lunes, 20 de julio de 2015

Lunes 27 de Julio en Palabras Urgentes: Enrique González Rojo Arthur

presenta este Lunes 27 Julio de 2015

en vivo a las 17:30 horas por


estará con nosotros el poeta

Enrique González Rojo Arthur




presentando su libro  Los Rumores de la Guadaña
bajo el sello de Parentalia



 Y así me hallé después. Lleno de muerte, 
viendo en lso muros de la patria mía
un desmoronamiento de gusanos.


Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

Javier Gaytán presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (20 de julio 2015)


JAVIER GAYTÁN


Concierto para una mujer rota
Pervivo en mí,
en un cuerpo voluble que se quiebra,
herida acaso
por mi loca joroba silenciada
mi piel magra que toca desafiante
un luctuoso ir a costras por las calles.

Pervivo en mí —yesca— me contemplo
en la palabra que despierta ciega
y la coraza quiere despojarme.
Coraza o fuego de un rudo lenguaje
hasta exhibir espuela de vagina
                       rota a la que le da por escupirme
amorosa carnada para el mundo
que en fosa abierta instaura nueva ruta
y me deja lluvia rasgada           viejo traje
      incoherencia de herida escalofrío
pesimismo que escarba mi alma bruta
y renace batallas que ya había perdido.





En diálogo con Sor Juana

Este  que nace cuerpo adolorido
que de alacranes viste sus amores
con falsas calaveras da colores
y su azarosa trampa a lo vivido;

este, a quien la zozobra ha desprendido
de holocausto ya pinta los horrores,
y brotando de lengua ruiseñores
hablará de la loca y del jodido,

con un rico orificio despeinado
hablará flor en flor boca quemada,
de la piragua azul     Caronte errado;

y de una llaga que vacía helada,
es un afán de Cristo reventado
es cadáver, es polvo, es sombra es nada.

Tempestad

Después de haber leído a Jaime Gil de Biedman
tengo la verga bien parada
       en la boca añicos de mi hija,
y los mismos labios
      recogen la sombra
              de una madre
                    que nunca vino,
aunque le tenga un traje a su medida.

Desde que el hambre se desnuda cada noche
entre lobas y asesinos,
         queda el desequilibrio de una ciudad rota.

¿Dios, por qué en tu última cena
provocas
que nos devoremos a nosotros mismos?




Mi casa

Tempestad de presagios
sesga en hemisferios la pupila agitada
de la mujer  que aún  le teme a su rastro.

Tumba embarazada y sudorosa,
sentencia de sangre,
en cuyo principio Dios se prostituye
y preña al árbol apolillado:
antigua arca diluviana
donde se genera la brújula y su falacia
es el polvo,
la Tierra,
hogar cubierto por metáforas.





Los aparadores de mi alma

                                  In memoriam Félicien Rops

Barro la suciedad en tus ojos
y pinto siluetas en el arcón de la perra 
que sobre escupitajos de sal 
                         despelleja sus  vaginas rotas,
ríos de lobreguez,                
                                …y una monja perdida
se saborea los labios ante tanto falo rabioso
¿Cuántos vientres he quebrado?
Me divierte la botana de los pechos duros,
vieja bandera, mi padre
nunca supo hacerte un hijo.







Círculo

In memoriam Oswaldo Guayasamín
“Los niños muertos”


La sombra de una piedra llana
y transparente adorna tu epitafio
Virginidad de papel hoy es hojarasca
que se rompe en el lienzo blanco de la noche.
Mosca sobre la tinta roja de tu cuerpo,
jilgueros con picos de piedra o de acero
que rebanan tus dedos separados,
gusanos que se encuentran en las vísceras de tu desierto,
garras de buitres
en las grutas subterráneas de tu cuerpo.

Versos escritos en otro tiempo
historia de tu ocaso y final de mi deseo
La hora de mi reloj se borra
en la escritura fúnebre de una tumba.
Asquerosa piedra transparente
pasatiempo de mis horas,
ceguera de mis sueños,
conjugación inerte,
burla del firmamento que llora
con los pliegues de las hojas del calendario
que a su vez juega con la decadencia
del relámpago amarillento,
guerrero que maneja
grotescamente el cuchillo encorvado
recorriendo los segundos palmo a palmo.
El hacha corta
                           el filamento de los años,
me veo correr cavilando junto con el pesado
silencio de la época que se escribe
con soledad sepultada.
Escucho cada vez más los pasos
de apareamientos sobre mi tejado.





La noche en brama

In memoriam Vincent Van Gogh



Si yo pudiera
al cabo de estos veinticinco acumulados
correr y levantar   facultad de luna
en tus adentros
hablaría de ti
yesca previsible en el centro de mis ojos.

¡Ah          vanidad de escuincla
devoras cometas 
             en el interior de tus suspiros!


       si yo pudieras escalarte
al encender retumbos de amapola 
en incertidumbre como labios
pero tú olvidas
te ciñes a la patria de los nunca
como lengua braza de ardientes vampiros
como vaivén de llagas
transgresiones    tú olvidas
esto con un paso              un solo paso tierno
de animal titubeante
me renuevas en futuras bocas

luego huyes desnuda entre la selva
la sal o su insignificancia
más no es el soñar contigo
ni la madre paria
cuando me  mira entre las ruinas.
Lo que me fallece o me renace
es tu cuerpo dividido en porvenires
de tierra y aguijones de hambre.






Las putas

In memoriam José Clemente Orozco

Ya cortan los huevos
¿para qué quieren ellas, hombres  idiotas
que degeneran en gastados muebles?
¿Para qué?        Si risueñas y  torpes
  brotan con las palabras
que no dicen nada, 
pero clavan una espina en la esquina del silencio,

… y las manos, los pies, 
las espaldas  de sus vástagos
                                                    se alborotan
por saber quién los amamantará en tanto ciegos

Dios         bendícenos
con el látigo de tus alas,
en el atardecer
de incienso y oro,
las putas solo te ofrecen sus caricias de borrego.


En ruinas cupido

“Cristo muerto sostenido por un ángel”[1]
Antonello da Messina
.
¿Por qué, niña, ensartas mi corazón
en un crepúsculo de almas duras?
¿Por qué cuando tu piel
la encadenas a tu sombra tiemblo?
Agitas mar furioso
y después lo pulverizas en los jirones de tu cama.
¿Por qué quiebras
la nueva palabra cuando en un árbol transforma
a los javieres de leña que calcinan esperanzas
de alas rotas?

¿Por qué vuelves a despertar al hombre
milenario que apagas
en negra dulzura de hembra
cuando de laberinto siembras llagas
y mi tierra se esconde en tu hueso?
Brusca niña guarda mi bestia
en un diamante sin palabras.

Niña que vacía todo fulgor en tu falda de araña
que llueve tierra
y sepulta luz en el tuerto
que supura tanta costra

Niña vas entre el diluvio o la muerte
y siembras tu puñal en mi pecho
tu boca
clamor de un árbol que riega
a este perro que mueve la cola
al acariciarlo su amo

Soy renuevo de alas viejas que no se sostiene

Eres alacrán que huye al alumbrar mi boca
y yo no puedo negar que tu vida mató a la Tierra
que por amor me perdí vientre en esquirla hueca

Hoy eres sicaria de sombras
en mi niño fantasma.


® Javier Gaytán.






jueves, 16 de julio de 2015

Lunes 20 de Julio en Palabras Urgentes: Javier Gaytán

presenta este Lunes 20 Julio de 2015

en vivo a las 17:30 horas por


estará con nosotros el poeta

Javier Gaytán




presentando su libro  Un escupitajo de Tierra
bajo el sello de Trajín



Si yo pudiera
al cabo de estos veinticinco acumulados
correr y levantar   facultad de luna
en tus adentros
hablaría de ti
yesca previsible en el centro de mis ojos


Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

lunes, 13 de julio de 2015

Celene García presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (13 julio 2015)


CELENE GARCÍA

Algodón moreno   azúcar
ámbar al atardecer   altos
penachos de magueyes

en el monte humilde   canta
la lluvia sobre los perros encadenados

Miras con tanta tristeza
que no cabe este sitio ruinoso

se enreda
como una hiedra


Ay   las entrañas   tan blandas
tan ocultas   tan sangrientas
tan a salvo tras los huesos
tan frágiles traicioneras
claveles carmesíes    tibias se deshojan



Desciende la tormenta hacia mis pies
Me oscurezco   mar rojo
Muslos de miedo
Un diluvio de sangre

Un chorro de leche rompe
de nácar los pezones
consuelo blanco de la nieve
sueño de cifras que esculpe al vuelo
la gaviota sobre el puente

Soñé tres gotas de lava
sobre la nieve
cada una semilla de un árbol

Besos de sol
la manzanilla
y el toronjil

Las puntas de las hojas de palmera
las cañas de bambú
los arbustos
los frutos del limonero
abanico bicolor de primavera


Está tan florido el árbol
que incendia el cielo
¡Qué encendido vuelo
de gaviotas dora los flancos
qué fino resonar de arena
en el oído íntimo donde se escucha
el resuello   rumor de río
bajo la barranca verde!



Pasto verde
tarde verde
piel verde nueva
verde agitación de globos
en la trampa
verde de los árboles
redes de aliento verde
espinas verdes
hoja verde gigante
verde escarabajo suave
verde luz
verde el color de la tarde
verdes los gusanos
verde primavera que brota en los sauces
verde licor del aire
verde territorio de sueños
verde beso convertido en caracol
como verde esmeralda iluminando
el agujero de la noche
verdes rasguños y verdes gritos
niños de verdes venas
tierra verde que se enfanga
de espejos y de ramas
y de musgos

Tiemblo fantástica   estrepitosa
súbitamente   de mis manos
asciende un sonido de maracas
un anhelante ulular de semillas
que revientan con el vaho cálido
de mayo   el té hirviente y acre
trae el bosque   aliento todo
incendiándose a mi boca
solo el aire pálido
y nada más

Por el rabo del ojo miro
los brazos sobre la roca abierta
que recibe en el pecho
los efluvios de la aurora


Que la lentitud de las horas caiga sobre mis párpados
Que el reloj sea luz y oscuridad ―y nada más―
y nuestros dedos niños  
pinceles para las acuarelas

Que el sol nos tueste la piel
Que la niña germine  sus rabietas
como lirios sobre el lago
Que la sal sea la sangre y el sudor
de nuestros mares
(Azul pálido sobre mi ombligo
 ―cúspide de la montaña―)
Que siempre me hunda en la arena  
siempre por primera vez
Que el mar suba a la montaña
y que circule violento por la ciudad
 que desplantó     los árboles




Cuando en las llanuras copulaban
los bisontes   los cielos rugían
se amedrentaban las nubes

Qué bello animal somos   Amor
Uno como en las fábulas

encontramos la mitad perdida
que se cuenta en El Banquete

Ya no lacera el viento de la helada
tu húmeda voz de jade entierra
sus tibias raíces en mi oído

Hay besos como caracoles
que exploran los juncos
donde llueve

Qué cerca están    como frutos ardientes
bajo el sol    las manos que me aman

En este limbo no hay minutos
se jadea dulcemente
no hay día ni noche
solo una tarde acezante

la flecha se funde en la luna
y la luna se abre líquida

Cuenco de arena donde crece un castillo
las adoradas manos se hinchan
en la masa de maíz  
jugo de tuna y néctar de maguey

Los labios no son labios
son auroras   helechos de carne
tierra que tiembla
sembradío de papas
flores blancas y amarillas

Tus manos arrancan de cuajo
mis hierbas de raíces delirantes

Los labios no son labios
son faros en la tormenta


Todo es húmedo adentro
la sangre es un río tibio
y elocuente   el estómago
muere de hambre o ira
de amor o desventura
blando y voluble

Todo es húmedo adentro
el manantial de lágrimas
se alimenta de fados   de recuerdos
de sueños que anidan en una hoja
abierta toda a las estrellas
o a las nubes y sus lluvias

Todo es húmedo adentro
los intestinos   calleja ciega
de los vahos y los humores de la materia
Somos unas bestias que sufren
           unas bestias que gozan
y a veces
           los charcos de una ciudad
que ya no absorbe el agua

Todo es húmedo adentro
ellos se miran y se dicen y navegan
Todo es húmedo
y se tocan y se beben

















®Celene García Ávila.