lunes, 28 de octubre de 2013

Lunes 4 de Noviembre en Palabras Urgentes: Jaime Velasco Luján




                                                Presenta este Lunes 4 de Noviembre de 2013
en vivo a las 17:30 horas
 porCódigo DF
Al escritor:

Jaime Velasco Luján

quien presenta su libro "El monje y la montaña"


Ante lo girasoles
mi casa
se hizo enana.
Los altos girasoles
velan su sueño.


Ademas nuestras secciones:
Notas Imprescindibles,  Cada quien su boca y la Escritorpedia.
Una producción de Código DF.
Conduce Andrés Castuera-Micher

Arturo Texcahua presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (28 de octubre 2013)



ARTURO TEXCAHUA


DESPUÉS DEL ECLIPSE

Postergando cualquier otro asunto para llegar a las partes más altas del valle, cruzamos una ciudad impresionada por el acontecimiento que vendría del cielo. El suceso había sido un pretexto más para estar juntos y olvidar la oficina y el empleo de las quincenas amparados por otra mentira.
Al final del preámbulo que las estrellas habían dado a nuestra amistad, lo esperamos emocionados y complacidos como estudiantes adolescentes de pinta. Nos acomodamos en la misma piedra, satisfechos del alegre contagio de nuestras miradas insistentes y nuestras sonrisas espontáneas.
Como estaba previsto, vimos cómo la luna cubrió al sol por entero y la oscuridad llegó por unos minutos a la mitad del día.
En medio de esa pequeña noche, busqué su mano y la apreté. La complació el gesto, y como respuesta me dio un beso con sabor a menta y promesas. Fue una sorpresa para mí porque era el primero y todavía no lo esperaba.
Después seguimos a los astros, a pesar de algunas nubes.
–Es maravilloso –dije sin quitar la vista del eclipse.
–Sí –aprovechó la palabra para acercar su cuerpo.
Fue entonces que lo hizo. Abrió un poco su boca como alentada por ese tiempo extraordinario que no tenía palabras ni en el día ni en la noche, tomó aire oprimiéndome con la fuerza de una idea que repentinamente se había apropiado de todas las expectativas inmediatas y me dijo no viéndome, igual que una dueña, sin temor a encontrarme en ese impreciso momento de lúbricas percepciones.
–Quiero estar contigo.
Primero me entristecí, sentí que algo se deslizó por un boquete de mi cabeza. Eso me dio pena, una profunda pero breve pena. Siguió lo evidente: ya sin preámbulos, aligerado del cortejo y las sutilezas, sin la ansiedad de la incertidumbre, hice a un lado el episodio celeste, y me complací de mi futuro sacando una sonrisa, también de lo posible.



DE LOS SUEÑOS

De una boca salió un bostezo largo y abierto que denunció el mal y se escurrió por los ojos de los asistentes en un rápido contagio. Como se sabe, después nada pudo interrumpir la repetición de este acto. Del sueño mortal que siguió sólo escaparon los indolentes, que ni esto pudo conmoverlos, y quienes, acostumbrados a huir de todo, intuyeron el peligro y se alejaron de la reunión, a pesar de que los sueños impedían la visibilidad y enrarecían el ambiente.


Nunca pudo soñar nada, ni despierto ni dormido. Es cierto que se manifestaban indicios de que algún sueño pudiera atravesar su vida, pero ejercía su autoridad con tan admirable aplicación, que incluso cuando él dormía, también dormían los sueños.


Era incapaz de soñar, el insomnio lo disminuía y le quitaba fuerzas. Lo irónico era que encontraba sueños por todas partes. Lo perseguían en el metro, lo acompañaban en el trabajo, lo sorprendían en la clase de inglés o lo amagaban en la biblioteca. Aun en el parque o viendo televisión había sueños que lo acorralaban. Cuando iba a la cama, sospechaba que, como él, se ponían la pijama y se acomodaban a su lado, listos para no dejarlo dormir.


Perdió la cuenta de los borregos, y disgustado y movido por esa obsesión enfermiza que siempre lo dominaba, ahuyentó el sueño que casi lo poseía, y de nuevo inició el conteo.


Enterado de los descuentos, se dirigió a la tienda para conseguir sueños a mitad de precio. Lidió con otros la oportunidad de hallar un sueño que además de gustarle, fuera de su talla. Lamentablemente todos buscaban lo mismo. Por eso, cuando al fin vio un sueño brillante, placentero y lleno de promesas, comprendió que se alejara de su alcance, arrebatado, unas décimas de segundo antes, por un comprador más resuelto.


Estoy disgustado con mi pasado, ha sido dominado por sueños holgazanes y sin futuro, que no se comprometen con nada. ¿Qué no hay un sueño formal que se case conmigo?


Cuando mudó de vida perdió aquel sueño que había sostenido su matrimonio con pincitas. Ya ves, ¿para qué te divorciaste?


“Reparo sueños”, promesa de un psicoanalista en los anuncios clasificados.


Déjame confesarte que el otro día encontré un sueño debajo de la cama. Ya ni me acordaba de él. Simplemente lo había olvidado. Era un valioso sueño que de inmediato acomodé entre la codicia y la pasión, donde siempre pudiera verlo, porque tiene forma de esperanza.

Fue un asesino implacable de sueños. No conforme con matar los suyos, cuando tuvo oportunidad se ocupó de otros causando una terrible desolación en el futuro del pueblo. Incluso el día de su ejecución pudo matar algunos sueños: no mostró arrepentimiento frente al sacerdote que esperaba salvar su alma y sonrió displicente ante el verdugo que confiaba verlo derrumbarse, como la mayoría, suplicando inútilmente un perdón de última hora.

Era un sueño huérfano, evidentemente sin madre ni padre. Nadie sabía su procedencia. Unos se inclinaban por la generación espontánea. Otros hallaban sólida la conjetura de que un viento del norte lo había traído de un bosque maldito. Los menos, tal vez con mayor certeza, vieron su origen en oscuras investigaciones realizadas subrepticiamente. Lo cierto es que desde que llegó, aquel sueño desmoronó la ancestral solidez de todos, nada quedó en pie. El sueño huérfano fue demoledor como toda nueva, original y perspicaz ocurrencia.

Se divertía con los sueños como si fueran globos llenos de agua, igual que juguetes para distraer el tiempo serio, del mismo modo que una invención fantástica rompe el tedio de una tarde. Reía de sus dimensiones caprichosas, se burlaba de su materia transparente, anulaba sus significados formales. Por eso, cuando quiso refugiarse entre sus paredes, no pudo encontrar albergue porque habían adquirido la plenitud de la materia.




COBIJADO POR EL SUELO

Parece el final, pero aún espero que ocurra algo.
El teléfono está en la mesa, con la agenda y los números de las urgencias, los anteojos, la cartera, algunos plátanos, dos saleros, varias servilletas, cinco libros, tres cajas con medicinas, las cartas de mi hermana, el diario de hoy y otros de fechas pasadas, una nota de amor, un bolillo duro, cuatro vasos sucios, medio refresco de un litro, un cuchillo, un plato, un tenedor y dos cucharas. Inalcanzables objetos para satisfacer necesidades.
Percibo el burbujear de la bomba en la pecera, el motor del refrigerador, el escándalo televisivo y el ronroneo dulce del gato cerca de mi oído. Minúsculas porciones de la calle y de la ciudad rebasan las ventanas. Una mosca me ronda con un zumbido maleante.
Mis párpados gritan sueño y temo escucharlos.
Veo las patas de la silla, las telarañas polvorientas del techo y parte del sofá con ojos de párvulo.
El libro que leía está cerca de mi mano.
La caricia áspera del minino en mi mejilla y su mirada entornada no alejan las punzadas agudas en mi pecho y el frío del piso.
Mis débiles piernas y los brazos también inútiles no pueden contra el lastre de grasa de cien kilos que me anclan al suelo.
Pero no estoy solo, me acompañan vividores  –irónica ayuda, inútil compañía– como el gato, el pez y los insectos que comen todo lo que encuentran.
El dolor me ha domeñado una y otra vez, trato de ahuyentar lo soezmente; pero sirve más inventar mentiras para olvidarlo y soñar que lo remontaré a tiempo, aunque parezca improbable: en el programa de visitas nadie viene hoy. Pero quizá uno de mis entenados –de los dos que pueden entrar porque tienen llave de mi departamento– abra la puerta y modifique el desenlace. Muerta su madre, sus visitas se han vuelto irregulares; paso muchos días sin verlos; para los desagradecidos ya no existo.
La mosca zumbadora es atrapada por el felino, es mi héroe con su hocico feroz y sus garras depredadoras.
La televisión sigue diciendo frases incomprensibles que no descifro disminuido de mis capacidades.
He permanecido aquí un periodo corto pero muy intenso. Si pudiera levantarme...
Lo peor es la esperanza; uno la tiene siempre, parece ser que hasta el último segundo, incluso yo que declaraba, con mis ochenta años y medio y putrefacto, mil veces lo retrasado de esta cita.
Pero ha llegado, inexorable, necesaria, dolorosa. Está aquí, ahora lo entiendo, se acomoda a mi lado con su gélido silencio, me abruma como el dolor que regresa y me oprime igual que una tonelada de años y décadas.
El sueño, este sueño que me envuelve y me cobija maternalmente, es una fuerza inexorable que me encamina, a pesar de mis inútiles objeciones, por un borroso sendero de atroces miedos.


®Arturo Texcahua

lunes, 21 de octubre de 2013

Lunes 28 de Octubre en Palabras Urgentes: Arturo Texcahua


Presenta este Lunes 28 de Octubre de 2013
en vivo a las 17:30 horas por
Código DF


Al escritor:

Arturo Texcahua

que compartirá con nosotros 
"Después del Eclipse" y otros relatos...


La mosca zumbadora es atrapada por el felino, 
es mi héroe con su hocico feroz y sus garras depredadoras.

La televisión sigue diciendo frases incomprensibles que no descifro disminuido de mis capacidades.

He permanecido aquí unperiodo corto pero muy intenso. Si pudiera levantarme... 


Ademas nuestras secciones:
Notas Imprescindibles,  Cada quien su boca y la Escritorpedia.
Una producción de Código DF.
Conduce Andrés Castuera-Micher


Elizabeth Llanos presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (21 de Octubre 2013)


Haz click en el link para escuchar la entrevista completa:
http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/index.php/palabras-urgentes/14842-elizabeth-llanos


I. DESPERTAR

En el fondo sigo siendo una niña que cree en príncipes azules. Aunque después de lo vivido he llegado a la conclusión de que los príncipes de mi edad son verdes y hay que esperar a que maduren. El problema, si se le quiere llamar de esa manera, es ese: el tiempo.
Ora puedo estar olvidada en mis múltiples ocupaciones laborales o absorta en lo bello de ver crecer a mis hijos. Ora puedo estar al borde de la depresión añorando unos brazos que nunca me acurrucaron ni me protegieron de mí misma. Ora puedo estar sumida en la evasión o en la negación que producen mis problemas financieros. Ora puedo estar enamorada… amor, palabra tabú de mi diccionarios personal. Mi status quo es estar enamorada.
Amor y tiempo deben mezclarse como dos elementos químicos peligrosos que intoxican hasta lo más sólido de nuestros huesos y hacen llorar en silencio a esa alma que espera el par que nunca llega y, cuando el cuerpo duerme, sale a pasear nocturna lamentándose de su infortunio y su soledad inentendible.
Mas no es masoquismo ni rendición tampoco… mucho menos costumbre; pero en varias ocasiones llega al paladar ese sabor dulce que provoca estar sola.
Estirarte toda en tu cama sin que te estorbe nadie, ser dueña y señora de ese imperio femenino llamado cama.
Cocinar lo que te venga en gana: que si estás a dieta, verduras; que si tienes angustia, muchas harinas y, en caso de estar al borde de un lapso sicótico, cocinar clavos, alambre de púas y veneno para rata. Total, los cacharros de la cocina pueden esperar un mes, hasta que la alegría de despertar viva otro día más te obligue a sonreír para tus adentros y recomenzar esta amable aventura llamada vida.
Conquistar de nuevo el cuarto de baño libre de salpicaduras en el inodoro que ha sido causa de traumas sicológicos escasamente superados por el género femenino. Monopolizar el uso del reproductor de discos compactos, dejando fuera la música de Los Terrícolas y Los Temerarios. Y la madre de todos los dejos independientes habidos y por haber de la fémina absoluta: el guardarropas. Fuera disfraces de beatas reprimidas. Bienvenidas sean las faldas cortas, los hotpants, los pantalones ajustados, los minivestidos y toda la innovación y atrevimiento estéticos aplicados a la alta costura.
Sí, la libertad y la plenitud son hermanas gemelas idénticas, confundibles por el observador inexperto, ninguna se estorba ni se envidia, simplemente se acompañan.
Pero regresemos al tiempo. ¿Qué hacer cuando el tiempo transcurre sin presentarte lo que deseas? El primer punto no solo es saber lo que es deseado, sino, cómo saber si se cruza en mi camino lo que espero.
Intimemos.
Después de paladear las mieles de la ausencia del sexo opuesto, dominador, invasivo, futbolero y con espíritu de luchador… pero de lucha libre, no de revolucionario...
Dicho en cristiano, después de vivir sin un hombre en mi casa y en mi vida, retomo que mi tiempo se ha regenerado y dentro de ese proceso de reflexión, de hecho siempre ha estado allí, el concepto del equilibrio.




II: COMPLEJO DE EDIPO

Mexicanos necios que acusáis a sus mujeres sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis, no os manchéis, ya no maméis y no acechéis a las féminas que a su lado veáis pasar.
¡Confiesen varones! ¿Qué oscuros pensamientos proyectan cuando al par de piernas objeto de su deseo tratan con esa frase tan mediana de ¡mamacita, qué buena estás!?
Mejor no confiesen. Dejen que imaginemos que esa expresión baja, más bien responde a una ofrenda verbal de respeto y veneración, reconocimiento a su sabiduría y deseo de exprimir sus conocimientos, que, además, enriquecerán nuestro intelecto y nutrirán nuestra vida de sobremanera, para que cuando nosotras, respetuosas mujeres, veamos pasar un espécimen masculino de no malos perfiles, le digamos con los dientes apretujando el labio inferior de nuestros deseos: ¡adiós, papacito!
¡Caramba!, favor de distinguir la diferencia.
Esa expresión no responde a ningún complejo de Elektra ni nada parecido, a ninguna proyección o deseo reprimido. Nosotras no somos así.
¡Adiós… Dícese de la expresión fática donde comprobamos que nuestro contacto es respetuosamente fugaz y desinteresado.
…papacito! Muestra de respeto ternuroso que nos transporta a nuestros tiernos años de infancia, cuando papá era sinónimo de súper héroe.
Y si todavía alguno de ustedes osa en dudar del por qué la expresión verbal va acompañada de ese aprisionamiento del labio inferior, es porque si cualquier pensamiento no casto se atreviera a cruzar por nuestra mente, el dolor expiará esa tentativa de pecado cual silicio purificador.
Existe, obviamente, una variación femenina de este respetuoso piropo femenino hacia nuestras contrapartes, el consabido: Apachurro, papacito!!!


Apachurro… refiérese a la parte más valiosa del hombre, aquella que ponderamos las mujeres sobremanera, por la cual germina un caudal de pequeños tesoros que enriquecen y optimizan nuestra existencia femenina; esa parte ponderada e insustituible que ningún hombre puede prescindir ya que su valía viril correrá peligro; esa parte por la cual las mujeres perdemos algo más que la cabeza, esa parte, señoras y señores, niñas y niños, se llama cerebro. Apachurro… dícese a la imperiosa necesidad de exprimir su cerebro y lamer las brillantes ideas que brotan de su interior… Caramba, mejores piropos para un ser vivo no pueden existir. Las mujeres sí que sabemos estructurar piropos apropiados, respetuosos, motivadores y que se han convertido en unos verdaderos clásicos del halago de las mujeres para con los varones.
Este par de piropos son el Cadilac y el Roll Royce de las frases que elevan la autoestima masculina desde el inicio de los tiempos.
Así que, señores, provoquen su imaginación, cultiven su creatividad y diversifiquen sus piropos para hacernos sentir más bellas de lo que ya de naturaleza nos viene. Que de esos hombres creativos quiso Dios desde el Génesis, no en vano somos creación divina y a las mujeres se nos nota más, o ¿qué no?


®Elizabeth Llanos.



lunes, 14 de octubre de 2013

Lunes 21 de Octubre en Palabras Urgentes: Elizabeth Llanos



Presenta este Lunes 21 de Octubre de 2013
en vivo a las 17:30 horas 
por Código DF
A la escritora

Elizabeth Llanos


quien nos presenta su libro:


Mexicanos necios queacusáis a sus mujeres sin razón, 
sin ver que sois la ocasión de lo mismo queculpáis, no os manchéis, ya no maméis y no acechéis a las féminas que a su ladoveáis pasar”.    


En vivo desde la Feria Internacional del Libro del Zócalo 2013.


Ademas nuestras secciones:
Notas Imprescindibles,  Cada quien su boca y la Escritorpedia.
Una producción de Código DF.
Conduce Andrés Castuera-Micher

miércoles, 9 de octubre de 2013

Lunes 14 de Octubre en Palabras Urgentes: Ramón Obón



Presenta este Lunes 14 de Octubre de 2013
en vivo a las 17:30 horas por
Código DF



Al novelista y guionista

Ramón Obón

haz click en este link para escuchar la entrevista:
http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/index.php/palabras-urgentes/14815-ramon-obon


con quien charlaremos de su exitosa saga del "Príncipe Maldito"


además de presentar su nuevo libro "El príncipe de las Tinieblas"







Ademas nuestras secciones:
Notas Imprescindibles,  Cada quien su boca y la Escritorpedia.
Una producción de Código DF.
Conduce Andrés Castuera-Micher