lunes, 24 de junio de 2013

Mar Ruiz presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (24 de Junio 2013)

MAR RUIZ

Haz click para escuchar la entrevista completa
http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/index.php/palabras-urgentes/13800-mar-ruiz

I
Nada queda en esta ciudad
las caricias vacías divagan en tinieblas,
soy cuervo que vigila la noche
mientras inundo de lagrimas
el eco que solloza en la madrugada.

Mis palabras exiliadas
recorren los callejones
buscando las caderas de aquella
que vende instantes de olvido.

La última gota de felicidad
deja su espacio vacío,
huir del frio, refugiarse en las esquinas
de una ciudad a la que no pertenecemos.

Los pasos siguen marcando
el ritmo de este laberinto,
los habitantes caminan en caravanas
entran y salen de los vagones
como sombras que buscan historias.

El reloj abre sus fauces
devora los sueños de los que duermen,
mientras el dolor inunda
los ojos de una mujer y
la ciudad se ahoga de recuerdos.




II
Caminar por el espejo roto
de la ciudad,
calles de madrugada
dispersan angustia de alcohol.

Luciérnagas ciegas
destrozan el pavimento,
las esquinas susurran
un tiempo desgastado.

Puentes de pasos viejos
evocan el funeral del presente,
duerme la ciudad
bajo el instinto de supervivencia
que la habita.



Noche,
te habito en la hora del olvido
madre insaciable de palabras
cae tu sombra en las tazas de café,
dictas los días en el recuento de la oscuridad
los sonámbulos te penetran cansados,
cómplices de tu presencia.

A esta hora donde todo lo circundas
el espejo me abarca desnuda,
crucificada, con la corona de espinas en la memoria,
eres mi presencia.

Madre que abandona a los débiles,
les consume la sangre para ser tiempo,
el invierno abraza el aire
alguien llega a una ciudad nueva
transformada en el monstruo que la consume,
los amantes jadean en parques abandonados,
los miras sedienta.

Noche,
mártir de las cenizas de los poetas
alguien tomo el estandarte de tu cuerpo
para escribir la historia guardada bajo tu falda.

Sentada con los ojos entreabiertos
le pregunto a lo que queda de mi
¿Quién soy?
lo sabes tú noche virgen acorralada
por las plegarias y los rezos.

¿Cuánto tiempo serás
la prostituta de los abandonados?
¿Cuánto tiempo seré la amante
cómplice que te paga las horas con palabras?



IV
En el jardín de la infancia
los columpios se oxidan,
el sube y baja

juega con una silueta sin rostro.

Los caballos relinchan
en pasto sintético
olvidado…
                         seco.
Con raíces en las sienes
recibes pisadas
de ancianos que ahora son niños.

Un vestido recién planchado
se posa en tus huesos,
gota de silencio
que detiene la memoria.

Escuchas la jauría
que fornica dolor
ante tus ojos.

Llueve,
todos se refugian bajo
este cielo sin nombre.
La banca en que descansa tu espera
se deslava,
                         te sepulta.



Mi Piel
Mi piel es el sueño de un dios recién nacido
creado en la furia de la verdad,
espacio de tiempo que se duerme en palabras,
historia de la mitología en cada pliegue,
arena y humedad.

Tiene la herencia de lo humano
en su transpiración,
sabe de las batallas y su penumbra constante,
ha sido víctima del torturador,
desaparecida en cualquier mazmorra
abandonada en las cenizas perdidas de los muertos.

Ha sido carcomida por los buitres,
las hormigas, los gusanos
y sigue respirando,
renace cada madrugada,
en el aliento del ritual blasfemo
que se niega a verla morir,
porque se baña de ella,
se alimenta de los restos que deja sobre
el lecho de palabras.

Mi piel no tiene tregua,
invoca el silencio de los abandonados,
guerrillera de poesía,
camina en espinas de la verdad y no se rinde,
respira y transpira,
se purifica ante la ausencia,
no tiene enemigo capaz de derrotarla,
esta viva,
aquí sigue junto al dios
herido de muerte por el abandono.

Mi piel
creación de tiempo,
ciudad sagrada para los peregrinos,
tierra prometida del profeta,
respiración del viento en el lenguaje.

Voz primigenia del fuego,
en ella vive el jaguar y la serpiente,
tiene garras, tiniebla feroz del miedo,
ha sido devorada por los tigres,
transformada en tierra y cielo.

Corazón refugiado en sangre
de guerreros zoomorfos,
espíritu divino,
nivel celeste del cosmos
augurio de sabiduría marina,
lleva en su voz al chaman de la locura.
Mi piel camina sin tiempo,
fuma el tabaco de la vida,
esperando que llegue
el cosmos de otra piel nómada
que refleje la humedad
en el corazón de la palabra.

®Mar Ruiz



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