JIMENA RAMÍREZ
ACA EL LINK DE LA ENTREVISTA CON LA AUTORA:
Kore
Nací
con el canto del buitre
y el sexo recién confeccionado
Las horas ocultas bajo los poros de la piel
esperaban el momento en que las nombraría
por vez primera
El cordón umbilical fue ese cadáver
que me trajo a la vida
Ya no lo recuerdo
pero el primer sonido que desgarró mis tímpanos
fue el lamento de mi madre
ese bramido lejano que ella escondió en su vientre
junto con otros secretos
Nací añorando el silencio que lo precedió
el que ignora el ruido de las horas
o el sonido de cada paso sobre la hojarasca
Crecí con las cenizas del mundo
bordadas a mis vestidos
aguardando el regreso del buitre, su canto nocturno
la paz de los que no han nacido y me miran desde arriba
y el sexo recién confeccionado
Las horas ocultas bajo los poros de la piel
esperaban el momento en que las nombraría
por vez primera
El cordón umbilical fue ese cadáver
que me trajo a la vida
Ya no lo recuerdo
pero el primer sonido que desgarró mis tímpanos
fue el lamento de mi madre
ese bramido lejano que ella escondió en su vientre
junto con otros secretos
Nací añorando el silencio que lo precedió
el que ignora el ruido de las horas
o el sonido de cada paso sobre la hojarasca
Crecí con las cenizas del mundo
bordadas a mis vestidos
aguardando el regreso del buitre, su canto nocturno
la paz de los que no han nacido y me miran desde arriba
Nicte
Dicen
de la noche y su ceguera milenaria
dicen que se mueve a tientas, medio viva
con el peso de los astros sobre la espalda
La luz del día contenida en otro mundo
acariciando cielos más interesantes que el nuestro
Onceavo mandamiento
No te harás dioses
falsos
no tejerás con tus cabellos
un Dios a tu imagen y semejanza
Maldita seas si lo bautizas con cualquier nombre
le pintas ojos de serpiente
lengua de juglar
o un sexo tan despierto como el tuyo
No
te harás dioses falsos
No aceptarás una caricia más gentil
que la de aquel fantasma
que se emborracha cada noche
para soñarte
Así sea
I
Tanto
tiempo de haber atravesado la resequedad del cielo
de ser vagabundos desprendidos de sus constelaciones
Nuestros pasos estaban hechos de maleza
y al reloj aún le quedaban muchos ciclos por recorrer
Poco importaba la anchura de los mundos
o ese silencio que engangrena los labios
Importaba que cada noche saliéramos a buscarnos
entre los encajes de las galaxias
por carreteras que sólo respiran de noche
¿te acuerdas?
La
piel aún no se caía en pedazos
y revoloteábamos con los pulmones llenos de aire
seguros de que el mar se abriría en cualquier momento
La
fortuna era animal nocturno
incrustaba sus escamas en el cuerpo, besaba tus tobillos
nos vio crecer bajo el ritmo del zodiaco
envejecer por todos los inviernos
ser el silencio crujiendo bajo la piel del orgasmo
mis ganas de nacer sin nombre
Hoy
el mar es un invento
el mundo un anciano con las piernas amputadas
las galaxias viven marchitas
y sólo queda la memoria
el recuerdo de Picis encadenado a la Vía Láctea
tan sólo la noche que cose su sombra a una pared desnuda
el sonido de nuestros huesos
respirando bajo la tierra
Elegía para
los vivos
I
Hoy quiero llorar a todos mis vivos
sus pasos encendidos
la piel tan triste como una hoja seca
Se hace tarde
y yo quisiera componerles algo antes de irme
un lamento hondo
semejante al que el mar le ofrenda a sus naufragios
después de la tormenta…
II
Despertar de tu sueño con la piel aún reseca
cuarteada como la superficie de esta tierra
Voltear y encontrarte con la mirada del cielo
pura y sin rastros de llanto
preguntarle por qué te ha vuelto a rechazar
y prefiere la compañía de quienes ya llamó
Saberte orquídea entre un montón de formas disecadas
la única sibila consciente de que el futuro es esa elegía
que jamás se escribirá
Pensar en ellos
sentir el aroma de la tinta en cada poro
dejar que las palabras surjan como una sinfonía
Despertar de tu sueño con la piel aún reseca
cuarteada como la superficie de esta tierra
Voltear y encontrarte con la mirada del cielo
pura y sin rastros de llanto
preguntarle por qué te ha vuelto a rechazar
y prefiere la compañía de quienes ya llamó
Saberte orquídea entre un montón de formas disecadas
la única sibila consciente de que el futuro es esa elegía
que jamás se escribirá
Pensar en ellos
sentir el aroma de la tinta en cada poro
dejar que las palabras surjan como una sinfonía
Cubrir
tu lengua con un aroma a mausoleo
y así obligarte a pensar en ellos
saber que no cuentas con mucho tiempo para recordarlos
para hablar de la lluvia cuando cubría sus labios
de los aullidos que enterraron en el jardín
o el murmullo de sus cuerpos inertes
para pintar sus rostros sobre tu piel
y ser un nuevo lienzo que los contenga
Después
volver a tu sueño
con la esperanza de que esta vez no te suelte
esperar el momento en que el cielo te llame
y por fin seas una de sus lágrimas
de que te extrañe
tanto como los extrañas a ellos
y así obligarte a pensar en ellos
saber que no cuentas con mucho tiempo para recordarlos
para hablar de la lluvia cuando cubría sus labios
de los aullidos que enterraron en el jardín
o el murmullo de sus cuerpos inertes
para pintar sus rostros sobre tu piel
y ser un nuevo lienzo que los contenga
Después
volver a tu sueño
con la esperanza de que esta vez no te suelte
esperar el momento en que el cielo te llame
y por fin seas una de sus lágrimas
de que te extrañe
tanto como los extrañas a ellos
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