martes, 27 de diciembre de 2016

Lunes 2 de Enero 2017 en Palabras Urgentes: Andrés Stroobants, cantautor.

presenta 

Lunes 2 de Enero 2017
5:30 PM EN VIVO 
por

acústico en vivo con el cantautor

Andrés Stroobants


" Ven Ariadna, soy Teseo
por favor traeme el ovillo
que me alivie el laberinto
de los brazos que deseo..."


Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Lunes 26 de Diciembre en Palabras Urgentes: Francisco Reyes, cantautor.

presenta 

Lunes 26 de Diciembre
5:30 PM EN VIVO 
por

acústico en vivo con el cantautor

Francisco Reyes


" Debo confesar 
que el día que te fuiste la pasé muy mal
no paraba de llorar y me quería matar
me hacías falta..."


Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Kaletri Medina presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (19 de diciembre 2016)


KALETRI MEDINA


TENGO HAMBRE.
Tengo hambre de ti y de tu cuerpo.
Tengo hambre de tus caricias de tus palabras
y de tus gemidos en mi oído.
Tengo hambre de todas las posiciones sexuales
que juntos inventamos y de todas aquellas que renovamos.
Tengo hambre de tu aroma y de tus miradas.
Tengo hambre de todas aquellas sensaciones
que me llevaban al clímax mientras me envolvía en tus brazos.
¡Maldita sea! Simplemente tengo hambre,
ven y alimentame, dame de beber tus besos
y permiteme volver a comer de tu cuerpo.




OLVIDE.
Olvide tu nombre, pero no tus falsos besos.
Tus caricias vacías en mi cuerpo dormían.
Tú, mi personaje erótico, en mis escritos vivías.
Acariciando tu cuerpo entre mis letras de poesía.
¿Irónico no? Tú quien más mentía es de quien más escribo.
¿Sabes por qué? Porque olvide, olvidarte.
De vez en cuando, el sexo te cambiaba.
Bien podría describirte con un bello monte de Venus.
O quizá un perfecto miembro erecto.
Olvide dejar de imaginar ese bello cuerpo desnudo.
Responsable de tantas autosatisafacciones sexuales.
Describí hermosos senos, en donde muchas veces dormía.
He imaginé el perfecto pecho masculino, que acariciaba de vez en cuando con uñas largas..
Succione tus labios y bese tu boca.
Siempre en tu mirada me perdía
Simplemente olvide dejar de olvidarte y gozarte aun en esta tu ausencia....



LA AMANTE.
Yo soy la amante, aquella que tiene prohibidas las llamadas a ciertas horas y ciertos días, la que no escribe mensajes a menos que se los pidan.
Soy la amante, porque jamás me duele la cabeza al momento en que comienzas a acariciarme.
Soy la amante no por los regalos o las atenciones, más bien porque conmigo encuentras el cariño que una vez tuviste en casa y lo dejaste perder.
Soy la amante, esa que no sólo está lista y dispuesta a follarte, también está lista para atenderte cómo a un niño mal criado.
Soy esa amante, a la que muchas esposas le gritaran que aprenda a conseguirse alguien solo para mi, a la que humillaran, a la que le dirán que no tiene suficiente autoestima, la que se conforma con migajas y muchas cosas más.
Soy esa amante, que rompe de vez en cuando las reglas y se llega a enamorar de un "jamás" la que se conforma con unas horas nada más.
Y permitanme decirles qué está amante también sufre, incluso más que la cónyuge, y sufre porque entrega todo de sí, es incondicional, sufre porque cuando estoy entre sus brazos me acurruco y deseo que no termine ese momento, pero después de un rato él se va y yo regreso a mi soledad.
Así que, señoras, sus insultos no me duelen, a mi lo que me duele es saber que me enamoré de un imposible, si, me enamoré y estuve dispuesta a jugar algo cruel, porque se que al final de ese juego, yo perderé y me quedaré sola.
Disculpe usted, pero soy esa amante que de vez en cuando llora...
Aunque soy la amante que esta libre para volar, para seguir y añorar un amor propio que quizá jamás llegara.
Sí, soy la amante.

.
®Kaletri Medina. 

martes, 13 de diciembre de 2016

Lunes 19 de Diciembre en Palabras Urgentes: Kaletri Medina

presenta 

Lunes 19 de Diciembre
5:30 PM EN VIVO 
por

nos acompaña la poeta

Kaletri Medina




"Yo soy la amante, aquella que tiene prohibidas las llamadas a ciertas horas y ciertos días, la que no escribe mensajes a menos que se los pidan.

Soy la amante, porque jamás me duele la cabeza al momento en que comienzas a acariciarme."


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Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
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lunes, 12 de diciembre de 2016

Roger Vilar presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (12 diciembre 2016)


ROGER VILAR

"Una Oscura pasión por mamá"

PRIMER FRAGMENTO
Mi madre me ató las manos a una tabla de carnicero y me las cortó de un hachazo. “¡Niño malvado, ya es hora de que empieces tu relato!” Me siento sobre un tronco. Delante de mí hay una mazmorra. Dentro de ella mis manos, sin brazos, sin cuerpo, escriben que yo me marché de la isla. Ahora, después de muchos años, regreso caminando sobre el aire. La noche es luminosa. Abajo está mi casa sin techo. Nadie duerme en la cama de mi padre; en la suya mi madre yace muy quieta. ¿Estará viva? ¿Me reconocerá? ¿Se dará cuenta de que he regresado? Comienzo a gritarle desde las alturas. “¡Mamá, mamá…! ¡Aquí estoy de nuevo!” Ella no se mueve. Intento dar unas fuertes palmadas, pero mis muñones sólo producen un ruido apagado. Nunca podré despertarla. Pero estoy equivocado. Mi madre se levanta, patea los muebles y golpea las paredes; va hasta la panera que hay en la cocina, la abre, saca con las uñas unos mendrugos secos y empieza a tragarlos con voracidad. Cómo es posible que coma esa basura. Quiero alertarla desde el aire, vuelvo a entrechocar mis muñones. Con cada golpe a ella se le parte una uña. Sangra. No se da por vencida. Saca la lengua para lamer la tabla. Golpeo más fuerte, provoco una hemorragia en sus encías y otra vez me salen las manos, pero truncas, sin dedos. Escupiendo coágulos, pedazos de dientes podridos y maldiciendo, mi madre escapa a la calle. Desciendo para estar frente a ella. Tiene la cara llena de manchas y usa un vestido muy viejo, casi harapos, de cuadritos negros y blancos. Abre la boca sangrante, tal vez quiere decir algo pero no puede. “¡No debes comer esas basuras, mamá!”, le digo. Retrocede. Los dientes rotos le castañean. No puede apartar la vista de las venas y nervios que cuelgan de mis manos. “¿Te gustan mis venas, mamá? Pronto te tocaré con ellas para demostrarte mi amor”. No responde. Sigue retrocediendo por la calle oscura. A ambos lados apenas se dibujan los portales silenciosos. “Ven, quiero darte un abrazo, te he extrañado mucho mientras vivía en el extranjero”. Mi madre sale corriendo calle abajo, pero la alcanzo y la detengo con mi manojo de arterias colgantes. Siento el olor de su carne quemada. “¡Suéltame, hijo, suéltame!” Se libera de mí. La piel le humea. “Quiero prepararte algo de comer”. “¿Entonces por qué no me invitas a pasar?” “¡Perdóname, perdóname... perdóname! ¿Me perdonas? Ven, vamos a la cama donde dormías cuando eras un niño”. Me empuja por el pecho y me va conduciendo. Sus manos de uñas sangrantes cada vez presionan menos, más bien acarician; con suavidad, con lentitud, las introduce debajo de mi camisa. “Tú, hijo, no muevas los brazos y no me toques”, me pide. Me besa el cuello, lo muerde. “No sabes lo duro que es para una madre dejar de acariciar a su hijo por tantos años”, me susurra al oído. Tomo sus hombros y la aparto. Chilla como una lechuza atormentada. Del vestido vuelan chispas de fuego, se las sacude y me dice: “Bueno, pasemos”. No veo la casa que divisé desde las alturas. Sólo hay unos palos carbonizados y unas paredes en ruinas. “¿Qué ha pasado aquí?”, le pregunto. “¿Hubo una guerra?” Ella se queda muda.




SEGUNDO FRAGMENTO
Creo que el amanecer ya está próximo. A mi madre se le cierran los párpados de cansancio. “Ya vámonos a acostar”, me pide. “No, todavía no, vamos a conversar un rato, hacía muchos años que no hablábamos”. “Bueno…”. “Pues fíjate, madre, que tengo un nombre en la cabeza, me da vueltas y vueltas”. “Escríbelo, a lo mejor es tu nombre, que ya lo has recordado”. “No, es un nombre de mujer, y no se va, Elenor, Elenor, Elenor, da vueltas y más vueltas”. “¿Quién es ella, hijo?” “No sé, estoy seguro de no haberla conocido, sin embargo la puedo describir, es bella, una sola palabra suya es como si te tocara el sol”. “Esos nombres de gente desconocida pertenecen a almas en pena. Ruega a Dios, hijo, para que Elenor nunca te encuentre, porque seguramente está endemoniada y te matará”. “No recuerdo ningún rezo, mamá”. “Entonces te eduqué mal, no corté todo lo malo de ti, pero algo haré, tendré que pensarlo”. A pesar de la hora que es mi padre todavía no aparece. Siento mucho miedo por él. ¿Estará muerto? No me atrevo a preguntarle a mi madre. “Bueno, hijo, ya si quieres vamos a dormir, acuéstate en mi cama, quiero sentir tu calor, complace a tu madre”. Imagino su pelo sucio contra mi cara, sus costillas se encajarían en mi pecho, y los huesos de sus nalgas en mis muslos. Si tuviera unas nalgas gordas, lozanas, perfectamente engarzadas a una cintura fina, sería placentero. Más adelante la engordaré y la disfrutaré, me digo. “No, de ninguna manera, no dormiré contigo, dormiré en mi cama”. Pienso que me regañará, pero sólo sonríe con una mezcla de astucia y tristeza. “Bueno, que Dios te bendiga, ¿qué le habrá pasado a tu padre que todavía no llega? El pobre trabaja tanto. ¿No quieres que te diga otro pasaje del Apocalipsis? No, mejor mañana, debes de estar cansado. Bueno, si te vas antes de que yo me despierte, no olvides darme un beso, aunque esté dormida”.

TERCER FRAGMENTO
Despierto en este sillón, frente al amanecer, que le da un tono entre neblinoso y plateado al mar que se estrella en el malecón. Ya llevo tres días sentado aquí, no siento hambre, pero sí un gran cansancio. Hago un esfuerzo por seguir imaginándote, Elenor. No tener la certeza de si eres real es triste, pero me da una ventaja: puedo manejar tus actos. Supondré que vas a salir de tu extraño monacato ateo para buscarme por amor. Si me encuentras podrás salvarme de los acosos sexuales de mi madre, y tal vez conducirme hasta la mujer que antaño conocí como mi engendradora y que siempre me profesó un decente amor. Mejor aun, podrías descubrir donde está “el emisor de pesadillas” y destruirlo. Así no tendré que entrar a esa torre blanca que me horroriza, y a la que mi madre me ordena ir cuando se aparece en sueños. Por estos motivos iniciaré tu proceso de salida a la calle. No te preocupes. Lo haré de manera lenta, para que no mueras de un susto. Así: A través de las grietas de tu casa, que ignoro dónde está, se filtran los primeros rayos del sol, pero en tu mente, Elenor, sólo hay silencio. Las telarañas semejan un tejido de filamentos de oro. Algunos recuerdos intentan aflorar. “Vitrinas... tiendas.... ¿o joyerías con gargantillas? ¿Iba con él? No, nada, cállate, no te hables”. Escuchas un crujido de maderas viejas. Tus ojos se encuentran con ese ser lastimoso y brutal que ha perdido la condición humana. Sé que desgraciadamente es el encargado de alimentarte a cambio de favores sexuales. El ser está subido en una traviesa que sostiene el viejo techo a dos aguas. “No te hables...”, repite con voz chillona. Su grado de idiotez te repugna. “Siempre repite la última frase, le es imposible aprenderse todo lo que digo”, piensas. Da un gran salto, cae junto a ti, y deposita en el suelo un pedazo de carne. Parece arrancado de algún cuerpo vivo a mano limpia y aún gotea sangre. “¿De dónde lo habrá sacado?”, te preguntas. Yo conjeturo que quedan algunos cubanos, muertos de miedo, saltando de ruina en ruina, cazando y siendo cazados. “¿De dónde lo habrá sacado?”, repite el ser que te alimenta y salta de alegría. Intuyes, Elenor, lo que él desea, pero te duele horriblemente la pelvis, debes de estar inflamada por dentro. Él es insaciable y su órgano sexual, desmesurado. Me abate, Elenor, que hayas tenido que entregarte a tales suciedades para poder comer... Tú, tan bella, tan delicada. Siento el sufrimiento, la vergüenza de aquellos caballeros medievales que perdieron el honor por no tomar las armas para salvar a su dama. Elenor, quiero pensar que tú eras mi dama y te abandoné a las bestialidades de esta isla; me fui dejándote atrás, a merced de una sola opción para sobrevivir: vender el cuerpo, escupir sobre los sentimientos. No sé si te llamabas Elenor entonces, pero sé que abandoné a una mujer que amaba. Lo he pagado imaginando cómo esa basura viviente, tu proveedor, te obliga a que lo complazcas en sus más mínimos caprichos sexuales, y cómo (a pesar de todo la carne es débil) te habrá hecho vivir por lo menos algunos instantes de placer.




®Roger del Villar. 

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jueves, 8 de diciembre de 2016

Lunes 12 de Diciembre en Palabras Urgentes: Roger Vilar y "Una Oscura Pasión por Mamá"

presenta 
Lunes 12 de Diciembre
5:30 PM EN VIVO 
por

nos acompaña el escritor
Roger Vilar


presentando su novela
"Una Oscura pasión por mamá"


--> " Mi madre me ató las manos a una tabla de carnicero y me las cortó de un hachazo. “¡Niño malvado, ya es hora de que empieces tu relato!” Me siento sobre un tronco. Delante de mí hay una mazmorra..."

Además de nuestras secciones:

Cada quien su boca
Notas Imprescindibles
Escritorpedia

Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

martes, 29 de noviembre de 2016

Lunes 5 de Diciembre en Palabras Urgentes: Guillermo Manzo, cantautor.

presenta 
Lunes 5 de Diciembre
5:30 PM EN VIVO 
por

acústico en vivo con el cantautor
Guillermo Manzo




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Conduce: Andrés Castuera-MIcher
Palabras Urgentes
Las escritoras y escritores tienen la palabra.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Jesús Salvador Juárez presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes. (28 de Noviembre de 2016)


JS JT
Jesús Salvador Suárez


HAIKUS y COPLAS

Ø  HAIKUS
Tímida a veces,
enferma y rabiosa otras,
manzana, creces.



Mira, colibrí,
cuando choques dejarás
de volar así.



Frío que cala,
para unos es caricia,
para otros, bala.



Mi bella rosa,
a un tiempo eres sublime
y peligrosa.



Arena blanca,
sólo en tus recovecos
el mar se estanca.



Ø  COPLAS

AH…
Nunca te lo había dicho,
pero en cuanto llegaste a mí,
trasmutó mi alma en un nicho
para el amor, gracias a ti.

MENTIRA DERRUMBADA
Que no existe la perfección
he oído toda mi vida,
pero yo sé que la excepción
eres tú, novia querida.



POESÍA ES ALEGRÍA
No sólo se hace poesía
rimando y versos contando,
también alegrando el día
de quién despertó llorando.



EDAD NO ES TRABA
Para el hermoso ruiseñor
la vejez no es importante,
siempre que así como el mejor
todas las mañanas cante.



CANSANCIO
Tienes derecho a cansarte
si en algo te has ocupado,
mas no sólo por quedarte
sobre tu cama, acostado.





ESCALERAS


DESPEDIDA
Ya sé que me voy,
y sepa, profesora,
que ingrato no soy.

Daré, por esta razón,
un féretro a los suyos cuando
se pare su corazón.

No me vea así, mi mentora,
pues de ningún modo eso va a evitar
que le llegue la inminente hora.



CANCIÓN
Vino de la unión
de dos artes esa hija
llamada canción.

Encanta y desinhibe,
facultades que, de su madre,
la música, recibe.

Y sorprende y halaga al hablar,
ya que su padre, la literatura,
ese obsequio le quiso legar.



ROMPECABEZAS
Rompecabezas,
el lugar donde te armo
mucho lo besas.

Tu cuerpo fraccionado
quizá no armo en una sentada,
mas siempre lo he logrado.

Es, a veces, algo sencillo,
pero otras es algo hercúleo, porque haces
que confunda azul y amarillo.


SONETOS


A TU LADO POR SIEMPRE
Sería feliz de ser firmamento,
con las nubes y la lluvia fundirme,
para nunca de tu vida salirme,
para contemplarte en todo momento.

Cuando te despiertes, por la mañana,
rayos de sol intensos te mandaré
y con ellos, dulce te acariciaré,
con tu primer mirar a la ventana.

Horas después, volveré a aparecer,
cuando el cielo lo ocupe el crepúsculo;
entre el cielo herido, mi rostro has de ver.

Y cuando alcance su esplendor la noche,
te enviaré la caricia de la luna
y tibio aire, que es de mi amor derroche.



CON TU LLEGADA
Todo este tiempo que estuviste ausente,
cuando ni siquiera te conocía,
juro al Señor que otra cosa no hacía
que ser solitario e inteligente.

Pero apenas a mi vida llegaste,
la misma y mi alma se hicieron dichosas,
mi jardín de hiedra se lleno de rosas
y toda tristeza de mí ahuyentaste.

Soy dichoso sólo con contemplarte,
y el que me hayas dado esta felicidad
obliga a mi mente a siempre evocarte.

Dichoso soy de ser correspondido;
eso me ha dejado una cosa clara:
eres lo mejor que nunca he vivido.

GRACIAS POR AMARME Y DEJARME AMARTE
Nuestro paseo a la luz de la luna
mientras nuestras manos entrelazamos
y nuestros labios, calientes, juntamos
me hace feliz, como al bebé su cuna.

Nos da su luz el astro femenino,
en tanto contempla nuestro inmenso amor;
aun con brisa fría, tendremos calor,
porque calentamos más que un buen vino.

Al juntarnos, somos más que felices:
yo te doy mis caricias y mis besos,
tú, sólo palabras bellas me dices.

Nosotros hacemos del amor arte,
y esta noche decimos, mutuamente,
“gracias por amarme y dejarme amarte”.

® Jesús Salvador Juárez.





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