jueves, 10 de mayo de 2012

Rubensky presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes: (10 de mayo 2012)





RUBENSKY


ANIMAL DE FUEGO NOCTURNO*

El animal deambula por el circo
En la visión del paraíso donde escapó
Ronronea maúlla
Su grito es casi humano.

Los animales emergen de los astros
Y en las carpas donde el precipicio es el hambre
El animal por encima de las llamas avanza
Y un olor orgásmico se transmite de boca a boca
―el demonio lo besa detrás del telón negro y le gusta—
¡Animal! ¡Ya no sientes tus garras!
¡Ya no busques tus reflejos!
¡Te los arrancó el relámpago de la noche!
¡De ésta oculta noche en blasfemia borracha!
¡Del círculo volátil en los vasos de las hienas!

En las jaulas nacen lanzas eléctricas
perforan tus ojos y revientas
¡Animal! ¡Ya no encuentras tus voces!
Llegan la antigua saña  el sueño y la muerte
y con su hechizo te vuelven animal de fuego nocturno
¡No puedes! ¡No!
¡Animal! ¡Estamos aniquilados!
Vamos arrancando largas flemas de nuestros latidos
huecos
y arpìas sonrientes en torrentes de plata
nos ahogan en jardines de cilicio…

ARMANDA plácida sueña en óceanos de fantasmas
¡No la llames! ¡El cansancio es duro!
Sus cabellos evanescentes invoco
también invoco a las mujeres
de los laberintos
mientras mi boca es la cábala de su abdomen
y pasan discos cósmicos cruzando las ciudades
los vemos sin piel    sin nuestro destino
sin la gota que quedaba en el ojo
no queda nada –el cuerpo está desnutrido y polulan arácnidos–
risas y risas y baile mientras todo pasa y podamos        algún día
tener un manojo de cuerpos para amar…
Ríete animal de fuego nocturno
como los locos del manicomio que nos buscan para
arrastrarnos
Siéntate en una butaca sombría del circo
y abrázame   deja que tus ojos humeantes me evaporen
cicatricen mis llagas  mi desarmonía  mi muerte
Animal de fuego nocturno  tu boca es cachonda y cruel…
Ríete con los antiguos niños del sótano
que nunca han visto la luz y son felices
¡Eso! ¡Anda! ¡Desnúdate!
Realmente no estamos aquí
pero leemos el tiempo empapados de eternidad ¡Sí! ¡Es cierto!
No nos queda nada en los alrededores

ANIMAL DE FUEGO NOCTURNO
Mi único amor…


MÁQUINA INFERNAL*

Creadora de los demonios que recorren todo mi cuerpo,
y forman mis maldiciones arrogantes:
¡Bésame como en una película!
Déjame morir en medio de los que me quieren
o me quisieron,
déjame buscar las noches de mi verdadero yo, cuando no
   eras tú
lo que importaba,
cuando era yo quien clavaba los puñales en tu corazón,
cuando yo era y no tú.

Máquina infernal que vuelas custodiando tus dominios,
No nos persigas más ¡Danos tu vientre y tu amor!
Deja de sacarnos ésta pus que nos arde,
que nos duele.

Ama a esos niños que has violado y golpeado brutalmente,
que lloran colgados de tus navajas nocturnas,
ama a esas pobres mujeres que absorberás con el sudor
de tu vapor infinito hirviéndolas en ollas de la ciencia,
del arte, del aislamiento, del polvo…
Ama a los hombres que se lamentan en vez de cantar,
quienes se persiguen a sí mismos cortándose el cuello,
haciéndose un hoyo en su piel tatuada de ángeles y santos,
que no respiran, que se ahogan en ti…
Ama a los muchachos como tu servidor que se nos quiebra
   todo
Entre tanto infierno: el cráneo, la saliva, nuestro amor, la
   juventud,
¡Mi vida es un hermoso festín!
Me reencuentro con el sueño lunar.
Aguardaré en el bosque con esqueletos,
con tus gorilas corrompidos, tus serpientes, con esos
   terribles fuegos
que han pulverizado a miles de bestias, a miles de esclavos.
Aliméntate con mis bufidos y sóbame, escúpeme,
déjame llorar, morir con tu dolorosa sombra,
odio tanto mis gritos
para evitar que me mutiles.
Máquina infernal, mírate al espejo y tómate en serio:
   ¡Olvídame!


LA OBSCURIDAD ES LA REINA*

Oro arrastrado por calles
Oro llevado al campamento de la Reina
El bosque de espinas
descuartizando al buscador de oro

El oro es para la Reina
La obscuridad es la Reina
Ama el oro más que cualquier otra cosa
El oro es negro
El oro es obscuro como la piel de la pantera
El oro abre sus ojos a media noche y asesina







DESPRENDIMIENTO*

He roto las manecillas
Despeñado los horrores
Luz de dragones culmina
Beligerantes ciudades
En reliquias de amor

Bosques protegidos
Por espíritus guardianes
Abren la puerta al nuevo sol
A la luna en creciente marea
Elevando los cielos de la noche



HOTEL SANDBERGER*

Mi habitación
No está sola. El fantasma de una mujer
Se hace presente por las noches.
Soy luz en ti —me dice―.
En la obscuridad bebo el resto
De la botella de vino y lío un cigarrillo.
Recuerdo mi llegada a la ciudad. En el avión
Un musulmán se sentó a mi lado. Me sonrió.
Yo dibujaba, poseído, cabezas de dragón,
Absorto en sus líneas misteriosas.

El humo danza en la habitación,
Y la mujer fantasma me observa:
Su vestido largo y blanco ondea,
Casi lo tocan mis dedos eléctricos.



COFFEE SHOP AMSTERDAM

Miradas encendidas.
Rostros africanos
Bajo las farolas humenantes.
Luces rojas en mis colmillos
De amante silencioso.

Serpientes en mis manos
Se extienden a los brazos de las estrellas,
Experiencia de los dioses.
Las máscaras de las paredes sonríen,
Me observan los retratos.

Todo se distorsiona:
Delirios se diseminan
En la claridad de las visiones.
Se expande la percepción,
Giran las puertas.
Chispas de fuego en mis manos.



LOS GIRASOLES

Han sido pisados
Por la muerte.
Se dispersan
A lo largo de la calle
Arrastrados por el viento.
Se escurren. Esperan nada.
Lloran y derraman pus amarilla.
Raspa el asfalto
Sus tallos vencidos.
Nada sueñan. Nada miran.
Silencio cubre su cementerio
Abierto. Cerrado cielo.
Gotas de sangre emergen
Por el abismo agitado.
Se desangran.
Caen por la sucia coladera.
Han muerto. Suicidio.
Esperaban al sol
Que los guiara a través
De la noche.




INSTANTES

Abro la cortina.
Sintonizo en la radio a Beethoven.
El sol incendia mi fuego
Detrás de los laberintos de las ventanas.
No puedo recordar a nadie.
Cierro los ojos. En instantes, me voy lejos.

Estoy en una estación de tren.
En París.
Día nublado. Frío.
Con un cigarro en mis labios aguardo
La llegada de los vagones.
Se escuchan a la distancia, se acercan,
Sin embargo, la locomotora
Al entrar a la estación se congeló.
Mi cigarrillo no se consume a cada bocanada,
Y el reloj del andén no mueve
Sus  manecillas.

Sobresaltado desperté,
Y frente a mí brillaban estás líneas.
Sin dudarlo, arrojé con violencia la pluma por la ventana.
Apagué la radio, di un trago de vino, 
Y cerré la cortina.



NUEVA MAÑANA*

Fumo al amanecer.
No hay prisa.
Fueron ocho días en Amsterdam.
La energía
Se arremolina a mis costados,
Vibraciones cósmicas en mis arterias.
Agitado viento,
Recuerdos y lágrimas de Vincent,
Tulipanes de tu memoria, Rubi.



  

AL INTERIOR*

Tu voz me transmuta en luciérnaga:
Viento es el latido silencioso de tus besos.


SONATA DE LA DESNUDEZ*

Me ensombrezco
En la desnudez de cometas y dunas,
Me deshueso
En la calavera de la tumba.
Me desahucio
En los cuernos de plata del cielo.

Es la risa
Quien me lleva a la sombra,
Al rincón de aluminio donde relampagueo,
Sudo, galopo, y fluye mi lengua,
Mis demonios se ensucian de sangre y oro,
Se incendian en la llama violeta de mi ojo.
Y se vuelven la luz de las entrañas,
Sima de mis miserias,
La voz de la belleza
Dándome la valentía
Inherente a mi alma;
El mago contempla al demonio,
Y sólo ríe.




®Rubensky

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