Carlos Cardenas
Enlace de la entrevista completa:
Vulgar
Se me
va la luz,
la fe,
la
sed,
se van
los miedos tras de ti.
Me
quedaran tus flores y destreza,
tus
risas y tus rizos,
y un
hueco en el pecho.
Nunca
encontré valor para atarte,
ni tú
el amor que buscabas.
Seremos
uno más en la vida del otro
seremos
una sonrisa y un día corriente,
como
un mal rato en el tráfico,
como
una tarde de lluvia o una noche de invierno,
así de
fugaz,
así de
ordinario,
así de
vulgar.
Amor…
El amor es tan fácil como respirar,
como besarte,
como soñar.
El amor vive en la risa de los niños,
en las alas de las aves,
en el corazón de los valientes.
El amor viene y va
como el día y la noche,
como el calor y el frío,
como los autos en la gran vía.
El amor es fuerte
como los brazos de papá
y el corazón de mamá.
El amor se burla de ti,
te enseña la lengua
y se echa a correr.
El amor odia a los poetas y los celos,
los embustes y los lunes.
El amor no cabe en una cajita
y en el cielo tampoco,
pero por ti lo hice entrar en esta hoja.
Dos
No somos más que dos animales heridos,
asustadizos,
huyendo del dolor
y las mentiras del ser humano.
Somos fuego viejo,
arropándonos en este invierno
que ya se instalo en nuestros corazones.
Somos aquellos y estos pretextos
que inventamos para no sentir,
para no jugar,
para no amar.
Somos la única maldición de Dios
y la última oración de Satanás,
somos el sueño más retorcido de Morfeo,
somos dos versos atrapados en algún libro.
Un hombre y una mujer,
dos almas destinadas al sufrimiento,
dos historias contadas a media voz,
tú y yo,
buscando amor en bestias sin corazón.
Dos heridas,
a las que les basta un beso,
para ser ya sólo recuerdo...
Tengo
que acabar
con
ese querer
que
te hace llorar…
José Alfredo
Jiménez
Que nadie te diga que mereces menos que nada,
que nadie maldiga tu presencia,
que se mueran los que te torturen con los
“hubiéramos”
o “si tan sólo”.
Que desaparezcan los complejos, las dudas,
los miedos,
que se iluminen tus vacios,
que resuenen mis palabras en tu corazón,
que ningún cabrón maldiga tus besos, tus
cuidados o tus silencios.
Que el amor sea tu única forma de vida,
que la vida te colme de pasión,
que mis demonios cuiden de ti.
Que tomes conciencia de tus luces y tus
sombras,
que todo el placer que desees te sea
concedido,
que dejes de ver a tu ternura como una
maldición.
Que mi alma te cobije en este invierno tan
cruel,
que encuentres la calma,
que sacies tu sed,
que el fuego sea tu esclavo
y las mareas te regalen su canción.
Que encuentres un hombre que te haga sentir
amor,
no un poeta mediocre que te lo escriba.
Que encuentres un buen hombre que te acompañe
en la vida,
pues no te mereces un patán en la cama y un
jodido poeta endulzándote el oído.
Te mereces algo mejor,
no es una opción tú debes ser feliz,
pues a mí me haría menos triste el saber que
atiendes mis palabras,
que no le hablo al silencio,
ni a alguien que no existe.
Este es tu momento, vuela,
vuela muy alto allá a donde nacen los sueños
vida mía…
Amantes
sobre el asfalto
Nadando en su inmundicia amantes rotos,
rotos por las ilusiones que
desilusionan,
y por aquellas promesas que las ha
arrastrado el viento.
Amantes jodidos y enfermizos,
azules y sangrientos,
tristes como la palabra amor
cuando se conjuga en pasado y en
recuerdos.
Hombre y mujeres,
y viceversa,
al contrario y a la contra,
desahuciados tirados sobre el asfalto,
el asfalto que arde en verano,
que quema el alma y es campo santo
para estos amantes desgarrados,
incompletos, incomprendidos,
ante los ojos de dios y de si mismos.
Incendios
Ardo como un leño en la chimenea,
como el fogón que calienta la cena,
me consumo como la hojarasca en la fogata,
me quemo en este juego insano de escribir.
Incendios que arrasan el alma y el pensamiento,
para dejar atrás los malos ratos,
quemar todo y salir de casa
para volver en invierno a rescatar recuerdos.
Incendios de mi vida que se llevaron
amantes, amigos, familia y poemas entre sus llamaradas,
incendios como mar,
incendios como aire,
incendios como arte.
La maldición de las flores
Un hombre sembró una rosa en sus manos,
una rosa hermosa,
de aroma dulce,
y un bellísimo color escarlata,
una rosa que aquel hombre sembró para su amor,
pero aquel amor se sintió tan poca cosa para semejante
regalo,
que la arranco de sus manos y la pisoteó,
la escupió,
y dejó a su amado desconsolado y triste.
El hombre vagó por el mundo,
algunos años en absoluta soledad
y encontró un nuevo amor,
esta vez miró a su amada,
y le preguntó -¿me amas?-
ella asintió con la cabeza,
y él sonrió y le susurro al oído
un poema tan hermoso,
que al correr de los versos,
estos se volvían margaritas,
margaritas con miles de pétalos,
que al deshojar nunca dijeron no,
brotaban las margaritas de sus labios,
y el horror de su amada invadió sus ojos,
y al sentir que no tenia palabras para su amado,
salió por la ventana,
sin más que una margarita enredada en el pelo.
Y así pasó sus días aquel varón,
solo y abandonado
regalando girasoles de sus ojos,
gerberas de sus pasos,
orquídeas de su corazón,
tulipanes desde su alma.
El Bosón de
Higgs
En la poesía caben todos los nombres y
blasfemias,
entran apretados todos los recuerdos y olvidos,
en la poesía se guardan miedos y sin-sabores,
la poesía es dócil y misteriosa como una mujer,
a veces tosca y sin tacto como el varón,
en la poesía caben mundos enteros,
pero lo único que no cabe en la poesía,
son las dudas.
entran apretados todos los recuerdos y olvidos,
en la poesía se guardan miedos y sin-sabores,
la poesía es dócil y misteriosa como una mujer,
a veces tosca y sin tacto como el varón,
en la poesía caben mundos enteros,
pero lo único que no cabe en la poesía,
son las dudas.
Escribe por convicción,
escribe porque sí,
porque es lo único que evita que pierdas la razón,
porque es tu única fe y tu única verdad,
las razones sobran siempre,
los pretextos se acaban pronto,
las personas se van y huyen tan deprisa,
sólo quedan tus porque para terminar el verso.
escribe porque sí,
porque es lo único que evita que pierdas la razón,
porque es tu única fe y tu única verdad,
las razones sobran siempre,
los pretextos se acaban pronto,
las personas se van y huyen tan deprisa,
sólo quedan tus porque para terminar el verso.
La poesía está más allá de los libros y la
facultad,
está en la piel de una mujer,
en los amaneceres de resaca,
y las noches de pasión desenfrenada.
está en la piel de una mujer,
en los amaneceres de resaca,
y las noches de pasión desenfrenada.
Te destroza y carcome el alma y la calma,
te ciega y controla cada ínfimo instante de tu vida,
e intentas huir y engañarte,
y te refugias en alcohol y tabaco,
en prostíbulos y libros con letras interminables,
pero es inútil escapar,
cualquier cosa que hagas la habrás nombrado ya sin querer,
y es en vano renegar ya de tu condición de POETA...
te ciega y controla cada ínfimo instante de tu vida,
e intentas huir y engañarte,
y te refugias en alcohol y tabaco,
en prostíbulos y libros con letras interminables,
pero es inútil escapar,
cualquier cosa que hagas la habrás nombrado ya sin querer,
y es en vano renegar ya de tu condición de POETA...
®Carlos Cárdenas
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