliz
por haber dado en el negro.


Anti haikú

“Oso–panda”
Equívoco animal;
más ojeras promete
que gerundio… 


Zoo parisino

Una jirafa de hierro:
La torre Eiffel.


Meteorólogos fracasados

Aquí solo sabemos ver
el hado oscuro de la Luna.
  

Hollow bricks for the wall

Prestidigitación primera

Soy antipoeta:
lanzo la mano;
escondo la piedra.


So(r)_verbia

Dadme un tabiquito y
–trepado en él–
moveré al mundo.


Copete del iceberg

Atascadito el cancerbero,
nada más padece:
entre bipolaridad, ceguera
y complejo de grandeza.

  
--Intermedio—

2 poemas mejicanos 2

Haiqú

Enúncialo todo José
Dibújanos, Juan
Tablada, canta.



Destino manifiesto

Tanto de la música interna
Como de la voz el alarde
Cúlpese a López Velarde


… Ladrillos (huecos) para un muro

¡Viva Pancho Villa!
Pancho Villa ¡Viva!
¡Villa Viva!, Pancho…


Epílogo

Hagamos Panchos



®Daniel Olivares Viniegra










martes, 20 de marzo de 2018

Lunes 26 de Marzo en Palabras Urgentes: Daniel Olivares Viniegra

Lunes  26 de Marzo 2018
5:30 PM EN VIVO 


presenta
EN VIVO por
www.codigoradio.cultura.df.gob.mx

nos acompaña el poeta

Daniel Olvares Viniegra


"La antipoesía
ES
lo que es
no lo que tú piensas."

Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes


Las escritoras y escritores tienen la palabra.

http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/index.php/palabras-urgentes

lunes, 19 de marzo de 2018

Walter Aguilar presenta en "Cada quien su boca de "Palabras Urgentes" (19 Marzo 2018)


WALTER AGUILAR

Lea…
Es grandioso saber que hay escritores en tu vida que te dejan pensando…
Pero es más grande saber, que cuando me lees a mí, te quedas sintiendo…
                                                                                                                                                                                    
Se me cansaron las ganas, así, de repente,
en un día como cualquier otro, creo que en una alocada mañana,
y tuve que esconder al corazón para que dejara de gritarme tu nombre,
para que no entorpeciera el galope de mis ansias,
de esas malditas ansias de querer comerme a puños el mundo entero.

Sí, fue así, así de simple,
de la misma manera en que un día aparecieron,
cargadas y llenas de tu dulce nombre, junto con aquel beso robado;
tan noble, tan inocente, tan nuestro…
y que sólo pudo nacer de tus siempre verdaderos y sinceros labios.


Hoy quisiera corregir y enmendar el camino,
pero al parecer, tus pasos ya no son los mismos que los míos,
los perdí, tal vez, en algún momento negro del pasado,
en el tiempo desfasado con mis errores;
sin darme cuenta que se me había hecho tarde, muy tarde,
pues en el silencio de tu dolor, mi amor te había perdido.

Así fue, ésta es mi verdad,
y no me da miedo confesártelo ni confesárselo a todo el mundo,
encerré a mi corazón para no escucharlo cuando me gritaba tu nombre,
para poder cabalgar en esa extraña necesidad de conocer nuevos caminos,
y hoy, cansado y agotado de decirme que no me fuera de tu lado,
el pobre se está muriendo por el dolor de no tenerte consigo,
él, que no hizo más que defenderte en todo momento,
y que se escondió de mí mismo para que no lo manchara con otras manos.
Así fue amor.
Hoy no me queda más que darte las gracias por todo lo ya vivido,
con la pena de que mi arrepentimiento no pueda curar tus heridas,
con la cara marchita por no saber cómo mirarte,
y con las ganas fugaces de mis manos
de querer rescatarte del posible olvido.

Gracias, orgullosa dama,
porque hasta en los momentos más terribles de mis actos, eso fuiste,
y perdón, nuevamente, por lo estúpidos que fueron mis pasos,
por lo estúpido y torpe de todos y cada uno de mis delirios.
Sé feliz, se muy feliz amada mía, porque tú sí sabes cómo amar.
Y ojalá que algún día puedas aceptarme éstas sinceras líneas,
pues en ellas encontrarás lo que queda de mi triste corazón,
ese que siempre fue tuyo y sólo tuyo,
ese que me gritaba que no te abandonara,
ese que sí se merece quedarse contigo,
ese, que nunca dejó de amarte, y que aunque no lo creas,
al igual que tú, tampoco quiere estar conmigo.
 

                                                                          
 36

Me ha llenado de alegría el cagarla tantas veces…
sólo espero poder limpiarme algún día
el alma.

                                                                                                                                                                                                   
(14)

Vamos a enamorarnos con las patas
porque la razón y el corazón
están reprobados en esta materia.

Las patas no piensan,
aunque extrañan, a veces,
la ausencia de tus espinillas.

Las patas no sufren,
pero te describen con versos
entre calles, jirones y suburbios.

Vamos a enamorarnos con las patas
para que el camino sea más claro,
que el corazón no se exprima de dolor
que la razón no se duela por tu partida.

Las patas no preguntan:
por qué se muere el alma,
aunque caminen
en dirección del aroma tuyo.

Las patas no lastiman el pecho,
aunque pregunten a las banquetas
a qué hora has pasado por sus baches.

Vamos a enamorarnos con las patas
porque ellas no lloran,
porque ellas no cuestionan,
porque ellas no pasan tragos amargos,
porque en busca de tu camino
ellas sólo avanzan
y avanzan
y avanzan.


Terremoto

-Está temblando…
-Y fuerte.
-Te llamo al rato.

                                                            …Encendí el auto y quise volar,
                                                y llegar a ti en segundos,
llegar hasta tus brazos,
                                                esos, que estúpidamente,
había cambiado por otros que no lo iban a merecer.

                                                El teléfono dejó de funcionar,
no servía, ¡carajo!...
            Se había vuelto una especie de piedra negra,
            un aparato muerto sin utilidad alguna,
            al menos, sin la función mínima para acercarme a ti.

            En segundos estaba viviendo una cruel paradoja;
            todo se me nubló,
            pero también, se clarificó en un mismo instante.
           
            La ciudad se había paralizado,
            se respiraba una especie de muerte en el ambiente,
            una cierta desolación en cada uno de los transeúntes,
            y una enorme desesperación en mi auto,
            total y absolutamente mía,
            por no saber de ti.

            El corazón, que tenía en el calabozo, escondido,
            para que no entorpeciera mis pasos
            cuando intentaba alejarme de ti;
            gritaba desesperado…
            rompió grilletes y se deshizo de sus ataduras;
            y se quitó el bozal que le había colocado  
            para callarlo, todo,
            porque pensaba que su vida,
            es decir: tú,
            estaba en peligro.

            No sé decirte en ese momento,
            cuál de los dos terremotos fue peor,
            si el que había derribado ya varios edificios
            o el que sentía dentro de mi ser, al darme cuenta
            de todo lo que había perdido sin ti.

            Más,
            cuando por fin llegué y pude estrecharte en mis brazos,
            pude escuchar a mi corazón,
            pude sentir lo que él nunca se había callado 
            y pude ver lo que le significa a mi ser,
            la siempre lágrima sincera de tus tiernos ojos,
            llenos de dolor.

            Aún así, pasados los días,
            y al ver que el terremoto
            no te había causado ningún estrago,
            volví a encerrar mis sentimientos, y con ellos,
            a tu amante corazón,
            lo envié de nuevo al calabozo, amordazado,
            para poder seguir con mi estúpido andar,
            con mi estúpida manera de ver la vida
            cual adolescente.

            Y mientras escuchábamos, juntos, las noticias,
            mientras nos enterábamos de la magnitud
            y del daño que la ciudad había sufrido,
            teniéndote a mi lado,
            tuve que contestar el siguiente mensaje:
            -Hola amor, acá todo bien,
            escríbeme en cuanto puedas, por favor.
                                                                                               
                                                                             

No te enamores de un escritor

Sí, quizás ya lo has escuchado muchas veces,                                                              pero en esta ocasión, to voy a dar mis razones.

No te enamores de un escritor,
porque el día que se vaya,
no habrá más frases célebres que te llenen el alma,
y aunque probablemente encuentres a alguien más que te escriba,
seguramente será alguien común, alguien corriente,
alguien que sólo usará las palabras cortadas, deslucidas o deformadas,
para intentar saludarte o darte los buenos días.
Entonces te darás cuenta con mucho dolor,
de lo que has perdido.

De verdad, no lo hagas,                                                                                                         te lo firmo y te lo decreto,
te será muy difícil superarlo cuando se vaya,
sin contar que no sólo sufrirás por su ausencia… así es mi bien amada,                incluso en su presencia, también te hará sufrir,
y no, no será porque no te ame, no,
será más bien,
porque el escritor no sabe amar,
porque tiene tan inhabilitado el espíritu,
que ni siquiera sabe cómo amarse así mismo.

El escritor cree, se vuela, se deja llevar por las ilusiones,
le gusta encontrarse con sus musas y poseerlas y amarlas y erotizarlas,
para luego serles infiel con sus monstruos internos,
con esos súcubos tan pecaminosos, y a veces, etéreos.

No, de verdad, no lo hagas, déjalo,
que lo enamore otro ente raro igual que él,
una escritora, destruida igual que él,
igual de enamorada por las palabras,
igual de cabrona…
Una, que al igual que él,
haya pasado por tantos naufragios, por tantos escritos,
por tantas papeletas rotas cubiertas de desamor.

Sí, déjalo, déjaselo a ellas, por favor…
y espero que de verdad me entiendas,
y que entiendas por qué es que te lo digo:

no te enamores de un escritor,
no, no lo hagas, no te enamores de mí,

…ya no.



31
He encontrado en la poesía,
tanto en la ajena como en la mía,
mil maneras tiernas, sutiles y bellas,
para poder mandarte a la chingada…


                                                                                                                                  

®Walter Aguilar Ruiz