lunes, 23 de septiembre de 2013

Andrés Cisneros presenta en Cada quien su Boca de Palabras Urgentes (23 septiembre 2013)


Andrés Cisneros

Aqui está el link de la entrevista.

Del poemario Fue catástrofe, editado por Rojo Siena, 2013

        VI

(Segunda salida)

 

*

llegas con las vértebras quebradas

coagulándote las manos en el torso molido

               para asirte de la memoria pétrida

 

Te descubres Inmune

constructor de todos los ogros

metralleta cubierta de flores

porque cuando aspiras tragas raíces

litografías de los siete llanos y las nueve lenguas muertas

Despedazado el techo los trozos de vidrio celeste fragmentan la mesa en donde

colocas todas las noches tu vida

 

abres la boca para herirte

porque sólo hablas lo que no entiendes

pero quitas los plafones que esconden al cielo

también dicen eres amargo como el centro de la alcachofa

                                      y que estás en los gritos

y el cielo no te permite mirar las estrellas

condenado colérico

te duele ser (desesperada flama)

Te reconstruyes el cuerpo con nubes atrapadas en barcos-fantasma

Tu pupila permanece colgada en la hermética bóveda

 al enramado de las ideas.

 

Y te quedas dormido entre los labios, en el filo de la navaja:

 

*

espera

escapula en la tráquea del verdugo la salina pústula

inventas que eres libre

vivo al menos vivo

sales a poner los puños

en la conciencia Inmenso

(recuerda que inventado)

 

y tuerces la ráfaga al fusil

si te desaparecen les sangrará la boca

Si nos estuvieran ustedes, nosotros podríamos estarnos, dicen

Mujeres sin costillas (todas tú) metidas en la piel de golpe sin esqueleto ni estructura

sin pellejo ni venas, se suturan los ojos

 

estábamos desaparecidos estábamos, dicen quiénes

Queremos una hecatombe, dicen los animales cansados

 

te arranca los nervios la carnívora muerte

es el cuervo blanco —y da de beber al ebrio.

Cortan las cuchillas los labios

y el pelo ondea igual que río de petróleo

desde aquí no se alcanza a ver todo No podemos ver el Universo

porque en el Universo estamos:

 

 

          VII

(Matemática palabra)

 

en la tundra cuando corren los ogros

matan el infinito meridiano de sirenas

derrumban y abastecen las ingles de los peces con caricias

Los ogros huelen a humo de cadáver

a copal de lenguas oscuras:

 

       si cruzaron el río sobre el agua me hubiera gustado verlas

 

los malditos números las mataron

porque no son (y ellas están en donde no sé si existen)

 

las raíces se vuelven triste monumento de sí mismas

las estatuas se vuelven máxima del hombre

y los hombres se matan por ser piedra

 

Que se larguen todos los ojos de las cuencas

que se llenen de avispas para que puedan ver que de nada sirve

tener la razón:


Del poemario La perra láctea, editado por Inferno Ediciones, 2013


Un perro vive en los ojos de Borges

Cercado por un cielo infinito
aúlla el cuadrúpedo, que nunca en esta vida
andará sobre dos patas.
Se lamenta atado a una cuerda de humo
en la revoltura de un cilindro.
Asustado el perro aúlla, sujeto a una palabra
lanza dentellazos, y sin que se muevan
            sus chuchillos
solo se orina, impotente, grasa
            en el fondo de un sol
encendido como en una lámpara el odio,
ojo ciego de un cachorro que aúlla
e intenta brincar el muro invisible
de la mirada, salir de la radiante esfera,
que sangra una lágrima.
Un perro llora preso en la mirada confusa
            de Shakespeare.
Y la voluntad de su amo lo viola pacíficamente,
lo hace chillar como una perra.


Finisperra

De qué modo te ha tocado vivir,
espeluznante trapejo, rodeado siempre
de zapatazos o de cubetas cual redes de agua.
Siempre tras de ti un camino de puertas
cerrándose para que los niños inquietos
en las casas, no te miren.
            Aunque los charcos del sueño
estén abiertos a tu lengua,
estás cercado, en la calle,
por el peso absoluto
de lo indiferente. Por el vacío de la luz,
calor que lleva consigo la sed.

Ceñido al impulso de olisquear
            un canasto con zetas
en medio de una ciénaga de hueso,
un fémur de azúcar entre la neblina
de un panteón, tratando de alcanzar
entre la multitud tensa del hambre,
un pan ajeno, un pan ajeno.

Invencible tú, que no tienes nombre
y encontraste el camino para morir
en los brazos de una desconocida.
Dichoso tú, que nada te pertenece.

Vienes a entregar tus patas a la tierra.
A la luna, tu cráneo. A desprender tus ojos
en el fruto de una magnolia, y a tus vísceras,
dejar crecer en el vermicular trenzo del infinito.
Vienes a integrarte en lo que no se ve
y permanece contigo en un oscuro canto.
Bienvenido a la pira, perro, a la esfera,
donde te espera la espira, el jardín óseo
de las amapolas, bienvenido a Finisperra;
deja que te mastique con sus molares
             de cinabrio, la reina roja,
bienvenido a donde expira la tierra,
a donde nunca te olvidó la euforia,
a donde siempre te esperó la vida.
Hallazgo del perro azul

Yo hablo de la Otra Rosa;
de la que zumba y es negra.


®Cynthia Franco

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