KALETRI MEDINA
TENGO HAMBRE.
Tengo hambre de ti y de tu cuerpo.
Tengo hambre de tus caricias de tus
palabras
y de tus gemidos en mi oído.
Tengo hambre de todas las
posiciones sexuales
que juntos inventamos y de todas
aquellas que renovamos.
Tengo hambre de tu aroma y de tus
miradas.
Tengo hambre de todas aquellas
sensaciones
que me llevaban al clímax mientras
me envolvía en tus brazos.
¡Maldita sea! Simplemente tengo
hambre,
ven y alimentame, dame de beber tus
besos
y permiteme volver a comer de tu cuerpo.
OLVIDE.
Olvide tu nombre, pero no tus
falsos besos.
Tus caricias vacías en mi cuerpo
dormían.
Tú, mi personaje erótico, en mis
escritos vivías.
Acariciando tu cuerpo entre mis
letras de poesía.
¿Irónico no? Tú quien más mentía es
de quien más escribo.
¿Sabes por qué? Porque olvide,
olvidarte.
De vez en cuando, el sexo te
cambiaba.
Bien podría describirte con un
bello monte de Venus.
O quizá un perfecto miembro erecto.
Olvide dejar de imaginar ese bello
cuerpo desnudo.
Responsable de tantas
autosatisafacciones sexuales.
Describí hermosos senos, en donde
muchas veces dormía.
He imaginé el perfecto pecho
masculino, que acariciaba de vez en cuando con uñas largas..
Succione tus labios y bese tu boca.
Siempre en tu mirada me perdía
Simplemente olvide dejar de
olvidarte y gozarte aun en esta tu ausencia....
LA AMANTE.
Yo soy la amante, aquella que tiene
prohibidas las llamadas a ciertas horas y ciertos días, la que no escribe
mensajes a menos que se los pidan.
Soy la amante, porque jamás me
duele la cabeza al momento en que comienzas a acariciarme.
Soy la amante no por los regalos o
las atenciones, más bien porque conmigo encuentras el cariño que una vez
tuviste en casa y lo dejaste perder.
Soy la amante, esa que no sólo está
lista y dispuesta a follarte, también está lista para atenderte cómo a un niño
mal criado.
Soy esa amante, a la que muchas
esposas le gritaran que aprenda a conseguirse alguien solo para mi, a la que
humillaran, a la que le dirán que no tiene suficiente autoestima, la que se
conforma con migajas y muchas cosas más.
Soy esa amante, que rompe de vez en
cuando las reglas y se llega a enamorar de un "jamás" la que se
conforma con unas horas nada más.
Y permitanme decirles qué está
amante también sufre, incluso más que la cónyuge, y sufre porque entrega todo
de sí, es incondicional, sufre porque cuando estoy entre sus brazos me acurruco
y deseo que no termine ese momento, pero después de un rato él se va y yo
regreso a mi soledad.
Así que, señoras, sus insultos no
me duelen, a mi lo que me duele es saber que me enamoré de un imposible, si, me
enamoré y estuve dispuesta a jugar algo cruel, porque se que al final de ese
juego, yo perderé y me quedaré sola.
Disculpe usted, pero soy esa amante
que de vez en cuando llora...
Aunque soy la amante que esta libre
para volar, para seguir y añorar un amor propio que quizá jamás llegara.
Sí, soy la amante.
.
®Kaletri Medina.
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