lunes, 9 de junio de 2014

Arturo Sodoma en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes (9 Junio 2014)


ARTURO SODOMA



Preguntas
Pregúntale a las hojas por qué las nubes olean cuando caen los párpados de los árboles, por qué las manos tiemblan cuando tocan tus lágrimas y dentro de mí llueve abril con sus ocasos indiferentes sobre los parques; pregúntale a mis llagas  por qué el humo se pasea por debajo de nuestros rencores  y brota como barco de papel en el aire y sólo te tengo a ti, con tus labios de flor que envejecen, con tus ojos de agua y tierra, con tu lentitud para ver la luna en el sueño de las hadas ciegas.
Pregúntale a Dios por qué con el tiempo nos vamos entristeciendo con arrullos de soledades de puertas ajenas, con charcos que no reflejan nuestros rostros tiesos de lodo y frío.
Cuando lleguen las albas silenciosas y de la tierra no florezca nada más que perfume de piedras abandonadas, pregúntale a mis huesos por qué en día lluviosos hueles mi nombre.

Fría
Fría: como el infierno en los ojos de los seres divinos.
Fría: como el color de la sangre de las aves cuando sus nidos caen en la tempestad del cielo.
Fría: con ojos enormes y dolientes, negros como la sombra de los parques que duermen.
Fría de amor y fría de miedo, de soledad de mí, y de mi olvido.
Fría: como la blanca desnudez de la nieve, como las estatuas de los santos colapsadas mirando el infinito.
Puedo decir que la amo, pero ella es fría: como la muerte.


  
Ausencia de ti
Una sonrisa como la tuya de aguafría,
unos hombros como los tuyos de aguatierra,
unos ojos como los tuyos de verdeagua.

Así de sencillo para saber tu nombre,
así de sencillo sopla el viento de la noche,
así para deletrear tu espalda con mi mano
y así conocer el enigma de tu piel.

Me hace falta tu cuerpo de ausenteluna,
me hace falta tu boca de lunatibia,
falta me hace tocarte con voz de lunallena.

Y construyamos el oleaje de los mares
y escuchemos a las nubes en el cielo
para nunca a solas tener que decir
lunafría, almatierra, ojitriste, aguallena, tibiapiel.

Sobre la voluntad
Voluntario de los tulipanes monocromáticos,
de las espigas de trigo,
del llanto de los enfermos,
de las sonrisas de los perros rabiosos.

Voluntariamente he elegido el camino sordo,
la callada boca de mujeres eclesiásticas
y las patadas de elefantas en brama.

Voluntario de todo,
de las vacunas antiestrés,
de los cielos hermafroditas,
del fomento a la lectura religiosa,
de los miércoles de plaza,
de las hormigas que se alimentan de sus hijos,
de los hijos de las hormigas que alimentan a sus madres,
de la noche que llora canciones de amor,
del amor que llora en la noche.

Lo único que no permite mi voluntad
es el silencio de los pasos cuando te alejas de mi vista.
Voluntario de todo, menos de tu partida.



Manos

Tengo las manos
tristes y vacías.

Intento reposar el dolor de mi alma
en la sombra de su cabello.

Quisiera besarla en minúsculas porciones
de agua cristalina.

A lo lejos un niño muerto
la mira.

Tengo las manos
tristes y vacías.



Poema para una mujer que no habla

Eres hermosa como el humo de los barcos que cruzan el pacífico
como la vértebra de la esquina rota
al igual que la canción nunca cantada
o la oración de los mudos
así de hermosa eres

Hermosa
abril que llueve y no deja de florecer charcos
caída y callada

Afonía que termina al llegar al infinito
Complejidad del perfume transparente

Liadísima cabellera
mar destierro
Hermosa y desnuda ante la pupila porosa del concreto
hermosa y constelada pincel de trazo firme
hermosa y fugaz trino de avión solitario

Hermosa
Con ojos que quieren decir algo
Y se quedan quietos
Como reloj en letargo
Como sinfónica en silencio

Hermosa y callada
Callada y caída
Como el mutismo de la nieve


Aviso oportuno
Se busca musa:
Esquizofrénica                   anoréxica                  bulímica                  mitómana
Congresista
o alquimista

Con voz rocosa
o de piso pulido

Ojos grandes
o con ojeras de pozo petrolero

De infinito pestañeo
o con párpados de ventanabierta

Con corazón de almanaque mundial y grandes nalgas y senos profundos
(de preferencia con pezones de estrella polar)

Obsesiva                  maniaca                   incoherente                      infrarrealista                                    ultraísta                   surrealista estridentista                                    dadaísta

Empacadora de carnes frías
o vendedora de cosméticos (da igual)
Con caries
o con sonrisa de pez globo
Excéntrica
o dogmática
Emprendedora con visión del futuro
o con un pasado incierto
Que maneje con gran maestría el colchón
Especialista en divagación extrema y en movimientos ondulantes

Que tenga auto
o bicicleta
o piano de ruedas y motor diesel
Que mida lo que mide una galaxia
Que llore hasta mojar el paradise club de los pordioseros
Que grite como lo hacen las estrellas
Minimalista
o barroca empobrecida

Se busca urgentemente musa
Amante de los parques solitarios
Que consuma whisky de segunda mano
Y se drogue con arponazos de melancolía dominguera

Contratación inmediata sin cartas de recomendación
y sin exámenes psicométricos

Lobas abstenerse de mandar currículum
Se pagará con metáforas que no son metáforas
y con palabras que llenan el infinito



Angustia
De qué sirve rasurarse sobre las heridas
acuchillarse con las colas de los zancudos
vivir de instantes prófugos y rectos
de qué sirve elegir al carnicero
al presidente o al sacerdote de la parroquia
de qué sirve  comer con postura de sicario
si esta puta angustia no deja  de atropellarme
no deja  de lamer la suela de los zapatos
de qué sirve comprar tickets  de primera fila para ver a Roger Waters
de reventar condones en el sexo de las arañas
de que putas sirve ahogarse en los escusados
abalanzarse contra las paredes como si ellas tuvieran la culpa
DE QUÉ SIRVE EL PIANO O LA CONSOLA DEL RECUERDO
EL JUGO DE CORAZÓN O EL SIMBOLISMO DE LAS TARDES
mañana me reventaré el alma con el molcajete
mañana caminaré con la nariz para reconocer el olor del polvo
mañana me volveré a preguntar:
 de qué sirven las afores  y las lapidas
los calcetines y los jalones de cocaína
de qué sirve
si cuando la angustia te toca
 la muy puta no te deja 

XX:
Recuerdas esos días en que los alcatraces del parque hundido entintaban tus pies y tú volabas sobre de ellos cual soberana mariposa vuela por su reino de locura y arrebato y yo estiraba mis brazos para acogerte como aquella manzana que ha caído del árbol y ha sido mordida por la serpiente pero menos por mi boca que desea ser un trozo más de tu alma.
XX, recuerdas la lluvia que transportabas en el cabello el día sábado en que los paraguas oxidados dejaron de funcionar, esa lluvia tocó superficialmente tu piel, hoy bajo el sol tembloroso de febrero, este sol que no se define frío ni oscuro, este sol que calcina pero no calienta, este pedazo de huevo duro, te pido ser esa lluvia constante que como flujo de río arriba te acaricie vello por vello hasta aprenderme el nombre de cada uno de tus poros y pronunciar con megáfono a tu oído, quiero cogerte hoy viernes , hoy en que los policías bancarios son cada vez más gordos y las secretarias de los diputados del PAN más putas, hoy que es el día en que procrearemos al nuevo mesías, al que vendrá a liberar a este mundo jodido de religiones y odio, hoy en que tus ojos son libélulas diabólicas en busca de un exorcismo.
XX déjame llevarte de la mano a ese sofá viejo y montémonos en él como si fuéramos relámpagos que cabalgan en la tormenta, un par de niños que juegan a formar quimeras.
Silencios que se encuentran con el eco y se repiten una y otra vez: El amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, hasta que desaparece y se escuche de nuevo el sudor que caerá como torre de nueva york después de un ataque terrorista.

Poquita fe

Si tuviera un navío llevaría tus ojos a pasear
A los rincones del universo donde flotan los espíritus
Que no tienen casa ni ombligo
 Si tuviera manos  tocaría el sol
Para sentir el calor
Y dártelo como golosina en la boca
 Si viviera en el lado sur de la calle
Ahí donde no se le permite entrar
A los indigentes ni a los humanos
Con el pecho zurcido
Recolectaría flores para que todos los martes
Tuvieras pétalos en tus vestidos
Pero vivo en el norte
En donde florecen muñecas
Sin cabeza
Sin corazón
 Si pudiera hablar te diría
El Cantar de los cantares
Mientras mis lágrimas
Caen al mar y lo convierten en vino
 Pero no tengo ni pies
Ni cabello ni píldoras para no tener pesadillas
Ni rincones abstemios de muerte
No tengo sombra para amparar tu cuerpo de las balas
Que caen del cielo como escupitajo de Dios
Ni agua para quitarles la sed a los perros que me siguen

Si tuviera una sonrisa estaría dispuesto
A clonarla para que todas tus mañanas
Recuerdes que un poquito de fe
Puede exorcizar al demonio
Que tenemos dentro



® Arturo Sodoma

No hay comentarios:

Publicar un comentario