lunes, 30 de julio de 2018

Hortensia Carrasco presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (30 de Julio 2018)




HORTENSIA CARRASCO


MARADOL
Detrás de un mezquite, espío a los que trabajan
Muerdo la cáscara del mango y brota un jugo apetecible
Lo bebo y los hombres ya se han quitado las camisas
Sus cuerpos se abandonan a la hierba
hurgan entre tallos, ramas y hojas
Las papayas son la única sustancia femenina
Óvalos naranja resistiéndose al machete
Mayo trae lumbre en el aire
Y el campo se vuelve nidal de la lujuria
Yo no dejo de mirar
Hay alguno que suda y juega a hacer el amor en los papayos
Otros orinan anhelando encontrar el rastro de un orgasmo
Hay uno cuya boca guarda el escozor de la lascivia
Sabe que bajo mis telas
Una maradol se abrirá lechosa y gentil.


CULEBRAS
Me dijiste que al casarme
Me cuidara de los alicantes
Que llegarían cantando por la orilla del río para arrullarme.
El campo cesaría su alboroto de hierbas y gusanos.
Primero tratarían de mamar de la ubre de las vacas
después danzarían en los alrededores de mi casa
erguidas y hambrientas buscarían el calor de las cazuelas
la boca ansiosa de mi primera cría
con sigilo asaltarían mis pechos para alimentarse.
Lo que no dijiste es que en la noche de bodas
Mi hombre se convertiría en culebra
Que lamería mis senos como a dos biznagas dulces
Se enredaría en mi cuerpo casi hasta la asfixia
Que reptaría por mi sexo buscando el placer del agua fresca
Me transformaría árbol tendido en la rivera
Y él cincuate moreno de mil lenguas
silbaría con furia la canción de los orgasmos.


TLACHIQUE
Lo más probable
Es que los hombres ya hayan levantado la cosecha
Que las mujeres fueron a recolectar la flor de los magueyes.
La yunta descansa.
La hora de volver se junta con el mugido de los toros
Ningún pájaro se asoma y los árboles se han oscurecido.
Murmuraciones de huaraches anuncian la cercanía con la casa.
El adobe está tibio y en la mesa has dispuesto frijoles y ciruelas
Percibes el olor del asno que camina al lado del que viene
Sabes que tu amado llegará con las manos ampulosas pero fuertes.
Que traerá en los ojos el color de la labranza
Y en el pecho el cenzontle rojo que a tu cuerpo enciende.
Cubres tu desnudez con el rebozo que usas en las fiestas
Te hincas en el petate que has cubierto con sarapes
Así el hombre te mira y te descubre
Se desnuda, se tiende y se prepara a lo que tú dispongas:
Te vuelves maguey de hojas amables y macizas
una bandada de picaflores los rodea.
Él prepara el tlachique y suavemente lo remoja.
En el campo llovizna y en cada choza hay un fogón que espera.
En la tuya pajaritos beben aguamiel
Mientras un hombre ebrio los observa.

ORGÍA DE ALEBRIJES
Quiero ir a tu monte
Cuando esté en la cima
Arrodillarme y besar la alegría del musgo
Después encaramarme y contemplar la llanura
Mirar el pozo que resguardas justo al centro
Preparar mi caballo y cabalgar guiada por los violines de la fiesta
Asomarme y distinguir ahí en el fondo
Alebrijes que bailan con los sexos alzados
Liebres-dragón masticando cazahuates
Coyotas con alas endulzando vulvas con aguamiel y piloncillo
Culebras llorando por que las han mordido las violetas
Pájaros-lagarto copulando con ciervas y sirenas
Flores lechosas demostrando su abundancia.
El sol echado en las alcobas atestiguará el banquete
Justo al retirarse y atisbar tras la montaña
Estallará el color de todas las especies.


PARVADA
He amaestrado a los cuervos
Los he alimentado y les canto cada mañana cerca de la milpa.
Ellos graznan y tiemblan su negror
Plumarean y saben que como cada día
A la orilla del río colgaré mis vestidos entre los cañaverales
Destrenzaré mi pelo que suave cubrirá mi espalda.
Emprenderán el vuelo y sin tardanza regresarán
En silencio por el bocado entre sus picos.
El agua encenderá mi cuerpo
Un astro espía palpará en mi pecho.
La parvada se habrá marchado.
Estoy a solas con un puñado de ojo

EL GRAN JUEGO
Una parvada de mirlos alborota mi entrepierna
te arrancas un ojo y lo haces recorrer mi cuerpo
Vamos hacia el campo y llevas en una mano la mía y en la otra ese ojo
Siento una mirada debajo de mi falda y simulo vergüenza
Porque sé que descubrirás el agua tibia que te espera.
Este es un gran juego.
Me pedirás que mire el crepúsculo desnuda y de bruces
Y te pondrás a dibujar sobre nalgas la furia del mar
Hasta que la espuma de las olas inunde mi barca.
Soltarás el ojo y dejarás que nos observé
Que llore de vernos naufragando entre pieles
Le arrojarás hierba y todo el ruido de tu pecho.
Este es un gran juego.
Nos levantaremos y seguiremos el correr de las nubes
Mis ropas serán estandartes soltados al viento
Nos alejaremos y sólo por un instante apretarás el puño
Y no te atreverás a dar un paso de regreso.
Sé que mañana volverás por tu ojo
Para ver de nuevo lo que pasó ayer en el campo.

®Hortrensia Carrasco


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