jueves, 26 de abril de 2012

Mónica Suárez presenta en Cada quien su boca de Palabras Urgentes (26 de Abril 2012)




MÓNICA SUÁREZ


En cajones cerrados

 

Los secretos construyen laberintos oscuros:

se alimentan de frases nunca dichas,

beben el aroma de la inocencia.

Los secretos levantan cuartos y pasillos inesperados,

ocultan las ventanas,

se tragan la luz y la tiñen de sombras.

Los secretos nos abren cajones en el cuerpo:

cajones que cerramos para poder vestirnos

y salir a la calle sin que nadie lo sepa.

  


Poema publicado en: Instrucciones para buscar en la niebla. Editorial Verso Destierro. Colección Las Cenizas del Quemado. México, D.F. 2011.

De sombras hecha

En memoria a mi querida amiga Florencia

 

Ando lenta y callada,

                              de sombra hecha.

Ando de soledades y de tristezas

con las manos atadas

                  con el nudo del llanto

                                         corbata puesta.

Ando llena de cantos

                        y de miserias,

de rincones sombríos,

              de muerte llena.

Ando oscura

             sin luna,

                    herida,

                                ciega,

con recuerdos rondando

como alma en pena.

                      Ando de sal vestida,

de piel desecha. Ando junto a los vivos

entre tinieblas.


Poema publicado en: Instrucciones para buscar en la niebla. Editorial Verso Destierro. Colección Las Cenizas del Quemado. México, D.F. 2011.

Estructura de huesos

Puedo morir con tanta luz

y sin embargo ciega
cuando se quiebra el tallo,
el tierno tallo, que en el corazón
apenas si retoña:
porque las nubes en el cuerpo ciegan,
con su dolor, la alegría de las venas
y la estructura de huesos
se resiente y cruje
y es como si lloviera
al ritmo del sollozo que viene en vaporosas nubes
desde el cielo del pecho a todas las arterias,
entonces,
todo se oscurece dentro
y esta corriente arrastra en su gemido oscuro
los brotes del alma que iban prendiendo hogueras:
semilla de luz desperdigada.


Poema publicado en: Instrucciones para buscar en la niebla. Editorial Verso Destierro. Colección Las Cenizas del Quemado. México, D.F. 2011.


La página que somos


Uno siempre está acabando
cuando empieza:
somos algo que respira y vive
o sobrevive de la herida anterior,
del segundo pasado, de la historia perdida.
Uno siempre está empezando
cuando acaba.
             Somos aire mezclado
entre la bruma.
Nada está dicho para siempre
y nos escribe todo la página que somos.
En la conciencia de morir, nacemos:
más abiertos los ojos y los brazos,
más abiertos los pechos y las bocas.
El nudo de vivir corre despacio
por la garganta
          siempre en peligro
de dar el paso en falso.

Nota: Poema publicado en: Instrucciones para buscar en la niebla. Editorial Verso Destierro. Colección Las Cenizas del Quemado. México, D.F. 2011.


El mundo de la noche

 Detrás de tanta sombra se concentra
toda la luz que el ojo no ha captado.
Una legión oscura se alimenta
del terror de la noche,
de sus ahogados síntomas del asco.
Entonces sus sicarios se concentran
en almacenar el miedo que sudamos,
en podarnos el alma con oscuras tijeras
y asegurarnos que la luz no existe,
que dejemos de buscar su pálido espejismo,
que es mejor abandonarnos en su corriente negra
narcotizado el cuerpo y la conciencia:
engañados como sea los sentidos
y la negrura propia se acrecienta:
nos arrastra por sucias callejuelas,
ríos de pestilente angustia,
calles de encadenadas piedras
hasta que el roce del arrastrar continuo
provoca sin querer alguna chispa:
un solo destello nuestra luz despierta
y el mundo de la noche se libera
de su ennegrecida carga de miserias.

Poema publicado en: Instrucciones para buscar en la niebla. Editorial Verso Destierro. Colección Las Cenizas del Quemado. México, D.F. 2011.

 

La humanidad aguarda

 

Sobre la cima del mundo la gente estaba
con un atajo de sueños en la mirada.

Llora que llora y llora la madrugada,
un grito rompe la noche, se desparrama.
El mundo tiene una herida por la que sangra.
Por los viejos caminos la muerte vaga:
viene cortando niños con su guadaña,
mujeres de tristes ojos miran su cara,
en multitud van los hombres para encontrarla.

Llama que llama, la llama de la muerte llama.
Duerme, duerme de nuevo, haz que se vaya,
que vengan los ruiseñores, que la palabra renazca
que la serpiente del odio no nos muerda la esperanza.
Duerme, sueña que puedes con tu grito derribarla.



Nota: Poema publicado en: Senderos de Dido. Poemario: Poemas al filo de la pluma, pp. 157 – 206. Antología Poética del Taller de Cartago, editado por la UNAM y la Facultad de Estudios Superiores, Zaragoza, 2007.



Los poderosos vienen

Al pueblo iraquí
Los poderosos se han reunido otra vez, vienen rasgando el cielo:
encúbrete, aldea,
que sus razones escupen fuego.
Los poderosos llegan en sus buitres de acero:
escápate, niño,
que la muerte no sepa que estás indefenso.
Los poderosos siembran en la tierra su infierno:
guárdate madre,
que tu vientre no sepa que es cementerio.
Los poderosos coleccionan almas como recuerdo:
ocúltate, hermano,
que tu cabeza no sepa que es ya trofeo.
Los poderosos no se detienen, cazan al vuelo:
cúbrete, hermana,
que tu cuerpo no sepa que es botín fresco.
Los poderosos jamás descansan, tejen y tejen cadena y cepo:
escóndete, padre,
que tu semilla no sepa que tiene dueño.
Los poderosos nunca nos mienten, llevan la paz del sepulturero:
escabúllete, vida,
que los poderosos te tienen miedo.




Poema publicado en: Senderos de Dido. Poemario: Poemas al filo de la pluma, pp. 157 – 206. Antología Poética del Taller de Cartago, editado por la UNAM y la Facultad de Estudios Superiores, Zaragoza, 2007.



Visita inesperada


Ayer me visitó Tiresias,
estaba ciego,
como están los hombres cuando nacen.
No me habló del futuro
ni predijo tampoco mi tragedia,
no mencionó a Edipo
ni recordó la suerte de Ulises.
Me vio con su mirada ciega
y se puso a llorar como si fuera un niño.


Poema publicado en: Senderos de Dido. Poemario: Poemas al filo de la pluma, pp. 157 – 206. Antología Poética del Taller de Cartago, editado por la UNAM y la Facultad de Estudios Superiores, Zaragoza, 2007.


Da miedo

 Qué miedo da morirse de repente
sin palabras hermosas que nos salven.
Yo de veras me he muerto muchas veces
con cada amigo que se marcha.
Me muero a todas horas lentamente
en cada ser querido que me deja.
Qué miedo da morirse sin saberse
con toda la soledad  acumulada
en el cuenco del ojo, tras la frente,
en cada imagen que en el interior estalla.
Da miedo esta manera de perderse
sin huellas de eternidad, sin decir algo.
Morirse así, sin más, tan mansamente.

 Poema publicado en: Senderos de Dido. Poemario: Poemas al filo de la pluma, pp. 157 – 206. Antología Poética del Taller de Cartago, editado por la UNAM y la Facultad de Estudios Superiores, Zaragoza, 2007.

Resistencia



A Javier Sicilia.



Desde la orilla del dolor salta el silencio.
                                                          ¿Habrá razón alguna para callar tu rabia?
                                                   ¿para morir también junto con lo que amabas?
Condenado al silencio te exilias de ti mismo:
                                                        ¿quién podrá soportar tan atroz balbuceo?
El dolor que se estanca como líquido viejo
sin poder derramarlo en la furia del verbo,
en las alas que dan las palabras sin miedo,
los poemas que sangran sus verdades y duelos.
                                              ¡Qué no te maten el alma los asesinos de cuerpos!
  


Nota: Poema publicado en: Poemas para un poeta que dejó la poesía. Antología, Literatura, Cuadernos EL Financiero, 2011.

 

 ®Mónica Suárez

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