lunes, 18 de enero de 2010

MARC FOLCH PRESENTA EN "CADA QUIEN SU BOCA" DE PALABRAS URGENTES (21 ENE 2010)

FLORIPONDIO, LA FLOR DE LOS MALES
Versión radiofónica


Suena spring allegro de Vivaldi.
El frío nos abandona,
el viento helado se aleja,
la nieve se funde
y las estufas guardan silencio.
El invierno,
terrible y despiadado,
se retira para dar paso
a la siempre bienvenida primavera.
La vida se renueva
tras la estación de la muerte.
El sol va imponiendo su reinado en el cielo.
Las hojas se reinstalan,
los colores vuelven tras sus vacaciones,
los pajaritos cantan
las nubes se levantan
que sí, que no,
que caiga un chaparrón.
Alegraos la primavera ha vuelto,
las hormonas vuelven a saltar
y a dar tremendas piruetas tras su cautiverio.
Regocijaos,
la primavera, ese renacimiento vital tras épocas más oscuras,
está aquí.

Sigue con la música hasta que pide al técnico que pare la música.

Cosas cómo estas son las que os hubiera dicho de haber mantenido mi antiguo empleo, me explico, éste consistía en hacer de icono representativo y entusiasta de la primavera.
Me voy a presentar: Soy el señor Floripondio, exicono primaveral, miembro fundador y único de un grupo combativo de flores cabreadas.

Las flores cabreadas estamos dispuestas a combatir todo tipo de ataque y vejación perpetrada contra cualquier flor. Nosotras estamos acosadas por los supuestos amantes de las flores que disfrutan con nuestra mutilación y muerte posterior.

Nos arrancan de nuestros lugares de origen, nos mezclan con cualquiera sin pedirnos la opinión, nos exponen como vulgares mercancías y lo mejor que nos puede pasar es que nos metan en un campo de concentración llamado maceta.

Y no, no nos dejamos engañar por esos que van de compasivos que nos meten en un vaso de agua lleno de aspirina. Lo único que quieren es alargar nuestra agonía.

Y dicen que se embriagan con nuestra belleza, dicen que les embelesa nuestro aroma. ¿Es que hay algo de extraordinario en nuestro olor? ¿Qué es eso tan extraordinario? ¿Qué? ¿Os gusta? ¡Estáis enfermos!

Conmemoraciones, aniversarios, felicitaciones, bodas, funerales, cumpleaños, un detallito, porqué sí…. ¡Es que no se puede celebrar nada sin destrozar unas inocentes vidas de algunas flores!

Pero hablemos del amor, que bonito es el amor, cuando llega, cuando está, es mágico ¿no? Pues no, el amor es una de las mayores excusas para justificar avalanchas de crímenes que se ciernen sobre nosotras. Y la imagen más horrible, la más terrorífica, la tenemos con el clásico enamorado que no las tiene todas. Ese ser que calma su confusión y sus dudas mediante una sistemática mutilación ritual. Acompañada de una más terrible, si cabe, monótona letanía, que en su conjunto haría así: (realizando un sonido de deshoje) me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere... Estos procedimientos macabros se pueden alargar eternamente hasta que el verdugo fanático se queda satisfecho.

También os puedo hablar de otra gente. De esos que se hacen pasar por defensores de la naturaleza, esos que dicen tener una sensibilidad especial con lo que contiene nuestro planeta. ¿Qué pasa? ¿Que las plantas no formamos parte del planeta? Putos vegetarianos. No a los animales que no se los toque, ni se te ocurra, que monos ellos… Pero de mientras nosotras y nuestras hermanas vegetales hemos de soportar esta asesina y depredadora discriminación. Las flores cabreadas nos solidarizamos especialmente con nuestros compañeros, tofú y algas. Que antes de su ejecución se ven sometidos a la degradación y cínica parodia de verse transformados en supuestas salchichas o hamburguesas.

Por todo esto y por mucho más, las flores cabreadas, exigimos:

• El cese inmediato de estos crímenes.
• La liberación de nuestras compañeras retenidas.
• Y el pago, inmediato, en concepto de daños y perjuicios en carácter retroactivo, de tres toneladas de abono.

Por favor pueden empezar a depositar y enviar sus contribuciones a la siguiente dirección: Palabras Urgentes, Radio Código DF, av. De la Paz 26 México DF.

Pausa.

Si alguien tiene algún tipo de dificultad, que esas cosas pasan, pueden recurrir a los laxantes, sirven para eso.

Pausa.

Gracias por su atención y colaboración.

¡Paz a cambio de mierda! ¡Viva las flores cabreadas!

Vuelve a sonar la música.

Marc Folch

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