ARTURO SODOMA
Preguntas
Pregúntale a las
hojas por qué las nubes olean cuando caen los párpados de los árboles, por qué
las manos tiemblan cuando tocan tus lágrimas y dentro de mí llueve abril con
sus ocasos indiferentes sobre los parques; pregúntale a mis llagas por qué el humo se pasea por debajo de
nuestros rencores y brota como
barco de papel en el aire y sólo te tengo a ti, con tus labios de flor que
envejecen, con tus ojos de agua y tierra, con tu lentitud para ver la luna en
el sueño de las hadas ciegas.
Pregúntale a
Dios por qué con el tiempo nos vamos entristeciendo con arrullos de soledades
de puertas ajenas, con charcos que no reflejan nuestros rostros tiesos de lodo
y frío.
Cuando lleguen
las albas silenciosas y de la tierra no florezca nada más que perfume de
piedras abandonadas, pregúntale a mis huesos por qué en día lluviosos hueles mi
nombre.
Fría
Fría: como el
infierno en los ojos de los seres divinos.
Fría: como el
color de la sangre de las aves cuando sus nidos caen en la tempestad del cielo.
Fría: con ojos
enormes y dolientes, negros como la sombra de los parques que duermen.
Fría de amor y
fría de miedo, de soledad de mí, y de mi olvido.
Fría: como la
blanca desnudez de la nieve, como las estatuas de los santos colapsadas mirando
el infinito.
Puedo decir que
la amo, pero ella es fría: como la muerte.
Ausencia de ti
Una sonrisa como
la tuya de aguafría,
unos hombros
como los tuyos de aguatierra,
unos ojos como
los tuyos de verdeagua.
Así de sencillo
para saber tu nombre,
así de sencillo
sopla el viento de la noche,
así para
deletrear tu espalda con mi mano
y así conocer el
enigma de tu piel.
Me hace falta tu
cuerpo de ausenteluna,
me hace falta tu
boca de lunatibia,
falta me hace
tocarte con voz de lunallena.
Y construyamos
el oleaje de los mares
y escuchemos a
las nubes en el cielo
para nunca a
solas tener que decir
lunafría,
almatierra, ojitriste, aguallena, tibiapiel.
Sobre la voluntad
Voluntario de
los tulipanes monocromáticos,
de las espigas
de trigo,
del llanto de
los enfermos,
de las sonrisas
de los perros rabiosos.
Voluntariamente
he elegido el camino sordo,
la callada boca
de mujeres eclesiásticas
y las patadas de
elefantas en brama.
Voluntario de
todo,
de las vacunas
antiestrés,
de los cielos
hermafroditas,
del fomento a la
lectura religiosa,
de los miércoles
de plaza,
de las hormigas
que se alimentan de sus hijos,
de los hijos de
las hormigas que alimentan a sus madres,
de la noche que
llora canciones de amor,
del amor que
llora en la noche.
Lo único que no
permite mi voluntad
es el silencio
de los pasos cuando te alejas de mi vista.
Voluntario de
todo, menos de tu partida.
Manos
Tengo las manos
tristes y vacías.
Intento reposar el dolor de mi alma
en la sombra de su cabello.
Quisiera besarla en minúsculas porciones
de agua cristalina.
A lo lejos un niño muerto
la mira.
Tengo las manos
tristes y vacías.
Poema para una mujer que no habla
Eres hermosa
como el humo de los barcos que cruzan el pacífico
como la vértebra
de la esquina rota
al igual que la
canción nunca cantada
o la oración de
los mudos
así de hermosa
eres
Hermosa
abril que llueve
y no deja de florecer charcos
caída y callada
Afonía que
termina al llegar al infinito
Complejidad del
perfume transparente
Liadísima
cabellera
mar destierro
Hermosa y
desnuda ante la pupila porosa del concreto
hermosa y
constelada pincel de trazo firme
hermosa y fugaz
trino de avión solitario
Hermosa
Con ojos que
quieren decir algo
Y se quedan
quietos
Como reloj en
letargo
Como sinfónica
en silencio
Hermosa y
callada
Callada y caída
Como el mutismo
de la nieve
Aviso oportuno
Se busca musa:
Esquizofrénica anoréxica
bulímica
mitómana
Congresista
o alquimista
Con voz rocosa
o de piso pulido
Ojos grandes
o con ojeras de
pozo petrolero
De infinito
pestañeo
o con párpados
de ventanabierta
Con corazón de
almanaque mundial y grandes nalgas y senos profundos
(de preferencia
con pezones de estrella polar)
Obsesiva
maniaca incoherente
infrarrealista
ultraísta surrealista
estridentista
dadaísta
Empacadora de
carnes frías
o vendedora de
cosméticos (da igual)
Con caries
o con sonrisa de
pez globo
Excéntrica
o dogmática
Emprendedora con
visión del futuro
o con un pasado
incierto
Que maneje con
gran maestría el colchón
Especialista en
divagación extrema y en movimientos ondulantes
Que tenga auto
o bicicleta
o piano de
ruedas y motor diesel
Que mida lo que
mide una galaxia
Que llore hasta
mojar el paradise club de los pordioseros
Que grite como
lo hacen las estrellas
Minimalista
o barroca
empobrecida
Se busca
urgentemente musa
Amante de los
parques solitarios
Que consuma
whisky de segunda mano
Y se drogue con
arponazos de melancolía dominguera
Contratación
inmediata sin cartas de recomendación
y sin exámenes
psicométricos
Lobas abstenerse
de mandar currículum
Se pagará con
metáforas que no son metáforas
y con palabras
que llenan el infinito
Angustia
De qué sirve
rasurarse sobre las heridas
acuchillarse con
las colas de los zancudos
vivir de
instantes prófugos y rectos
de qué sirve
elegir al carnicero
al presidente o
al sacerdote de la parroquia
de qué
sirve comer con postura de sicario
si esta puta angustia
no deja de atropellarme
no deja de lamer la suela de los zapatos
de qué sirve
comprar tickets de primera fila
para ver a Roger Waters
de reventar
condones en el sexo de las arañas
de que putas
sirve ahogarse en los escusados
abalanzarse
contra las paredes como si ellas tuvieran la culpa
DE QUÉ SIRVE EL
PIANO O LA CONSOLA DEL RECUERDO
EL JUGO DE
CORAZÓN O EL SIMBOLISMO DE LAS TARDES
mañana me
reventaré el alma con el molcajete
mañana caminaré
con la nariz para reconocer el olor del polvo
mañana me
volveré a preguntar:
de qué sirven las afores y las lapidas
los calcetines y
los jalones de cocaína
de qué sirve
si cuando la
angustia te toca
la muy puta no te deja
XX:
Recuerdas esos
días en que los alcatraces del parque hundido entintaban tus pies y tú volabas
sobre de ellos cual soberana mariposa vuela por su reino de locura y arrebato y
yo estiraba mis brazos para acogerte como aquella manzana que ha caído del
árbol y ha sido mordida por la serpiente pero menos por mi boca que desea ser
un trozo más de tu alma.
XX, recuerdas la
lluvia que transportabas en el cabello el día sábado en que los paraguas
oxidados dejaron de funcionar, esa lluvia tocó superficialmente tu piel, hoy
bajo el sol tembloroso de febrero, este sol que no se define frío ni oscuro,
este sol que calcina pero no calienta, este pedazo de huevo duro, te pido ser
esa lluvia constante que como flujo de río arriba te acaricie vello por vello
hasta aprenderme el nombre de cada uno de tus poros y pronunciar con megáfono a
tu oído, quiero cogerte hoy viernes , hoy en que los policías bancarios son
cada vez más gordos y las secretarias de los diputados del PAN más putas, hoy
que es el día en que procrearemos al nuevo mesías, al que vendrá a liberar a
este mundo jodido de religiones y odio, hoy en que tus ojos son libélulas
diabólicas en busca de un exorcismo.
XX déjame
llevarte de la mano a ese sofá viejo y montémonos en él como si fuéramos
relámpagos que cabalgan en la tormenta, un par de niños que juegan a formar
quimeras.
Silencios que se
encuentran con el eco y se repiten una y otra vez: El amor esta en tu boca, el
amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, hasta
que desaparece y se escuche de nuevo el sudor que caerá como torre de nueva
york después de un ataque terrorista.
Poquita fe
Si tuviera un
navío llevaría tus ojos a pasear
A los rincones
del universo donde flotan los espíritus
Que no tienen
casa ni ombligo
Si tuviera manos tocaría el sol
Para sentir el
calor
Y dártelo como
golosina en la boca
Si viviera en el lado sur de la calle
Ahí donde no se
le permite entrar
A los indigentes
ni a los humanos
Con el pecho
zurcido
Recolectaría
flores para que todos los martes
Tuvieras pétalos
en tus vestidos
Pero vivo en el
norte
En donde
florecen muñecas
Sin cabeza
Sin corazón
Si pudiera hablar te diría
El Cantar de los
cantares
Mientras mis
lágrimas
Caen al mar y lo
convierten en vino
Pero no tengo ni pies
Ni cabello ni
píldoras para no tener pesadillas
Ni rincones
abstemios de muerte
No tengo sombra
para amparar tu cuerpo de las balas
Que caen del
cielo como escupitajo de Dios
Ni agua para
quitarles la sed a los perros que me siguen
Si tuviera una
sonrisa estaría dispuesto
A clonarla para
que todas tus mañanas
Recuerdes que un
poquito de fe
Puede exorcizar
al demonio
Que tenemos
dentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario