Elsa Ruíz
UN MINUTO DE SILENCIO
Un minuto de silencio
Por el féretro que expulsa de la tráquea sus lamentos.
Por las voces censuradas con los clavos en la boca
y la lanza hasta los huesos.
Un minuto de silencio…
Por la causa aprisionada en el borde del infierno,
por el brazo amordazado con espinas oxidadas de ignominia.
Por los huérfanos y niños con los ojos inundados
y sus risas en exilio.
Por los otros que dejaron un pasado, un presente y sus vísceras
y carne esparcidas bajo tierra ó en un cruce de frontera.
Silencio…
Que se queden enterrados los estigmas,
los ejes desiguales por el género y prejuicios.
Y que quede en el destierro tanta hambre
adormecida en un abismo, tanta sangre
convertida en un virus acallante.
Un minuto de silencio….
Por los pies hechos fragmento, por el grito atragantado
vomitando las protestas, por aquellos que arroparon
la verdad en cautiverio y en el cáliz de su lengua.
Un minuto de silencio…
Por los sueños que quedaron sepultados, varios metros bajo tierra.
Por los muertos, por los vivos, por las otras y los otros.
Silencio…
Un minuto de silencio, dos minutos, tres minutos.
¿Cuántos minutos bastarán para velar a nuestros muertos
del pasado y los vigentes?
Un minuto de silencio…
Algo está muriendo, la esperanza está sentada
justo al borde de éste limbo.
Silencio….
De la médula del féretro y los clavos,
los olores de las voces, los fantasmas de esas huellas
y los rastros que eran polvo resucitan.
Silencio.
Un minuto de silencio…Algo ya está muerto…
Algo está naciendo.
Silencio.
DUALIDAD
Me desdoblo, me duplico, mimetizo,
soy la otra, la que habita con la noche,
soy de luna, soy de sombras e intangible
extasiada en un mundo de vespertino
trastocando justo el borde del delirio,
mis pies descalzos caminan
sobre la cuerda floja, de la que cuelgan
millones de palabras.
Y soy la otra que despierta con los días,
soy de carne, soy de vísceras y tiempo,
perturbada en este mundo matutino
trivial, incongruente, real…complementario.
Tan pletórico de palabras silenciosas,
que me huyen todo el tiempo y no me dicen nada.
Y soy la otra,
cómplice de la parvada de los seres nocturnos,
ellos me llaman con murmullos de humo,
me seducen en su mundo tan ausente de relojes,
desatornillan las manecillas clavadas en mi espalda,
y de nuevo camino libre por la cuerda floja,
para atrapar las letras huérfanas
que reposan en el cartílago de la madrugada,
las arropo en mí garganta húmeda y urgente,
abandonan su mutismo y conjugan su cuerpo y
verbo, como una trinidad, con la otra mitad de mí,
que me habita y me aprisiona.
Y soy la otra….
la que atrapa con metáforas al viento,
la que escribe con la sangre de pulmones.
Soy de humo y soy de arena,
Somos dos y somos una.
Soy la otra y soy la misma….la de siempre.
INUNDACIÓN
Una ámpula más….
revienta del vientre del pantano.
Los gritos y aullidos, se han vuelto imperceptibles
ante el oído sordo, de de quienes se niegan a
escucharnos.
Las voces cada vez más tenues
se ocultan detrás del salitre temeroso de las puertas.
La vista aguda permanece ciega ante los hechos
observa oculta, desde de la camisa rasgada de la tierra.
¿Por qué se desató todo este ruido, este derrumbe?
¡Ya la pólvora y sangre se han vuelto cotidianos!
Lluvia de sangre entre polvos blancos
convierten este trozo de tierra
en un limbo con leucemia.
Lo que empezó con una gota, se ha salido de las manos,
las ámpulas se revientan, hasta el límite del desagüe.
Los restos se cubren de cenizas de polvo negro
y polvo blanco, pedazos de carroña y crónica desgastada,
calles inhabitables, saturadas de disparos sordos,
cuerpos huecos, ojos huérfanos y asustados,
kilómetros de dolor remojado entre una gota
y un mar de sangre, litros de indiferencia.
Los oídos sordos y necios, nos ha desahuciando.
Una mancha más, logró coagular el sol,
todo es eclipse lunar permanente,
alfombra de hormigas hambrientas.
Una gota más y ya suman, miles y miles
de litros de sangre.
Pero en la crónica nada pasa, también
a ella la mutilaron,
pero sigue vomitando coágulos
el vientre del pantano.
¿Hasta cuándo tanto vómito con alfileres?
Sangre convertida en polvo,
polvo convertido en salitre
ojos agudos voluntaria
obligatoriamente cegados
oídos sordos imperturbables,
y kilómetros de indiferencia
nos han desahuciado.
Una gota más….
y este trozo de tierra
se reviste de limbo
con leucemia
en fase terminal.
MI GEOGRAFÍA
Con manos huérfanas deambulas
por los callejones de mi geografía.
Cada uno de tus dedos
conoce de memoria
el pasadizo hacia la médula
de mi tierra.
Cada milímetro de tu lengua
distingue a ojos cerrados
los recovecos de mis hemisferios,
de norte a sur, de sur a norte.
Quédate, arropa la desnudez
desde mi monte hasta Venus.
Recórreme con dientes y uñas
desde el eje, hasta el ombligo
de mis cordilleras.
Como mariposa nocturna
explora los contornos
de mis cuevas.
Transítame con tú piel descalza
por cada calle, de este a oeste,
desciende por la entrepierna
de mis relieves,
instálate justo ahí, al sur
y más al sur de mi geografía.
IDENTIDAD
Me despojo de todo lo que estorba,
del estigma, maquillaje y las barreras.
De ayeres con granizo erosionando
todo el cuerpo, taladrando entre las piernas
y fantasmas con un pie, por encima de las sienes.
Me despojo de todo lo que pesa, me cobijo
con ésta identidad que es mi elemento,
soy neurona y entidad, expulso todo estereotipo
del pasado.
Exorcizo a los fantasmas, misoginia y diferencias
tan sexistas y destierro a los prejuicios, al dominio,
la violencia.
Excomulgo a quién en pleno siglo XXI todavía
se atreve, a vernos como piel, caparazón y superficie,
no somos solo piel, somos mucho, tanto,
infinitamente más que eso.
Nos despojamos de todo lo que estorba,
de la ropa, maquillaje y los prejuicios
y quedamos desnudas, tan completas
con neuronas, con ovarios, hemisferios,
intelecto y con toda nuestra fortaleza.
Me despojo de todo lo que estorba
y quedo en mi elemento, tan completa.
FRONTERAS
Permaneces lejos, expectante,
como mantis religiosa
con tu camuflaje verde pardoso.
No acechas, solo esperas
en tu metamorfosis
creas trampas, muros,
barreras.
¿Para qué?
Si cuando te acerques, tu cópula
penetra, devora, invade todo.
Transgredes todo límite y frontera,
sin justificación, sin causa,
sin jueces, sin remordimiento.
No importa lo que se oponga,
Corrompes, Irrumpes, violentas,
profanas hasta lo sagrado,
la vida, más no los pensamientos.
Te apoderas desde el vértice,
hasta el eco de la tierra.
A cada paso que das,
en pro de tus intereses,
la humanidad retrocede,
el aire se llena de miedo
el cascarón del asfalto
se estría, tumba de toneladas
de carne.
Siembras banderas, más allá
de tu territorio y de toda congruencia.
¿Para qué inventar e interponer muros?
Si con ellos ó sin ellos
tú frontera era y sigue siendo impenetrable.
¡Irónico! Para ti nada es impenetrable.
Como mantis religiosa, abrazas la destrucción,
y corres con ella sin frenos,
sin muros, sin fronteras.
DEBAJO DE MI TIERRA
De tu nido subterráneo
emerges como caracol
y te vas deslizando lentamente,
como tren de deseo que recorre la piel,
en la oscuridad más artera.
Y vienes y vas,
calcinando el tiempo,
los minutos,
los segundos.
Y vienes y vas,
te sumerges y emerges
para al final regresar a dormir
debajo de mi tierra.
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