Y QUIERES CORRER PERO EL SILENCIO LLEGA
arañas las piedras sujetas al circulo
esos muros de los que cuelgas inerme
uno y todos son la altura y el enlazado
tu pensamiento se va resquebrajando
como la tierra cuando se abre.
Quieres amarlo como en aquellos días
cuando el callaba como un ave suspendida
y tu no advertías sus gestos de presagios
botón de rosa en tu oscuridad
lo buscan tus ojos como barcas
pero no hay mas expediciones
y están ancladas para el.
¿Y si en un giro sorprendes al mar lanzándote hacia arriba?
Te quisieras ir descolgando para adentro.
ALGUNAS VECES ALCANZO A OLVIDAR
que soy madre
que perdí un hijo
que busque un amor sosegado
que elegí un trabajo
como un trámite necesario
tuve que sepultar mi angustia y mi tristeza
deje correr los caballos de mi desolación
sin rumbo fijo, hasta desgarrarse los tendones
hoy a mis cuarenta y cuatro años
algunas veces, en cualquier tarde
consigo mirar los rostros de los demás
con mis ojos de veinte años
siento el frio con mi piel de ocho años
oigo el ruido de los coches y los murmullos
con mis oídos de cuarenta y cuatro años
miro el movimiento de las personas, los perros y los coches
como un oleaje maravilloso en el que participo
sonrió al chofer que me da el paso
escucho a quien quiera hablarme
percibo la cadencia de esta sincronía de sucesos
y todos los actos son partos perfectos.
DESDE QUE TE AMO
tienen nombre las piedras,
las catarinas con suerte me visitan,
los árboles proclaman tus historias,
las estrellas se suben a mis cabellos,
el lago es mi espejo preferido,
con orgullo mantengo tus ojos en mi memoria,
tu barca navega en la mía,
el agua se engrandece para llevarnos más lejos,
las palabras se dilatan, se alargan, se multiplican,
la luz se duerme y despierta conmigo
y el universo respira.
CÓMO ME HAS PARTIDO EL CORAZÓN
ya no tengo cerebro ni memoria,
ahora sólo tengo tu nombre,
que repito una y otra vez: ven a mi,
rescátame de esta miseria,
construye la luz en las cavernas,
tráeme cinco brazos de mar,
dispara un cometa de luciérnagas,
instálame un arcoíris permanente,
libera el vuelo de las aves,
crea el espacio,
inventa el verde de las violetas,
que tu mirada desborde todo.
SOMOS COMO NUBES EN EL ATARDECER
cuando anuncian lluvia y te amo:
con nuestras áreas oscuras
y nuestras cubiertas luminosas,
contigo comprendo la redondez de la tierra,
lo infinito del cielo y lo finito del hoy,
que el cielo es un mar que sostenemos con nuestros cuerpos
que emiten deseos, ansiedades, requerimientos,
que emiten “te quiero” aunque estemos lejos,
“quédate aquí ahora”, “ven pronto”, “te espero”,
“no tardes”, “regresa”.
EL SOL SE RESGUARDA EN UNA LINEA,
la luna explota en ti,
una escalera invisible aparece entre los dos,
tu detienes mis nubes,
tu estatizas mi tierra,
mi flor se vuelve a abrir contigo
como al primer giro de luz,
con alas de libélula me sostengo,
con alas de libélula confío en que me mires,
con alas de libélula levanto la esperanza
de que me entregues tu amor sin reservas,
sólo por hoy.
CANTO XIV
Las estrellas no alcanzan a cubrir
la soledad que me dejaste.
Estiro mis ojos como anclas
que buscan la tierra para asirse
y no encuentran más que agua,
un océano de agua sin respuesta,
son anclas anegadas de silencios,
de esperanzas abortadas y de lágrimas.
CANTO XV
¿En dónde estás? Qué recóndito deseo
te fue llevando a una tierra
indecible, iluminada y subterránea,
una tierra que no pueden penetrar mis dedos,
una tierra en la que mis pájaros se mueren,
tierra de doble piso, tierra edificio,
tierra de jauría de lobos asolando,
tierra seca sembrada con flores rojas,
tierra abismal, tierra descalabrada,
tierra de necios insectos pululantes.
De la antología Ecos de la tinta. México, Edit. Strombus, 2010.
CANTO XVI
¿En dónde estás?, ¿En dónde están tus manos?
Que se juntaban con mis manos para medir sus fuerzas.
¿En dónde están tus manos?
Que llevaban un maletín, una paloma y una calculadora.
¿En dónde están tus manos?
Tus manos atentas para abrazarme en mis conmociones.
¿En dónde están tus manos?
Que me untaban en la espalda una noche de constelaciones.
¿En dónde están tus manos?
Que recogían mis lágrimas para alimentar a los sauces.
CANTO XXI
Añorarte es caer en un cenote hueco
y negarme a morir por añorarte.
Añorarte es cargar la piel de un oso
todas las tardes, sobre la espalda, por añorarte.
Añorarte es encontrar el lugar exacto de las cosas
y saber el vacío que me causas por añorarte.
Añorarte es seguir tu vuelo en la distancia
a control remoto, vuelo tras de ti, por añorarte.
CANTO XXIV
Sé que miras el cielo que yo veo
le pido a todos los dioses que retornes
que aún exista ese lazo que creamos
cada luz que ilumina conforta mi consuelo
vuelve a mi, que soy Afrodita, Cleopatra, Melibea
un animal desamparado, un animal eterno
vuelve a cobijarme con tus manos
calienta mis entrañas con tu cuerpo
vuelve mi Ares, mi Cesar, mi Calixto
el tiempo no se ha vertido en mis moléculas
estoy junto al teléfono esperando que bajes de nuevo.
POR DONDE QUIERA NOS SALEN RAMAS
pienso en ti,
piensas en mí,
a pesar de nuestra voluntad:
nuestras mentes extienden sus filamentos
nos acomodamos amor,
para amarnos con cualquier pretexto,
pienso en ti,
piensas en mí,
me gusta caminar sobre una cuerda delgada,
a punto de lograr el clímax o de estrellarme,
quiero todo o nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario