jueves, 8 de marzo de 2012

Carlos Chávez presenta en Cada quien su boca de Palabras Urgentes (8 de Marzo 2012)

Carlos Chávez


La tejedora del mundo

Ella enroscaba los estambres de plomo
que nacían de sus tripas,
tomaba entre sus manos al sol
para cauterizar hebras dañinas,
sobrantes o defectuosas.
Y sus infinitas caras arrugadas,
algunas temblorosas,
nos dejaban ver el tiempo transcurrido.

En el horizonte, ya inundado
por creaciones de la tejedora,
los seres tomaban rostro
y pensamientos;
no olvidando los corazones
irrepetibles e intransferibles
que les regalaba, colocándoselos,
no tan profundos en el pecho
para que pudieran verlo.

El tiempo pasaba y la tejedora, ya cansada;
seguía tejiendo sin que nadie la remplazara,
hasta que un día se le olvidó ponernos corazón.

Y ahora, rostros indignados
salen a las calles a pelear,
con sus manos blandas y sedientas
organizan batallones de hazmerreíres,
mientras otros, con sus manos fracturadas
tratan de alcanzar el pan.  


El devorador

Vientre hinchado y luminoso…
y en sus venas necias transportando
el aliento de los hombres.
Creatura sin rostro mal habida,
que carcome sueños derrotados,
extraviados.
Troglodita que atasca su instinto
de extinguir al sol,
dejando frías las veredas y retoños…

…y el sentimiento se transformó en un gusano,
en el parasito autosuficiente que se devora hasta morir…
¡Que lleguen los peritos y que investiguen el deceso!
¡Que con gises blancos marquen los pedazos
y los rastros!
¡Coloquen cal sobre la nítida sustancia!
¡Que el médico tome los restos del gusano
para realizarle una autopsia!
¡Si es preciso contacten amigos y familiares del cadáver
para que coloquen cruz y veladora!
¡Y que la gente talle con sus manos
un monumento a su hermosura!

¡Esperen! ¡Aquí ha llegado el reportero
de la nota roja! ¡La noticia estará en primera plana!
¡Que venga el fotógrafo también!
¡Que venga el poeta y que le escriba el mejor poema!
¡Que venga todo el mundo!
¡Que venga todo el mundo!
…pues el sentimiento amaneció muerto.

¡Que se comente la noticia por internet,
por radio y televisión!
¡Que los medios de comunicación lo digan con respeto
para que la gente no llore por su ausencia!
¡Que las instituciones recauden fondos
para hacer escuelas donde enseñen sentimología!
¡Díganle a presidentes que realicen campañas
contra la insensibilidad de nuestros tiempos!
¡Que se haga la guerra contra granadas
y fusiles que detonan en el alma!

…Y que reciba santa sepultura…




Devorando sentimientos

…y el sentimiento se devora a sí mismo para crecer,
para salir de la cápsula de hierro o de cristal,
y mostrarnos su existencia…

Tiene sangre coagulada en el hocico,
y derrama la esencia del naufrago ser
en los espacios,
algunos habitables, otros,
en los que somos maniquíes.

Insensible es el hombre que respira
sin sentir el viento sobre el mar.
Insensible es el hombre congregado
en ataúdes,
el sepultado en sociedades monstruosas,
el que habita en las cavernas
y usa fuego para calentar sus intereses.
Insensible es el decaído hombre-animal.

Insensibles somos todos.
Blasonamos muertes y desgracias
mientras niños juegan entre putas,
los alcohólicos desvisten a sus madres
y les arrancan el corazón.
Insensibles somos todos.
Los que hacemos gala en lugares miserables,
los que comemos dulces donde no existe el azúcar,
los que vemos ídolos en papel y proyecciones.

Insensibles somos todos, el poeta
y los que hablan del deber moral
en desgraciados,
los que juzgan gravedad
y succionan vida conforme a
ideales adquiridos.



Pero un día la carne se abrirá…
Entonces, viento-látigo-manchado
hervirá en nuestros ojos,
y aunque deseemos la ceguera permanente,
terminaremos siendo víctimas de terremotos
 y diluvios, …hasta ver en la hendidura el sentimiento.


Pulsaciones

Mi corazón…
Corazón devastado y vacio
Corazón terco mal herido
Mi corazón de dolor…
Corazón triste y amargo
Mi corazón que es llano
Corazón roto y astillado
Corazón esterilizado
Mi corazón de dolor…
Corazón frio
Corazón muerto
y reprimido
Mi corazón que siente
que esconde y persigue
Corazón seco…
Mi corazón ya no es mío…

Corazón… tu corazón asesino
Corazón que finge
que exige
Tu corazón de dolor
Corazón que mata
Tu corazón que viola
y maltrata
Tu corazón negro pestilente
Corazón inhumano y podrido
Tu corazón…
Corazón corrompido insensible
Corazón perverso carente de sangre
Tu corazón… corazón de fuego
Corazón de hielo y de nada.
Corazón que mata…
Tu corazón asesino…


Aborigen del hombre

Eres la quimera que habita
en el fango de los hombres,
un ser monstruoso
que se esconde
tras inocentes rostros,
pues hasta el ser más noble
tiene en claro tu presencia,
ocultándote en sus adentros,
y mientras tú gobiernas
los cuerpos desalmados,
el llanto de la gente
resuena en el silencio.

Eres la depravación
del ser humano,
la degeneración,
la debilidad.
Eres un tubérculo tóxico
de la vida,
generador de actos brutales,
progenitor de mezquindad.

Quimera mía,
quimera de todos,
dale a tu proveedor
un suspiro de coraje,
proporciona tus agallas
al sumiso,
al resignado,
a la víctima del ultraje
y al arruinado.

Sueños

Quisiera soñar eternamente,
y que mis sueños me lleven
lejos de éste lugar,
en el que hay que callar
cuando el corazón está gritando.

Me gustaría ser un sueño,
uno de esos que vuelan
por lugares inauditos,
me gustaría que el mundo
sueñe conmigo y que atravesemos raciocinios.
Que seamos celestiales bolas sustanciosas
y no sobrante cera derramada.

Seamos seres inalcanzables
por la grasa de las manos… 
Seamos nube,
Seamos fuego y llamarada.
Seamos humo en vasijas horadadas.
Seamos sueños radicales… libres soñadores.

¿Se imaginan un mundo de sueños?
Azotaríamos a la tristeza,
a la aparente felicidad que nos vacía
y que nos mantiene esclavos
de metalizadas accidentes de la vida.

…Y seguiríamos soñando
sin importar lo que suceda,
sin importar que fuera un sueño.

Odio

…Odiémonos tan siquiera un poco
para que el hombre de acero sea inexistente.
Odiémonos valientes al borde del abismo,
galopemos en praderas corrompidas.
Hagamos que del odio brote compañía.
Odiémonos desbordados como cangrejuelos agitados,
sumemos todas las tenazas en el cáncer de la arena.
Odiémonos para encontrar en lo grisáceo,
tempestad de sanguijuelas amorosas.


®Carlos Chávez 


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