jueves, 7 de abril de 2011

Carlos Cárdenas presenta en "Cada Quien su Boca" de PALABRAS URGENTES (7 de abril 2011)

Carlos Cárdenas

COMÚN

Soy un poeta común,

no tengo barba,

mi nombre no es exótico,

mi apellido es normal,

el pelo largo o corto me da igual,

odio la cerveza y el vino tinto,

no soy rico,

no amo la música clásica,

no soy comunista,

no entiendo a Neruda,

el amor y el sexo lo hago por separado,

la retórica me marea,

soy un simple poeta que se pierde en las sombras de este mundo…



MUJER ARENA

(EL VUELO DE LA LIBÉLULA)

Mujer arena,

mujer de tiempo,

un reloj de arena

dibuja tu silueta.

Mujer arena,

mujer de tierra,

creces y me envuelves

con promesas y deseos,

mujer,

el tiempo transcurre

lentamente en tu vientre,

mes a mes.

Mujer,

andas por el mundo segura de ti,

segura de que es tuyo,

el tiempo fluye al compas de tus caderas,

vas y vienes de mi mundo

al que has conquistado con una sonrisa.

Miro tu cuerpo

sutil y elegante,

como el vuelo de una libélula,

miro los rayos dibujados en tu vientre,

eso te hace más mortal que la puta de la pasarela,

te hace amorosa,

te hace real.

Te revuelves con mis poemas

mi paciencia y locura,

mujer arena,

te escurres entre mis dedos,

antes de que pueda decir siquiera adiós.

Mujer arena,

mujer al fin y al cabo,

mujer solamente,

mi mujer.

Es tuyo el fuego y la sed,

entras y sales del infierno

como de mi corazón.

Hoy lloro un poco,

pero seré fuerte ante ti,

y me excusaré diciendo:

- es que me entró un poquito de ti en los ojos…-

AVISO OPORTUNO

Se busca una mujer, una dama,

una amiga, un amor.

Se busca una dama torera,

no una dama de sociedad.

Se busca una mujer,

que viva conmigo,

no para mí ni por mí.

Yo,

deseo una dama,

una amiga,

una compañera,

una mujer…

Alguien que ame y se ame,

que no juzgue mis locuras,

que camine a mi lado jamás tras de mi.

Se busca alguien para compartir,

no para llenar vacios,

no para atar,

busco una mujer no una propiedad.

Busco sólo una mujer con quien amar…


CORAZÓN DE CEBOLLA

Naci vencido, lo sé,

pero no me rendiré,

tengo que llegar a tu corazón.

Niñita corazón de cebolla,

me hace llorar tu indiferencia,

¿por qué no me quieres?

Lamo tus heridas

y se me escalda la lengua,

y vos ni las gracias me das.

No soporto ver que te lastimen,

y noto que a tu corazón se le caen un par de capitas.

No me llores que me vas a hacer reír,

duerme conmigo

que quiero olvidarme de ti.

Dime en que estoy mal

y juro que lo hare peor.

Quiero enseñarte a soñar,

tu corazón de cebolla ya no me hace llorar,

dime que te duele y entonces pegare la vuelta.

Mi corazón es mortal y desatinado,

rojo y sin complejos,

déjame llegar al tuyo

para que me diga porque eres así.

Tu corazón bebe mis lágrimas,

y luce tan radiante,

debo dejar de desearte

y quererme un poquito más.

Muchos con el tiempo aprenden a mentir mejor,

pero yo he aprendido a ya no mentir,

dime corazoncito de cebolla

por qué debería llorarte.

Eres mi corazón de cebolla,

ese pequeño bulbo me tiene enfermo,

loca, loquita mía,

qué puedo hacer para sacarte del cajón de mis legumbres.

Sé que podría dejarte si quisiera,

por una mujer piel de durazno,

senos de melón,

sexo de kiwi,

labios de fresa,

pero creo que me quedare con vos,

mi pequeñita corazón de cebolla .


HOMBRE

VII

Para qué tantos recuerdos,

tan desesperado estoy que rezo,

no hay salida, (habrá que hacer una).

Quiso libertad, espacio para crecer,

y le di mi mundo,

pues quien soy para cortar sus alas.

Era libertinaje lo que anhelaba,

y me duele tanto verla

en ese torbellino de autodestrucción,

dando tumbos de aquí a allá.

Yo no soy quien para salvarte,

pero te perdono,

aunque no entienda aún por qué tuviste que matar.

Tu vientre no florece,

se marchita,

allá donde esté nuestro hijo

seguro está rezando por vos.

Me hiciste un hombre mejor,

te lo agradezco,

pero esta es mi libertad,

este es mi luto, mi duelo.

Perdí un hijo y a la mujer que me enamoró,

(pues no queda rastro alguno de la que fuiste).

Este adiós, lo sello con lágrimas y dolor,

jamás sentir ese es el remedio para el tormento…

Carlos Cárdenas

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