CARLOS NOYOLA
1. El D.F.ectuoso
Vialidad incontrolable
juguetitos detenidos
entre cacofonías y smog.
Paciencia. Bendita virtud.
Como un capricho del creador
cubre cada casa, cada esquina
reflejando los pecados cometidos
sobre la banqueta.
Internet robótico
se puede aprender
en semejante lugar
capital de la desorganización ordenada
¡chale! ─metonimia
de ¡órale!─
vivo aquí,
donde lo que buscas lo encuentras,
insultando a la gente.
2. Noperdón
Para mi padre
Perdón.
No es alegato suficiente
Para la exculpación del cargo
entonces, noperdón diré (espero
eso te complazca).
3. Los ignorantes
Con cada movimiento aparecen cardenales
producto de palabras mordaces mal
asestadas,
desenvainan las puntas de sus
consonantes afiladas
(ellos no son quienes los hacen, es su
ignorancia).
Sueltan los guantes del que cae al
cielo
convenciéndose de haber aupado su
sentencia
aprestan las granadas para hacer volar
a los sobrevivientes
vuelan, vuelan muy alto, casi junto a
los luceros de la mañana.
Calma en las aguas negras
los tsunamis surgen en la profundidad.
4. Historial
Voyerista descarado
profanador de las promesas hechas a sí
mismo.
Comentario errado
muy atrevido
muy largo
Para la próxima sólo lo necesario.
Minutos incómodos
pero ¿qué ha hecho mal?
decir “tierra trágame”
y no ser tragado.
Pasado latente
en cada vistazo alrededor.
Borrar el historial
como si eso fuera
a cambiar la
realidad.
SEGUNDO
BLOQUE
1. ¿Puede un respiro moverlo todo?
Hojas que tiemblan
vidas palpitantes.
Olas estrellándose
contra la más dura de las rocas
persistentes,
los minutos de la mañana
apresurando
el inicio de una nueva vida.
Suave movimiento
atracción animal
misteriosa sonrisa
sin saber que significa.
Recuerdos obsesivos
traicionan la cordura
desatan el delirio
aun siendo consciente
de que sucedería.
Lleno,
completamente
de vacío.
Gusto por lo mismo
el aire dice algo
una vez
triste historia
estremece el final.
2. El pájaro está ahí
El pájaro está ahí. De otro lado a uno,
regresa y va. Bate sus alas, resbala, se altera. Entre abre el pico como si
estuviera extenuado, gira para ver las posibilidades. El vidrio suena al
recibir el impacto, ¿acaso nadie se ha dado cuenta? Algunos voltean un
instante, pero retiran la mirada cuando se sienten descubiertos, ¿por qué a
nadie le importa la tragedia del pájaro?
Aquél pobre que parece gemir, me ve directamente a los ojos y suplica.
Me compadezco pero, ¿qué puedo hacer? Continúo y su imagen me llena el cuerpo:
golpe, gemido, respiración. Sigo con más fuerza, fuerza que me lo quite de la
cabeza, a él y a todos a los que quiero golpear.
Quiero salir. Me estrello y resbalo. Me
estrello y caigo.
3. ¿Para qué sirve quejarse?
Sirve para dos cosas:
para seguir la costumbre de
estar inconforme
desmembrar el producto
buscando la anomalía.
Para evitar aceptar
la comodidad y
cargar con la diferencia,
o si es incomodidad,
liberar la pesa
no a nosotros
dejárselo a otro.
¿De qué te quejas
filisteo, garrulo sin sueños?
−Pues…de eso.
Eso, criticón.
TERCER
BLOQUE
1.
Ojos de sapo
6:55
a.m. La alergia a madrugar les saca algunos mocos.
7:00
a.m. Sala de zombies.
7:20
a.m. Agradecimientos. ¡Parece que ahora sí les hizo el milagrito!
7:25
a.m. Decepción. Se sobresaltan con el portazo que da la Ojos de sapo al entrar.
Inicia
el martirio
toman
asiento,
no
despiertan sus sentidos
les
cuelgan pesas de 37 kilos
¡ayer
perdió la selección! Gritan al fondo
¿a
quién le importa?
Ojos de sapo sigue
con el choro, igual que un muñeco de cuerda
y
ellos rayan
líneas
contrapuestas
que
intentarán descifrar cuando oigan “burrolandia”
rascándose
la cabeza
y
cargando pesas de 103 kilos.
Voltean
a ver al salvador
calientan
la nalgas y vuelven a voltear,
Ojos de sapo no
se calla
ha
de ser un híbrido de perico y sapo
¿qué
dijo?
preguntan
y las repuestas llegan en otro idioma
dice
TAREA y 10 kilos son agregados.
Dispara
su lengua dedocraticamente
para
atrapar las neuronas en vuelo;
secreta
su líquido venenoso
por
un segundo todos alerta,
EXAMEN
resalta como una sentencia firmada
y
esto es ya suplicio.
Todos
se unen en una plegaria:
“Salvador
nuestro que estás pegado a los ladrillos
santificado
seas, acelérense tus mecanismos
hágase
nuestra voluntad a través de la tuya
danos
nuestros minutos de cada día
no
dejes que seamos tocados por sus ojos
y
líbranos de su legua. Amén”.
Les
hizo el favorcito
pueden
ir a la tienda o a echar la reta
antes
de irse a disfrutar el puente.
Hoy
ganó la selección
nos
merecemos un descanso
festejar
y, por qué no, a escondidas, una chela.
Pero
en la noche hay que poner la veladora
para
que nos haga el milagrito
mañana
con la Ojos de sapo.
2. Tupirse
Tupirse con alas, con ídolos
simples imaginaciones.
Sí, me dijeron, pero no me gusto el tono
respondí con ademanes y eché la
flojera.
Vagué por plazuelas
reabrí las cicatrices
me tupí.
3. Entierros
Cavar.
La pala contra la tierra
húmeda, compacta
luz mortecina.
Crujen las raíces al romperse
la tierra se adhiere a la pala
no quiere deshacerse.
La luz roza el jardín y se difumina
se pierde.
Hay que seguir cavando,
cerciorarse de que las dimensiones son
adecuadas.
Traerlo, desenvolverlo
ritual inquietante
de asesinos
Debió hacerlo Chikatilo
un hecho cotidiano.
Ayer ocupé la esquina
la semana pasada fue debajo del árbol
se acaba el espacio.
El pasto se muere
no se une al resto
¿qué es el resto?
Vida genera vida
sólo hay que esperar.
Se está volviendo costumbre
tomar la pala, encajarla con fuerza.
Las coloco con cuidado
dedico tres minutos
no son peras ni manzanas
entierro partes de mí.
® Carlos Noyola.
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