lunes, 18 de marzo de 2013

Jimena Ramírez presenta en "Cada quien su boca" (18 de Marzo 2013) de Palabras Urgentes


JIMENA RAMÍREZ
ACA EL LINK DE LA ENTREVISTA CON LA AUTORA:



Kore
Nací con el canto del buitre
y el sexo recién confeccionado
Las horas ocultas bajo los poros de la piel
esperaban el momento en que las nombraría
por vez primera
El cordón umbilical fue ese cadáver
que me trajo a la vida

Ya no lo recuerdo
pero el primer sonido que desgarró mis tímpanos
fue el lamento de mi madre  
ese bramido lejano que ella escondió en su vientre
junto con otros secretos

Nací añorando el silencio que lo precedió
el que ignora el ruido de las horas
o el sonido de cada paso sobre la hojarasca
Crecí con las cenizas del mundo
bordadas a mis vestidos
aguardando el regreso del buitre, su canto nocturno
la paz de los que no han nacido y me miran desde arriba  

Nicte
Dicen de la noche y su ceguera milenaria 

dicen que se mueve a tientas, medio viva
con el peso de los astros sobre la espalda 
La luz del día contenida en otro mundo
acariciando cielos más interesantes que el nuestro   

Dicen de esa soledad que se detiene a descansar en nuestros huesos cada noche  la que nos lastima con su cercanía Y dicen de nuestros cuerpos   de su belleza fugaz  y su quietud de muerto cuando llega la noche  no son más que astros a punto de consumirse, dicen  pétalos de cempasúchil  adornando esta tumba de fantasmas que es el mundo  




Onceavo mandamiento 


No te harás dioses falsos
no tejerás con tus cabellos
un Dios a tu imagen y semejanza
Maldita seas si lo bautizas con cualquier nombre
le pintas ojos de serpiente
lengua de juglar
o un sexo tan despierto como el tuyo

Perderás esas ganas de fabricar constelaciones rechazarás el mundo que hace pactos con la noche  así tengas que morder tu lengua mil y un veces  Incendia todos los barcos que busquen la salida  quema tu poesía mastica toda tu poesía No le rezarás a un Dios enamorado Sostén con fuerza la pala entre tus manos   haz que la tierra grite con su roce  excávale una tumba a todas tus plegarias a los poemas que nunca escribiste llóralos  después corona los cadáveres  con silencio

No te harás dioses falsos

No aceptarás una caricia más gentil
que la de aquel fantasma 
que se emborracha cada noche
para soñarte
Así sea




I
Tanto tiempo de haber atravesado la resequedad del cielo

de ser vagabundos desprendidos de sus constelaciones 
Nuestros pasos estaban hechos de maleza 
y al reloj aún le quedaban muchos ciclos por recorrer
Poco importaba la anchura de los mundos
o ese silencio que engangrena los labios 
Importaba que cada noche saliéramos a buscarnos 
entre los encajes de las galaxias 
por carreteras que sólo respiran de noche
¿te acuerdas?

La piel aún no se caía en pedazos

y revoloteábamos con los pulmones llenos de aire
seguros de que el mar se abriría en cualquier momento

Llegó el día en que las palabras se amontonaron en el pecho ardieron, como una parvada de pájaros cegada por el sol  Te permití impregnarlas en mi cuerpo que fabricaras con ellas un sistema solar semejante al que Dios tiene tatuado en la espalda  y no sentí vergüenza

La fortuna era animal nocturno

incrustaba sus escamas en el cuerpo, besaba tus tobillos
nos vio crecer bajo el ritmo del zodiaco 
envejecer por todos los inviernos 
ser el silencio crujiendo bajo la piel del orgasmo
mis ganas de nacer sin nombre


Hoy el mar es un invento

el mundo un anciano con las piernas amputadas
las galaxias viven marchitas  
y sólo queda la memoria 
el recuerdo de Picis encadenado a la Vía Láctea
tan sólo la noche que cose su sombra a una pared desnuda 
el sonido de nuestros huesos 
respirando bajo la tierra






Elegía para los vivos

I
Hoy quiero llorar a todos mis vivos
sus pasos encendidos
la piel tan triste como una hoja seca
Se hace tarde
y yo quisiera componerles algo antes de irme
un lamento hondo 
semejante al que el mar le ofrenda a sus naufragios
después de la tormenta…

II
Despertar de tu sueño con la piel aún reseca
cuarteada como la superficie de esta tierra
Voltear y encontrarte con la mirada del cielo
pura y sin rastros de llanto
preguntarle por qué te ha vuelto a rechazar
y prefiere la compañía de quienes ya llamó

Saberte orquídea entre un montón de formas disecadas
la única sibila consciente de que el futuro es esa elegía
que jamás se escribirá
Pensar en ellos
sentir el aroma de la tinta en cada poro
dejar que las palabras surjan como una sinfonía

Cubrir tu lengua con un aroma a mausoleo
y así obligarte a pensar en ellos
saber que no cuentas con mucho tiempo para recordarlos
para hablar de la lluvia  cuando cubría sus labios
de los aullidos que enterraron en el jardín 
o el murmullo de sus cuerpos inertes
para pintar sus rostros sobre tu piel 
y ser un nuevo lienzo que los contenga

Después
volver a tu sueño
con la esperanza de que esta vez no te suelte
esperar el momento en que el cielo te llame
y por fin seas una de sus lágrimas
de que te extrañe
tanto como los extrañas a ellos


 ®Jimena Ramírez



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