EL SONETO DEL LOBO
En el aullar del lobo está la
jaculatoria
-En el canto su filo
vorágine, tea
-luz que incendia la estepa.
Aun teme al sonido hueco
de suelas golpeando el
asfalto.
-¿Dónde el dios de esta
bestia?
-¿Dónde la primer
pedrada?
Mirar el horizonte
desde la colina mas alta es
su alegría
levanta las orejas
al trino del ave
-se afinca en su verdad.
Todo este ruido es un grito en silencio.
La humedad nos llaga los
huesos,
la piel ajada al sol
corrompe lentamente
y el sepia del prado desconoce
nuestra sombra.
Escrito en su memoria
está el terror de la montaña.
El aroma a sangre,
-Savia viva-
lo inunda todo.
Aparece la tan temida bestia
el sol cae a ritmo de su
andar
todo es sepia
la confusión es toda
estertores nos retumban
apilamos los cadáveres.
-Estas bestias de forma
engañosa en esencia hieden a
crimen
apestan a mentira-
La conmoción es toda entre
animales y plantas
las piedras en su sabiduría
ni se inmutan,
saben del equilibrio en el
universo
ovo corazón germen de tiempo
¿en qué afinca su fe?
-Galopando en su memoria
está la dulce patada
que le propinara aquel
que lo arropó un día,
con el hocico roto
babeando sangre
piensa- quizá se ha
equivocado-
La sangre que tiño de rojo
sucias paredes donde se
atisba el recuerdo
“botas y zapatos
orgia de odio”
prados teñidos en rojo inútilmente.
Tiemblan
las piernas
Frío
navajas,
faros,
tacones y polvo.
Pero la soledad nos espera
Caminamos
con los ojos,
bien
metidos en el pantalón.
Un
solo de Saxofón soprano,
se confunde,
con
el llanto…
nace
un nuevo mexicano
mano de obra barata
para la maquinaria del Capital.
Saldremos a la hora del aullido
Por
el cuidado que un hombre
de
a su calzado,
conocerás su vida.
Uno
solo es el ave,
el relámpago
el verbo hecho carne.
La
pared tiene una pinta:
El poeta es el verdadero revolucionario,
balas y verbos.
Al lento caracol que habita en mi pluma
Caracol,
lento
caracol,
a cada paso entintas con baba
la hoja.
Dejad que fluya el cuerpo,
que las niñas se acaricien,
dejad a los
perros oler la calle.
De pronto eres una sombra,
un estupor
triste,
nada.
Caracol,
lento
caracol,
te escurres sobre las líneas.
Ve y diles,
cuéntales
caracol.
Tu que duermes en la punta de mi pluma,
cuéntale
al mundo caracol,
cuéntales.
la pantera rosa
Suena
una clave
no hay sentimiento sin clave
ni clave sin sentimiento
Navegando los linderos de la ciudad,
Ciudad/Lindero.
Chango en persona,
se lleva el alma de estos bailarines desnutridos.
Fieles mujeres que ahorran,
con el sudor de la entrepierna
para sacar del bote
al marido recluso.
Jóvenes costureras que acompletan el Jornal.
25 pesos la ficha
Mujeres gordas y tristes,
mujeres jóvenes y tatuadas,
Vampiros de negras uñas.
Alcohol adulterado,
humo
en los ojos.
¿Cuál será, cual será,
la esquina del movimiento?
Cuanto lamento
no cargar mi collar de ajos,
ni mi cruz de plata.
Chango, aún marca la clave.
el
timbalero masca chicle,
al pianista le gusta Clare Fischer,
el bajista
es el Buki redivido.
El flamante dueño disfruta de la sodomía
mientras aspira cocaína.
Otro vampiro pero este con barniz transparente,
muestra sus capacidades felatorias mientras
fuma.
Como explicarle que,
no
practico la necrofilia.
Y algunos dirían; estas enamorado!
Soy el gato relamiéndose los bigotes después de
comerse el plato de crema.
Chango, me dedica mi canción. Pedro Navaja
Mi gata me espera
en Casa.
Los motivos del poeta
…¿La sangre? Yo vi más de un cazador
sobre su caballo, llevando
el azor al puño. Ruben Dario. Los motivos del lobo.
Un Poeta siempre anda pobre de adjetivos.
Trabaja, sí.
Esta escrito que hay ganarse el pan con el sudor
del corazón.
Mientras,
los periódicos mienten habituándonos a la
violencia.
Más no todo esta perdido
Algunas,
muchachas,
te sonríen ocasionalmente,
de ves en cuando dios te observa,
trás los ojos de un niño,
recibes un regalo, comes una fruta.
¿Que pensara el Soldado cuando lleva Dinero a
Casa?
¿Cómo le hará el amor a su mujer?
This is my Rifle!
this is my gun!
This is for
fighting!
this is for fun!!
andrajoso y sucio te mira firmemente
te
habla del paraíso donde nada malo te ocurrirá.
Como
no creerle al hermano,
si
anoche amanso al lobo de Gubbio.
Hermano
Francisco,
los piojos te corren en el rostro,
y
vienes a hablarme del nazareno,
con
la pasión de los condenados a muerte.
Bendito
tú entre todos los hombres,
y bendito el que nada
espera porque no será decepcionado.
La duda
Dime
Oh,
Ángel, negro.
Si es acaso
prueba, karma,
maleficio.
¿Que giro del destino, chapuza,
movimiento de astros,
pesa sobre
mis hombros?
Que soy.
Un príncipe para
las fieras,
y un mendigo
entre los hombres.
Acaso
fue la abuela.
Bruja,
alma en pena,
al
verme desnudo,
entrevió,
la
cauda.
Luz
azul de mi vientre.
Vislumbro acaso al Mercurio,
tras
mi espalda,
mostrándome
el tenue brillo
del
áspid,
que
placido duerme
entre sexo y
nadir,
columna he iniciación a la conciencia.
Despierta
al genio,
o
maldice estas manos.
Que al
igual que al Cristo Jesús,
gorriones
con alma de tierra
advengan, vuelen.
danza
prestidigitada
palabra de conjuro para convertir el agua en vino.
Acaso
fue,
la canícula
tropical.
Su
natural candor,
que borracha
gritaba: …este niño,
entre las piernas de las mujeres, será un príncipe
y un perro entre los hombres.
Esta
condenado a ser amado,
y temido por el brillo de los ojos,
lomo
atigrado, gato macho
guiño de navaja a contraluz.
Entonces…
…se mordía los labios.
Entre restos de maza con chile
frijoles
y tabaco, en
la comisura de la boca;
decretaba la
matrona:
Lo
juzgaran por romántico,
perro zalamero
caduco,
al ojo del sol.
En el nombre de aquel
que
tiñe los cielos,
nos mide
por
el peso,
el brillo y la claridad,
de
nuestro canto.
Te
conjuro,
Oh,
Angel dame luz, luz, luz.
Tengo
en las uñas
la
penumbra fría de la soledad
he
aprendido el lenguaje del trébol,
el
can,
de las banquetas.
La
infinita distancia
en las estrellas,
del
cinturón de Oríon.
Cuando en el arrabal busco
Palabra
Axioma,
pase mágico…
carta a la Suicida
Querida mía,
la vida no es trágica
y las personas
siguen
siendo, gente buena
a
pesar de todo…
Maldad la que hay en los escritorios,
los
que buitres nos miran,
tras
las ventanas de
altos
edificios,
Gavilán & Co
con
él estomago lleno
dicen:
Oh, que barbaridad la economía va mal, despidan
seiscientos
trabajadores.
Malos
los cuentos para niños,
los que esconden
la
medicina,
y
propagan la enfermedad,
los banqueros,
los militares,
el mal gobierno.
Malo dios cuando se pone de gracioso.
Esos si es maldad,
y una que
otra sanguijuela
que pulula
tras la esquina.
Sucede que en esta tierra
de humillados a raíz.
La luz ya no pesa
sobre la
ciudad una gruesa capa
de aves de mal agüero y contaminantes impide su paso.
Sucede que como el león
del zoológico
vamos
perdiendo el espíritu
y los ojos
se nos mueren como los peces
de la tía Margarita (+) que flotan panza arriba.
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