lunes, 30 de diciembre de 2013

Lunes 6 de Enero 2014 en Palabras Urgentes: José N. Méndez



presenta este Lunes 6 de Enero de 2014
en vivo a las 17:30 horas por

al poeta José N. Méndez

quien nos presenta el "Quetzal Rojo" y otros textos.




Rojo,

quetzal rojo;
en tu plumaje pernoctan
cadenciosamente
los ecos del perpetuo
y oxidado grito    




Además de nuestras secciones de siempre:



Cada quien su boca.
Notas imprescindibles.
Escritorpedia.



Palabras Urgentes es una producción de Código DF
Conduce Andrés Castuera-Micher





lunes, 23 de diciembre de 2013

Viernes 30 de Diciembre en Palabras Urgentes: Gibrán Hernández, cantautor.



presenta este Viernes 30 de Diciembre
en vivo a las 17:30 horas por Código DF




al cantautor:


Gibrán Hernández





en acústico en vivo con su más reciente disco:

"Tengo luz que decir"



 Trazando los símbolos sonoros, 
describo la historia en mis pupilas, 
fuego de esta rabia encadenada 
en el huracán de su emoción... 




Además de nuestras secciones de siempre:



Cada quien su boca.
Notas imprescindibles.
Escritorpedia.



Palabras Urgentes es una producción de Código DF
Conduce Andrés Castuera-Micher



Carlos Cárdenas presenta en "Quien su boca" de Palabras Urgentes (23 dic. 2013)



Carlos Cardenas

Enlace de la entrevista completa:

Vulgar


Se me va la luz,
la fe,
la sed,
se van los miedos tras de ti.

Me quedaran tus flores y destreza,
tus risas y tus rizos,
y un hueco en el pecho.

Nunca encontré valor para atarte,
ni tú el amor que buscabas.

Seremos uno más en la vida del otro
seremos una sonrisa y un día corriente,
como un mal rato en el tráfico,
como una tarde de lluvia o una noche de invierno,
así de fugaz,
así de ordinario,
así de vulgar.




Amor…


El amor es tan fácil como respirar,
como besarte,
como soñar.

El amor vive en la risa de los niños,
en las alas de las aves,
en el corazón de los valientes.

El amor viene y va
como el día y la noche,
como el calor y el frío,
como los autos en la gran vía.

El amor es fuerte
como los brazos de papá
y el corazón de mamá.

El amor se burla de ti,
te enseña la lengua
y se echa a correr.

El amor odia a los poetas y los celos,
los embustes y los lunes.

El amor no cabe en una cajita
y en el cielo tampoco,
pero por ti lo hice entrar en esta hoja.




Dos


No somos más que dos animales heridos,
asustadizos,
huyendo del dolor
y las mentiras del ser humano.

Somos fuego viejo,
arropándonos en este invierno
que ya se instalo en nuestros corazones.

Somos aquellos y estos pretextos
que inventamos para no sentir,
para no jugar,
para no amar.

Somos la única maldición de Dios
y la última oración de Satanás,
somos el sueño más retorcido de Morfeo,
somos dos versos atrapados en algún libro.

Un hombre y una mujer,
dos almas destinadas al sufrimiento,
dos historias contadas a media voz,
tú y yo,
buscando amor en bestias sin corazón.

Dos heridas,
a las que les basta un beso,
para ser ya sólo recuerdo...





Tengo que acabar
con ese querer
que te hace llorar…
José Alfredo Jiménez

Que nadie te diga que mereces menos que nada,
que nadie maldiga tu presencia,
que se mueran los que te torturen con los
hubiéramos” o “si tan sólo”.

Que desaparezcan los complejos, las dudas, los miedos,
que se iluminen tus vacios,
que resuenen mis palabras en tu corazón,
que ningún cabrón maldiga tus besos, tus cuidados o tus silencios.

Que el amor sea tu única forma de vida,
que la vida te colme de pasión,
que mis demonios cuiden de ti.

Que tomes conciencia de tus luces y tus sombras,
que todo el placer que desees te sea concedido,
que dejes de ver a tu ternura como una maldición.

Que mi alma te cobije en este invierno tan cruel,
que encuentres la calma,
que sacies tu sed,
que el fuego sea tu esclavo
y las mareas te regalen su canción.

Que encuentres un hombre que te haga sentir amor,
no un poeta mediocre que te lo escriba.


Que encuentres un buen hombre que te acompañe en la vida,
pues no te mereces un patán en la cama y un jodido poeta endulzándote el oído.

Te mereces algo mejor,
no es una opción tú debes ser feliz,
pues a mí me haría menos triste el saber que atiendes mis palabras,
que no le hablo al silencio,
ni a alguien que no existe.

Este es tu momento, vuela,
vuela muy alto allá a donde nacen los sueños vida mía…


Amantes sobre el asfalto

Nadando en su inmundicia amantes rotos,
rotos por las ilusiones que desilusionan,
y por aquellas promesas que las ha arrastrado el viento.

Amantes jodidos y enfermizos,
azules y sangrientos,
tristes como la palabra amor
cuando se conjuga en pasado y en recuerdos.

Hombre y mujeres,
y viceversa,
al contrario y a la contra,
desahuciados tirados sobre el asfalto,
el asfalto que arde en verano,
que quema el alma y es campo santo
para estos amantes desgarrados,
incompletos, incomprendidos,
ante los ojos de dios y de si mismos.




Incendios

Ardo como un leño en la chimenea,
como el fogón que calienta la cena,
me consumo como la hojarasca en la fogata,
me quemo en este juego insano de escribir.

Incendios que arrasan el alma y el pensamiento,
para dejar atrás los malos ratos,
quemar todo y salir de casa
para volver en invierno a rescatar recuerdos.

Incendios de mi vida que se llevaron
amantes, amigos, familia y poemas entre sus llamaradas,
incendios como mar,
incendios como aire,
incendios como arte.


La maldición de las flores

Un hombre sembró una rosa en sus manos,
una rosa hermosa,
de aroma dulce,
y un bellísimo color escarlata,
una rosa que aquel hombre sembró para su amor,
pero aquel amor se sintió tan poca cosa para semejante regalo,
que la arranco de sus manos y la pisoteó,
la escupió,
y dejó a su amado desconsolado y triste.

El hombre vagó por el mundo,
algunos años en absoluta soledad
y encontró un nuevo amor,
esta vez miró a su amada,
y le preguntó -¿me amas?-
ella asintió con la cabeza,
y él sonrió y le susurro al oído
un poema tan hermoso,
que al correr de los versos,
estos se volvían margaritas,
margaritas con miles de pétalos,
que al deshojar nunca dijeron no,
brotaban las margaritas de sus labios,
y el horror de su amada invadió sus ojos,
y al sentir que no tenia palabras para su amado,
salió por la ventana,
sin más que una margarita enredada en el pelo.

Y así pasó sus días aquel varón,
solo y abandonado
regalando girasoles de sus ojos,
gerberas de sus pasos,
orquídeas de su corazón,
tulipanes desde su alma.




El Bosón de Higgs

En la poesía caben todos los nombres y blasfemias,
entran apretados todos los recuerdos y olvidos,
en la poesía se guardan miedos y sin-sabores,
la poesía es dócil y misteriosa como una mujer,
a veces tosca y sin tacto como el varón,
en la poesía caben mundos enteros,
pero lo único que no cabe en la poesía,
son las dudas.

Escribe por convicción,
escribe porque sí,
porque es lo único que evita que pierdas la razón,
porque es tu única fe y tu única verdad,
las razones sobran siempre,
los pretextos se acaban pronto,
las personas se van y huyen tan deprisa,
sólo quedan tus porque para terminar el verso.

La poesía está más allá de los libros y la facultad,
está en la piel de una mujer,
en los amaneceres de resaca,
y las noches de pasión desenfrenada.

Te destroza y carcome el alma y la calma,
te ciega y controla cada ínfimo instante de tu vida,
e intentas huir y engañarte,
y te refugias en alcohol y tabaco,
en prostíbulos y libros con letras interminables,
pero es inútil escapar,
cualquier cosa que hagas la habrás nombrado ya sin querer,
y es en vano renegar ya de tu condición de POETA..
.

®Carlos Cárdenas


lunes, 16 de diciembre de 2013

Lunes 23 de Diciembre en Palabras Urgentes: Carlos Cárdenas



presenta este Viernes 23 de Diciembreen vivo a las 17:30 horas 
por Código DF

al poeta 
Carlos Cárdenas


quien nos presenta los más reciente de su producción poética.


Se meva la luz,
la fe,
la sed,
se van los miedos tras de ti.



Además de nuestras secciones de siempre:
Cada quien su boca
Notas imprescindibles
Escritorpedia.

Palabras Urgentes es una producción de Código DF
Conduce Andrés Castuera-Micher

Blanca Vázquez presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (16 dic 2013)



BLANCA VÁZQUEZ


Ojos de Lechuza

Nadie sostiene la mano,
sólo el silencio que condena a la nada.

Niña de largos sueños, rompe el llanto dentro de la noche
________________________________________________
Nada se sostiene,
sólo el silencio opresor de los ojos mudos
que esperan detrás de la ventana el regreso del viaje.
_________________________________________________
Las manos te recuerdan presuroso. 
¿En qué andén desapareciste?

En la estación una niña, una muñeca y un montón de sueños.

Niña de vestido azul y de ojos de lechuza, esconde en tu bolso la tristeza para que no se espante el día.




La maleta y tu rostro olvidado es preludio, lágrimas que gotean,
mojan los gritos de pasajeros desarraigados,
la niña, sola, se esconde.

La tarde es sólo el pretexto para tirar los recuerdos por la ventanilla del autobús.
_________________________________________________________________
He sido viajera en tu mirada,
espiral de instantes que culebrean en mis juegos de infancia.
Tu voz que guardaba en secreto,
es sólo el recuerdo del hombre que me sentó a su lado
mientras la noche huía como ladrona de los días.

_________________________________________________________

En esa tarde de juegos de muñecas
me quedé callada,
como el cuarto vacío de mi cuerpo.
________________________________________________________
Aquellos trotamundos invadidos de melancolía se van,
huyen de los pies pequeños y las manecitas que los esperan,
tienen miedo que les roben su vida.
El corazón en la mano

Te espero
y siento cómo los minutos pesan tanto dentro de mis ojos,
quiero verte sí, dentro de mis pupilas,
aprisionarte al interior de una botella.

___________________________________________________

Se desliza el sol por la pared de en frente y nada,  no llegas.
Nada es como siempre, sin tus labios y tus ojos,
sin tu palabra que retumba dentro de mi sexo

______________________________________________________

Desde esta tarde con alas
me sé dentro de tu cuerpo.
Al lado los objetos se sienten grandes,
te sienten también.
Mis ojos se asoman por las rendijas de tus poros,
respiran.
Muy profundo para vivir ahí,
y sin embargo,
crezco.

_____________________________________________________

Eres los dedos que andan por mi piel,
la voz que se mete por debajo de mi pechos,
el agua fina que acude en un beso.
Eres quien se sujeta a mis caderas,
quien se acompasa en mi centro,
la luz de mi resurrección.

________________________________________
En estas calles que no tienen nombre te amo,
aquí junto a los muros desmemoriados
cargados de furia y de deseos inconclusos.
Aquí te amo, entre las grietas gastadas por los tiempos
donde todos se miran y murmuran
silencios de todos y de nadie.









El polvo dormirá entre las hojas

Las hojas del árbol  son los ojos del mundo,
mirada como faro del centinela que guarda los secretos del mar,
callan y lloran los disimulados ecos de los desesperados de la última hora.

Sus raíces se encuentran a escondidas debajo de los pies de los transeúntes,
no quieren sentirse solos, se tocan las yemas como dedos  urgidos.

No duermen, sólo se esconden en anonimatos  de policromos verdes,
aguardan la tarde para llenarse de vuelos,  de lágrimas recargadas en las
ventanas del hombre yermo.

Y en esa tarde, sus hojas se miran entre sí, sempiternas.

Son otros los que lo habitan, siseos de insectos que desgastan su cuerpo
penetrado hasta la savia que llena de vida a la vida.





La existencia se alboroza en sus ramas que se extienden lastimadas por los
devenires del tiempo, nada le impide llegar más arriba,
sólo las palabras incrustadas en su cuerpo le saben terrenal y se vuelve,
como temiendo ir más hacia lo alto de todos aquellos que pisan la tierra.
Y esas sus raíces, se fijan en la pregunta de la preexistencia,
no llega la respuesta, sólo el silencio que dejan las hojas que caen a su lado.

La tarde toda se abandona, deja que el disco ambarino se oculte a trasluz
mientras que las agonías de los triviales hombres se dibujan en las manos
que se agrietan cada vez que recuerdan la tentación.

Quieren ser árbol y detener su espacio. Pero sus cuerpos se abandonan
entre las manchas melancólicas.
Se repliegan en la rugosa estampa del aliado cetrino.
Y  los esconde de las miradas envidiosas,
y quieren sentir al otro que tiembla ante la cercanía de las ramas.
Las palabras como hojas se extienden en el ápice de la lengua,
envainan el deseo volviéndolos tallos.




La vigilia del árbol sólo la acompañan los que no tienen nombre, los que se esconden en el verde infinito de la espera. Ellos, se dejan ir, como las hojas que se arrancan sutiles entre la tarde y la agonía del ser. Temen la  caída abrupta de los cuerpos masificados, de los todos atrapados en uno solo que no es nadie.
El árbol sueña, como esos hombres que retumban de rabia en la soledad constante en el límite del desamparo.
El polvo dormirá entre las hojas.
Después los niños con sus voces entrecortadas, escaparán.
Se desplomará la tarde como la muerte.
Desde aquí, los pasos abandonarán  la derrota.
La discordia cae hondamente en un segundo.
En el aire un verso y luego la nada.
®Blanca Vázquez