Lai Sing
Pasiva-agresiva
Un mundo
color de rosa
que se pierde en las sombras
de sus miedos,
que se esconde en una mente
retorcida y enferma.
La culpa decae
en la depresión
y la lujuria es
la única salvación.
La ansiedad atrapada
en la mirada aniquila
una vida feliz.
El miedo atraviesa la piel
y destruye un corazón
indefenso, débil, asustado.
¿Cómo se puede amar y odiar
al mismo tiempo?
Una duda eterna que
es alimentada por la locura.
Visiones fugaces de
un fuego destructor,
purificación completa
de una alma atormentada,
la destrucción total
de una mente perturbada.
No existe un final feliz
para una vida asesinada
por el amor.
En una mirada vacía
se refleja el sufrimiento
interno,
dolor constante
que invade cada vena
de un cuerpo mutilado.
Una vida perfecta y
prometedora es devorada
por un enemigo impredecible:
el miedo disfrazado de amor.
El asesinato y el suicidio
son dioses poderosos,
que controlan la mente
para cumplir sus mandatos
la razón es derrocada.
Una alma aterrorizada,
una mente que ha sido vendida
y una vida que sólo
desea la muerte.
Todo oculto detrás
de una sonrisa sarcástica
que demuestra una
falsa felicidad.
Me enamoro y me
pierdo,
mi mente se distorsiona,
se engaña.
El amor me transforma
en un demonio
voraz y posesivo.
El amor me asusta.
¿Y cómo no temerle al arma
que tantas veces me ha herido?
No puedo olvidar tan fácil
las heridas de guerra.
Si me aferro al amor,
él se aferra a mí,
distorsionándome,
despertando a la perra.
¿Será que en verdad nunca
había conocido el amor
y hasta ahora lo descubro?
No sé cómo manejarlo,
nunca lo he sabido.
Siento que la vida
se me escapa,
que mi voluntad
ha sido arrebatada.
Yo misma la he cedido.
Me encuentro
posesiva,
obsesiva,
primitiva,
soñadora.
Pero los sueños se
han vuelto borrosos;
surgen nuevos,
mueren otro.
Trato de recoger las cenizas
de esos sueños incendiados.
¿Qué es aquello
que intento revivir?
¿Qué es aquello
que trato de encontrar?
El cielo se ha vuelto
turbio de nuevo,
el amor me ciega
aún más.
¿Cómo renunciar ahora
a ese sentimiento,
intenso y hermoso,
en donde por momentos,
sólo existe felicidad pura?
Tener el corazón a flor de piel,
sólo provoca que
el más mínimo roce,
encienda sin piedad
los sentimientos más intensos.
Soy la poetisa que sufre por gusto,
soy masoquista por la delicia
que hay en ello.
Retorcido
aprendizaje
Aturdida, confundida
debatiéndome entre
sentimientos
encontrados
temerosos, impensables.
¿Será amor o
sólo miedo,
dependencia?
El amor implica dolor,
abandono y lejanía.
¿Será el concepto
del amor lo que
está errado?
Aprendí a amar
de forma retorcida,
a través del control,
de la manipulación
y la culpa.
El amor me obsesiona,
me trastorna,.
Aprendí que el amor
es destrucción.
Aprendí a temerle
al amor.
Alma
en pena
Me
desgarro el corazón
con
cada lágrima,
con
cada pensamiento.
Me
asfixio, sin ti
mi
sangre se transforma
en
humo venenoso.
Estoy
vacía y es
ese
vacío lo más doloroso.
Sufro
una carencia de
emociones,
mis
sentimientos
han
sido arrancados.
La
pasión,
ha
sido desgarrada,
las
heridas
están
secas,
la
sangre
se
evapora.
El
vacío me devora,
el
dolor me ciega,
el
llanto que debería
limpiar
el dolor,
sólo
lo intensifica.
No
encuentro
una
razón,
no
encuentro
una
meta,
La
vida se ha
vuelto
una carga.
La
luz se apagó,
me
pierdo
en la
tinieblas,
herida
y atormentada.
Soy
una esclava perdida.
El
amor se marchó
de
nuevo,
el
amor efímero.
No es
que no pueda
vivir
sin ti,
es
que no quiero.
No
quiero vivir de ilusiones,
no
puedo dejarme caer
en
esa tentación,
por
más dulce que sea.
La
diosa se transformó
en
esclava,
y
ahora, temerosa,
rehúsa
su libertad.
¿Será
que disfruto
atormentarme,
será
que disfruto
la
demencia?
Cómo
negar que
soy
masoquista,
que
soy un alma
en
gozo de su pena.
Amor
perdido
Te extraño más que
a la felicidad que
alguna vez tuve,
tanto que me gusta creer
que todos los besos
proviene de tus labios.
Eres una tortura,
eres un deseo;
el amor olvidado.
Me pierdo en tu recuerdo
y me abandono a la pasión
aún cuando no te tengo.
Tú eres el único sol,
en cada sueño tú eres
el protagonista,
quien hace girar mi mundo,
quien me despierta una sonrisa,
tú sólo eres el amor perdido.
Sin Ti
¿Qué
espero de ti?
No lo
sé.
En mi sueños,
en mis
esperanzas,
estás
entre mis brazos.
En mi
mente,
no
espero nada,
absolutamente
nada.
Eres
sólo un fantasma,
un
recuerdo con el
que me
gusta jugar.
Sin ti,
mi vida está vacía,
sin ti,
mi vida es feliz.
Sin ti,
mi corazón muere,
sin ti,
me hundo en la depresión.
¿Por qué
amor mío?
¿Por qué
me dejas en el olvido,
en un
limbo donde
sólo
recuerdas mi cuerpo?
Si ti,
soy algo más
que una
puta.
Me
torturo al amarte.
Tu
cariño es un veneno,
que me
destruye.
No me
ames,
si no es
verdad,
no me
busques,
si no es
para amarme.
Mátame,
por favor,
es lo
único que pido.
Mátame
de amor,
mátame
de indiferencia,
mátame
con tu olvido.
Huye de
mí,
huye
como siempre
lo has
hecho.
¿Le
tienes miedo al amor
o a la
falta de éste?
¿Le
tienes miedo al reflejo
o al
vacío que encuentras
al
mirarme?
La lujuria que
comienza
en la sangre, se convierte,
en un pecado vivo.
Logra que la razón
abandone el cuerpo.
Los sueños ahora
son los esclavos del placer
que abandonan a la conciencia
en la sangre torrencial.
Una explosión que se desea vivir
con cada latido del corazón,
con cada gota
de rojo deseo.
Una pasión intensa hierve
en los pensamientos.
Una lluvia dulce recorre la piel.
Un beso más y
el fuego se avivará.
Otra caricia que
recorra mi cuerpo,
que deleite al pecado.
Un deseo tan dulce y puro
invade la mente,
ilusiona al alma,
vuela en nubes
tórridas de placer.
La mente y el corazón huyen,
sólo el cuerpo puro se deleita
en el éxtasis supremo,
se pierde en la marea que
explota en la sangre turbulenta.
Un deseo cumplido
queda inerte
cuando el placer acaba.
Amante destituida,
diosa moribunda,
pasión insignificante,
instinto censurado
y condicionado.
diosa moribunda,
pasión insignificante,
instinto censurado
y condicionado.
El fuego del deseo
ha sido maldecido.
ha sido maldecido.
Mas las llamas del placer
no se sofocan con prohibiciones,
sino con indiferencia.
no se sofocan con prohibiciones,
sino con indiferencia.
Anhelo lo que
insisto no desear.
La diosa se levanta
a través de
la esclavitud,
del deseo.
La hoguera se enciende
de nuevo en los brazos
de un amante
inesperado,
que derrite el cuerpo
y conquista el templo.
Busco pasión,
no amor,
pasión pura,
intensa y destilada.
Mas el amante
parece buscar
ser el amado.
No quiero un amor
pero los celos me
invaden
cuando pienso en
la lejanía del amante.
Con sólo palabras
despierta
al deseo arrebatador
que fluye por las
venas,
incendiando la piel,
deleitando a cada
nervio.
Me abandono cuando
sus labios me devoran
y su lengua me
atraviesa.
Mientras sus dedos me
recorren,
recuerdo mi verdadero
ser,
esa pasión que me
alimenta
y le da sentido a la
existencia.
Los sentimientos no
siempre caben
en la lujuria salvaje y
animal,
en ese instinto que bombea vida en mí.
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