Xicoténcatl Servín
Sabiduría de las aves
Al poeta y al sabio todas las cosas se
le acercan amistosamente
Y quedan consagradas. Todas las vivencias son útiles,
Todos los días sagrados, todos los
hombres, divinos.
EMERSON.
1
Si desperté
de un largo letargo
Si caminé
sin prisa por la cresta de los mares
Si conocí
lo ligero del futuro y dejé enterrada la pesada carga del pasado.
Fue
porque escuché el canto y sabiduría de las aves;
Bienaventurados
son los hombres solitarios que caminan por senderos en mal tiempo.
2
Si alguna
vez salieron lentas palabras mudas de mi boca.
Si alguna
vez soplé poesía dispuesta a lanzar proféticas centellas.
Si alguna
vez descansé como la hierba en invierno sobre la tumba de viejos dioses en los
templos olvidados.
Es porque
aprendí a amar el cielo y la eternidad ¡Ho amada eternidad!
3
Si alguna
vez cayó sobre mis pies la angustia de cantores taciturnos y celestiales.
Si alguna
vez en el juego azaroso de la vida, vi caer mis dados, y bailé en lugar de temblar,
bailé sobre el tablero divino de la tierra, bailé al coro de luciérnagas.
Si alguna
vez me ahogué sobre ríos de sangre, y fui pez y fui dragón.
Fueron de
mis alas rotas y mi alma oxidada de donde aprendí los pasos para caer y volar,
¡levantarme y volar!
4
Si alguna
vez perdí sobre la arena las especias mezcladas de las cosas.
Si bebí
la espuma del mar para encontrarme.
Si yo
mismo soy un grano de arena, de aquel mar que une lo bueno y lo malo y procrea
la eternidad. ¡Ho Mar eterno que creaste vida, galaxias e infinito!
5
Si amo el
mar tanto como amo la muerte.
Si amo el
mar tanto como amo el horizonte.
Si amo la
fuerza del mar tanto como amo lo desconocido.
Es porque
en mi amor hay un amor navegante que descubre costas olvidadas y navega
despacio como un poema encerrado en una botella de vidrio.
6
Si mis
pasos son pausados y mi virtud la de un bailarín sin piernas.
Si mi
maldad reside en la bienaventuranza de los lirios y los sauces.
Si mi
risa está cargada de ironía.
Es porque
mi cuerpo ligero proviene del espíritu pájaro, de lo nupcial de la luz y las
sombras.
7
Si alguna
vez emprendí el vuelo silencioso hacia cielos propios.
Si
volando con alas rotas sobre mí, descubrí la libertad y sabiduría de las aves;
¡Volá!
¡Lánzate sin temor hacia delante!
¡Volá!
¡Lánzate en derredor sobre tus cielos!
¡Canta!
¡No sigas hablando!
¡Canta!
¡No hables más!
¡Canta!
Vestigios
Hace tiempo que no me enfrentaba conmigo mismo.
Y el espejo
Y la noche
Estuve esperando Naufragios
Olvidos vestidos de alegrías.
Me tomé mi tiempo para explicarme
Que ya te habías ido
En noches como ésta no se alcanzan las estrellas
Y se siente uno como perdido.
Se encuentran serpientes en las palabras
Insectos en la cama.
Se atraviesan desiertos inalcanzables.
En noches como ésta
La luna está entera
Y nuestras almas vacías.
En noches como ésta
La luna está llena
Llena de las promesas
de los locos
Que juegan a amarse,
Que se inventan escusas para no estar solos.
Estos dos locos, como entonces;
No volverán a inventarse escusas
Estarán perdidos, ausentes,
Enterrados, sofocados,
No volverán a ser lo mismo.
En noches como ésta
Estaremos escondidos en metáforas
Tocándonos en versos,
Jamás presentes,
Jamás mi nombre junto al tuyo.
SEGUNDO
BLOQUE
Flor en el desierto
Como si
fueras palabra silenciosa
O mi flor
en el desierto
Es tu
mirada cautelosa
Es
siempre tu corazón abierto.
Campanas
rojas y días presurosos
La noche
se me escapa de las manos
Gota en
el vacío de tus brazos
Grises en
el lienzo y en mis ojos.
No me
importa que mi recuerdo se te vaya día tras día
Ni que se
te olvide por dónde camino
Siempre
tendrás prisa
Y yo seré
tu calma.
Si se te
llegase a olvidar de dónde vengo
Siempre
tendrás un camino
Y será mi
espalda.
Si es que
un día sientes que no vez nada
No te
preocupes
Pues yo
también estuve ciego.
No te
espantes
Si un día
te quedas sin sombra
Sólo
recuerda bien dónde dejaste tu alma;
Está
conmigo,
Estoy
contigo.
No me
llames cuando busques el cielo
Busca
bien en tus ojos
Y si
algún día
Te llegas
a sentir sola
Abre la poesía
Sal a la
ventana y;
Como si
fueras palabra silenciosa
O mi flor
en el desierto
Sumérgete
en los mares, temblorosa
Y
encontrarás mi corazón abierto.
Tengo una jaula vacía
En ese espacio vacío en la esquina de
la puerta
Cuelga y luce de adorno
El fin para lo que fue hecha ha sido
cambiado
No merece ni llamarse jaula, es más
como una pintura
Que encierra cierta estética
contemplativa.
La veo oxidarse tristemente
Por falta de uso
Entre sus pequeñas y numerosas rendijas
Se desfila el viento, burlón de no
quedar nunca encerrado
Triste jaula inservible, por entre su
triste encierro inexistente.
Tengo una jaula vacía
Y quise meter dentro un ave
De cualquier tipo y de cualquier color
Quise incluso preguntar a las aves
quien de ella merecía estar dentro
Pero ninguna me contestó.
Quise meter un ave, pero también no
quise matar un ave
Quise meter un ave, pero también no
quise encarcelar un ave
Quise meter un ave, pero no quise
cortar sus alas,
No quise cortar su vuelo.
Tengo una jaula vacía
Y quizá sólo sirva para encerrar el
tiempo
Quizá lo único que llegue a encerrar
Sean estas palabras mías.
Despedida
Me repito en silencio:
Lo mejor es que deje de escribir
Mientras sentado frente a mí
Un niño me mira con inalcanzable
tristeza.
Comienzan a caer algunas lágrimas del
cielo
Que inundan mi cabeza.
Lo mejor es que deje de escribir
Pues ni esto te traerá de vuelta.
Lo mejor es que andes por tu camino
¡Lo mejor es que deje de escribir!
La lluvia borrará tus pasos
Borrará mis manos de tu pecho.
Cada puerto que marqué sobre tu espalda
Se hará cenizas al contacto con el
suelo.
La hoja está húmeda y se desmorona
Juro que es la lluvia sin asueto.
La tarde pronto culminará
Y hoy le temo más que nunca a la noche.
Los faroles se comienzan a encender
(uno a uno)
Dentro de mí, se apaga tu imagen (poco
a poco)
Susurro tus últimas palabras sobre el
viento;
¡Lo mejor es que deje de escribir!
Ahora me levanto, no sé a dónde voy
Quizá lo más lejos de ti.
Camino, pero no paro de temblar.
Me repito en silencio:
Lo mejor es que deje de escribir
Mientras sentado, frente a mí
Un niño se despide dejando caer
lágrimas del cielo.
De sueños y adivinos
Amigo mío, en esto reside la obra del poeta:
Interpretar y tomar nota de sus sueños.
¡Creedme, la ilusión más verdadera del hombre se le revela
en el sueño!
Todas las artes de la creación y la poesía
No dicen más que la verdad
Profetizada por el sueño.
Del poeta
luterano Hans Sachs, en “Los maestros cantores de Núremberg”
Existen adivinos que programan sueños a
los hombres
Que cosechan frutos en la luna
Y danzan en la última noche celestial
(Frutos para los que sueñan y respiran
despacio)
Todos nos hemos vuelto eternos
Y somos sueños de los sueños que
soñaron niños en su juego onírico de canicas
Somos noche y viento alejándose por
ciénagas profundas.
Existen hombres demasiado cansados para
soñar,
Demasiado cansados incluso para morir
Aquellos permanecen despiertos, caminan
sobre cámaras mortuorias
Sobre mares secos y crepúsculos sin luz.
Pronto caeré dormido y velaré sobre el
abismo.
¡Escuchad mi sueño y ayudadme a
interpretarlo!
Me convertí en un vigilante nocturno
Guardián de ataúdes de cristal
Caminé sin piernas sobre la esfera de
la tierra
Respiré del alma polvorienta de la muerte.
No había sol ni luna, sólo una
esfera transparente que brillaba
como la claridad de medianoche.
Un silencio malicioso y asfixiante me
rodeaba (como un mal acompañante)
Subí por entre un sendero montañoso y
al llegar a la cima advertí sigilosas y lúgubres sombras sobre mí.
Eran adivinos que sembraban sueños y
cantaban en silencio
Dibujaban auroras sobre el cielo y
dormían en la eternidad.
Quise quedarme ahí por siempre
Quise dormir ahí por siempre,
Pero cuando descubrieron mi presencia,
tan pronto desperté.
Sin ataduras
Comparto mi impotencia con la necesidad
de crear
Árbol sin ataduras
Será que somos tan pesados
Y por eso no podemos volar.
Ya me cansé de la realidad,
De lo normal
Quiero ser anormal
Imaginario
Salir de vista
Del cuadro de la galería
Quiero querer saber comprender
Que puedo quedar marcado en las nubes.
Que no se abra el telón para
presentarme
Que tan sólo se abran sus conciencias,
No deseo ser académico
Para expresarme correctamente
¿Por qué no hacerlo incorrectamente?
¿Quién marcó esa decisión?
Yo deseo que mis manos sean alas
Y mis pies estrellas
Sólo quiero un pincel para marcar las
horas
Que la ortografía sea el suspiro de un
sapo,
No quiero ser de arte mayor
Ni de arte menor
Tan sólo ARTE,
Tentarte, hablarte, acariciarte, excitarte.
No quiero prosa ni rima
Yo quiero protestarme
Y rifarme
No quiero vivir, no,
Yo quiero vivirme,
No quiero escribirte,
Yo quiero escribirme
No quiero verbos, no,
Yo quiero hacerlos,
No quiero sustantivos,
Yo quiero suspiros,
No quiero que me entiendas,
Tan sólo quiero expresarme.
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