Silencios de Agua, (IMC 2009)
1
Hacia dentro
todo es mar
2
Abro la bitácora de los días
y en ella enmarco de un maremoto los sonidos
años como hormigas que me bañan
mientras alguien dice que te llame
que tu nombre mana de mi cuerpo
que un afluente de agua calma tu sed
me arrodillo frente a la luz
y abro mis labios que perdonan tu ceguera
mis garras de hembra
la luz me ilumina plena en la derrota
y conozco tu nombre
conozco tu gente
quiero ungir tus pies con mis cabellos
quiero una luz que penetre mi pecho
acostarme entre tus viejos aromas hasta que mi voz se levante profunda y amorosa
y que un mar se forme con nosotros
y estas montañas que miran ingenuas aprendan tu nombre vertido en tu frente
Pero cómo llamarte ahora desde el olvido en que reposas
Inquebrantable es el hilo que nos ahorca
Y hay barcos que arden con la lluvia de agosto
hermanos que se lanzan desde la arena porque no se encuentran
y se arrancan los ojos también
y el tiempo del corazón
Y arden solos
Solos se queman el nombre buscando agua en nuestro cuerpo
Solos en el frío que ahuyenta a los difuntos deambulan
Cuánto dolor en el aire
Qué dolor se quema lento
qué abanico de huesos y de polvo se pierden en esta tarde
No saben llamarse a sí mismos
Qué mentira habrán de contar tus hijos para callar a la anciana que seré
qué alimento de sangre mezclarán
qué polvos
qué podridas flores
qué mutismo levantará los hombros
y yo
que amo tus ojos ciegos
levanto el silencio de las calles
sueño que voy ensartando Islas pequeñas
donde hago un collar de tiempo lento
de talle amargo
33
Oh amada culpa qué hermosa te levantas sobre mi cuerpo
qué suave eres entre mi carne
amabilísima en contra mía
Tú conmueves de algún modo mis ojos de animal
enciendes con tu beso la ráfaga del deseo
frasquito de rosas frescas
Amada culpa en ti nacen mis deseos
estremezco cuando un brazo negro me adormece el corazón
Amargo mis huesos frente a la hoguera
quito de mis labios el agua de la lluvia
ando y fluyo con lentitud
Entre mi cuerpo y tu cuerpo entre tus pechos dulces
entre tu nombre inexplicable hay una luz oculta tras las sábanas
Abre tu cuerpo amadísima culpa
entrégate plena como lluvia en mi cabello
como remanso de hierbas suaves
olor del perdón entre las piernas
Me hiere un ardor está anclando su punta en mi espalda
Tristeo un rato sobre mis brazos
Enfrías de un silbido mi lengua
Frente al agua de la destrucción que se lleva lo olvidado enternezco
en la hora del olvido exijo una tabla para quedarme
en el destierro y en el olvido estoy llamándote por tu nombre
amadísima culpa
El aliento de la tarde afloja sus líquidos para llenarse de ti
40
El agua del deseo está inundando a nuestro Padre
el agua ha encontrado reposo sobre piedras frías
He aquí las que rompen altares caducos de amor
resonantes plegarias resquebrajadas de silencio
El agua del deseo está ahogando a nuestro Padre
el canto oscuro de la lumbre resana frías paredes
He aquí la colisión del deseo que brama
la temperatura del amor extendida sobre piel inasible
He aquí a mi Padre tocando la puerta
doblado por la muerte que no le desea
He aquí Padre
el fruto de tu vientre
CÁNTICO INICIÁTICO /
[BLODY69]
Que se estremezca el infierno en mi garganta esta noche:
I
Lúgubre y florida de espinas es tu sangre
En mí
la carne se enfebrece con este cántico púrpura
convulsión de sal y fluidos pesados
libélula negra entre mis piernas siempre palpitante
II
Sanguíneos poros libé con nueva sed
antes de empotrarme grana
No sabía de la tinta ni de los ríos oscuros de tu cuerpo
Gruta deliciosa y lánguida
Ráfaga pastosa en mi vientre
Esencia tintura sangre
Uno ya es otro
Uno conoce las cosas del amor
cuando las va dejando crecer a escondidas
en macetas pequeñas:
Cuando se desgarra la voz quedito para sentirse todo
– todo –
menos el mismo
Uno quizá debería estar siempre solo
Así como llagas que no se compadecen y se llenan de sangre
Quizá perder el oído
la lengua
decir adiós
pero jamás romper las telarañas ni las miradas tristes del espejo
Volver a casa a llorar como antes
como si uno mismo fuera una fruta que hierve en la tetera
y se entrega toda
y se arranca la carne para dejar sólo dulzura en el agua
No debería ser uno el durazno maduro que se pudre en las ramas
el que se hiere la médula en la caída
Pero quién se conforma con ser murmullo para encomendarse a los muertos
Uno tiene miedo de apagar los quinqués
de sofocar la poca luz
hablo de tenerle miedo a las sirenas llenas de compasión
esas que viven en cuartos de hotel
las que calman la fiebre de los solos
Uno sueña con él en todas sus formas
y aparece en el cuerpo de un violentísimo hombre
y en su mirada arde el odio que ha tragado:
el amor
Uno tiembla en su espalda ligera siente ganas de huir de él
mas uno se queda esperando el frío esta noche
No sé
Debería haber otra cosa
y no estar sumido en una habitación sin ventanas
debe de haber otro sentido para las avenidas de esta ciudad
tragasueños
para las llagas
para el fluir de las terminales tristes
Debe de ser otro el enigma tumbado junto a nosotros
Debe de ser otra cosa
Debe la espalda estar sobre otra cosa
Debe haber un ahora para sentarse a sufrir conmigo el peso del tiempo
Las heridas junto a esta gente de tristeza se hacen enormes
y no me sirve
No sé si uno deba estar despierto toda la noche
esperando
o cerrar el corazón al mundo
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