jueves, 21 de julio de 2011

Gloria Saldivar presenta en Cada quien su boca de Palabras Urgentes: (21 de julio 2011)

Gloria Saldivar

FUSIL
Una menos cuarto nadie entiende mi decir
Creí que mi extrañeza de palabras confortaría al silencio
-Calladita te ves más bonita-
Decía mi madreabuelamigatía mientras peinaba los cabellos de la niña desobediente que una mañana de diciembre se le escapó del huacal y fue saltando por el campo renombrando cada flor.
-Una de esas flores se llamó “Sigilo”-
Sigiloso me tienes en tus manos y me lees lo mismo que a un libro
Aún perdura la fragancia del exilio
Y las letras que me conforman rebasan el margen del cuaderno
Cada vértice desemboca en un caleidoscopio
Azul
Magenta
Índigo
Turquesa
Celeste

Celestial confusión la mía cuando confío en un instinto
En el instante de un suspiro
Y el suspiro se dispersa en la llanura…

Deseo terminar este poema que no es poema sino remedo de versos salpicados y atorados en la garganta de un fusil.

Quizás mañana visite el Aqueronte a la una menos cuarto…

DESTIERROS

Retornemos a los jardines de esferas
Como bolas de fuego aprisionado
Ayúdame a recordar las notas
Del último allegro sofocado

Ayúdame a destilar el naufragio
De una barca en río salobre
Ayúdame a conciliar demonios
Que sucumben a los odres

Ayúdame a pulir rocas de estío
Deshojar madreselvas
Infusionar malvas y desterrar hiedras
Ayúdame a permanecer al filo de una hoja seca

Ayúdame, señor de ojos tristes
A desnombrar los cerezos
Ayúdanos a posar en los sauces
Una tarde eclipsada

Ayúdame, señor de ojos tristes
A significar la desahuciada alondra
A deshacer nidos de gaviotas
En esta boca endemoniada

Ayúdame, compañero de exilio
A sanar el ángel desterrado
Y levantemos esquirlas
Que se han clavado dádivas

Compañero atrapado en telaraña
Ayúdame a disfrazarme de seda
Y a descifrar tu careta
Para olvidar flores amargas.

¡Ayúdame, extranjero amigo!
¡Destilemos millares de uvas antes de ahogarnos en vino!

Ayúdanos a desnombrar los cerezos en esta tarde eclipsada…



ES LA TARDE TREMENTINA

Es la tarde trementina
Desangrada y tuerta
Espástica en su placer de flores
Con una cigarra atada a su silueta

Es la niña llorando en lodazales
Con el cabello vomitado de geranios
Y un escorpión saliendo de su boca
Al desdecir sonetos y nombrar presagios.

Es la llaga precipitada en el metal cuchillo
Que reitera la pesadumbre
De un suspiro solar
Y el resoplar incauto de las nubes

Es la tarde trementina
Desangrada al filo de una uña
Que a su vez desgarra margaritas
-Se rompe queratina- la niña llora uñas perdidas.

Es la tarde que esta niña con boca de arena
Afila su daga preferida
Y canta para seguir cosechando geranios
En campos de alacranes.




DECONSTRUCCIÓN TERAPEÚTICA

No acepto la bipartición tripartita
No acepto las máscaras descaradas
Que se parecen tanto a las mías.

No acepto la parálisis temporo-espacial
Esparcida en los canales de alta definición
Y en uno que otro compendio versilábico.

No integro la inconformidad del arcoíris
Con los días sin lluvia o la lluvia sin sol.

No integro la añoranza a la esperanza
O a la esmeralda que se asoma en la promesa
De una tarde de junio mirando diciembre.

No deseo crecer si mi estatura alcanza la estatua
Que mira sin ver los pétalos volátiles separados de una lágrima.


CONSTRUYO VERSOS

Construyo versos a manera de quimeras
Verso lluvia eternidad
Verso espejo inconsciente
Vertido en manos desconocidas
Ávidas de amistad con la hermenéutica

Construyo versos a manera de fantasmas
Pretendiendo ocultar grietas en la cara
Y asustar tótems en la memoria de la noche
Sin acertar rima cubierta de arena

Mientras disuelvo notas de té rojo
Agonía de porcelana se filtra en la boca
Ojalá también lograra disolverse el verso
Que nos unió un instante en febrero

Construyo versos en respuesta a la vida
Que plantó quimeras en mis prados
Verso lluvia eternidad los prados
Verso espejo inconsciente
Ávido de amistad con la locura…




FRONTERAS

Tengo los dedos infranqueables apaciguando un piano de asbesto
Quise dar un salto a la luna
Caí en tu cama
En el fantasma transitorio de la muerte
Donde ya no existe la comuna
Sólo un par de animales desmintiendo sus nombres

Y quedo ahí
Sofocada de silencios
Tu cuello sabe a piña
Mandarina entre mis piernas

La represión es un consuelo de tontos
Que sólo sirve para convencernos por un rato:
Si la luna es de queso, no debiera morir de hambre


Pero yo necesito tu espalda desnuda dirigida al sol...

Gloria Saldivar


No hay comentarios:

Publicar un comentario