miércoles, 11 de agosto de 2010

Xavier Villanova, presenta en "Cada quien su boca" de Palabras Urgentes


¿Quién encendió la Llama?
de Xavier Villanova

Voz: No.

Sofía: Hola, me imagino que no tenemos que anotarnos ¿o sí?

Isaac: ¿Anotarnos?

Sofía: Sí, digo, no sé si vayamos a ser más.

Isaac: ¿Más? ¿Estás loca? ¿Para qué quieres más?

Sofía: No, bueno, no quiero más, mientras menos mejor, creo.

Isaac: ¿Vienes con alguien? ¿Le dijiste a alguien que estaríamos aquí? ¿Trajiste celular?

Sofía: No. Hice todo lo que decía la carta.

Isaac: ¿La quemaste?

Sofía: No, aquí la traigo, no quería perder la dirección.

Isaac: ¿Quieres ponernos a todos en riesgo?

Abraham: No.

Isaac: ¿No, qué? ¿La conoces? ¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu especialidad?

Sofía: Perdón, pero me están poniendo un poco nerviosa, no me gusta trabajar así, es de mala suerte, me voy a fumar un cigarro ¿alguien tiene fuego?

Isaac: ¿Vas a salir?

Sofía: Solo un momento.

Abraham: No.

Sofía: ¿Bueno, pero por qué no?

Abraham: Nadie debe salir.

Isaac: Eso es verdad. Debemos permanecer dentro.

Ruth: No quemaste la carta y ahora quieres salir. No estás cumpliendo con las instrucciones. Dámela, yo me encargo.

Sofía: Ahora vuelvo.

Ruth: No, quédate. Por favor. Ellos te necesitan. Yo te necesito. Ahora, dame la carta.

Sofía: Ellos ¿Quiénes?

Ruth: Tú sabes, no te hagas la tonta, todos estamos aquí por una razón. ¡Que me la des! (Le quita la carta y le prende fuego)

Abraham: No.

Isaac: ¿No, qué?

Ruth: Bien, ahora sólo falta esperarlo a él y podremos empezar.

Sofía: Ya no sé si quiero estar aquí. Alguien sabe ¿cuánto nos van a pagar?.

Ruth: El dinero es lo de menos, linda, si no haces las cosas por amor, no las hagas.

Abraham: No.

Isaac: ¿No, qué? ¡Maldita sea!

Ruth: Déjalo ser, todos tenemos derecho a no querer algo, por eso estamos aquí.

Isaac: Eso es verdad, muy cierto, muy cierto, todo está muy pinche jodido, por eso estamos aquí.

Sofía: ¿Saben quién va a dirigir?

Ruth: No.

Abraham: No.

Isaac: No me miren a mí, yo vine a hacer lo mío y se acabó. De hecho adelanté un poquito, me traje una sorpresita para cuando Él llegue.

Sofía: ¿Entonces es un él?

Ruth: No es un él, ni un ella, es más bien una presencia.

Abraham: No.

Sofía: ¿Te pasa algo?

Voz: La mujer frente a ti se llama Sofía, la otra mujer es Ruth, el hombre del maletín se llama Isaac, pero a él, tú ya lo conoces.

Abraham: ...

Isaac: Déjalo. Es su historia, es su vida.

Sofía: ¿Quieres repasar tu historia conmigo?

Isaac: ¡Que no te metas!

Sofía: Mira gato, no te estoy hablando a ti, lo último que necesito es que un perfecto desconocido con el que se supone voy a trabajar, tenga esas confiancitas y francamente si no vas a ayudar, abrete, maestro… Ven te ayudo, levántate, todos nos bloqueamos, no te preocupes, respira. Vamos, inhala, exhala, inhala, exhala. Anda, inhala conmigo o ¿quieres un masaje?

(Isaac tumba de una cachetada a Sofía)

Abraham: No debo moverme.

Ruth: Todos tenemos un momento de crisis, pasa en los peores momentos, yo los entiendo. A todos. Pero es importante que nos mantengamos unidos. Es más, ¿por qué no nos damos todos, un abrazo?

Sofía: Con ese salvaje no quiero nada, ni trabajar, ni darme un abrazo, de hecho ya me voy.

Ruth: Calma… Tú también le gritaste muy feo. Tenemos que aprender a convivir. De donde vengo, la gente cuando se ofende se pide perdón, porque el que se enoja pierde; aquí nadie quiere perder. ¿o sí?

Isaac: No.

Ruth: ¿O sí?

Sofía: Yo nunca había estado en un lugar así, me da mala espina, ya ni si quiera sé si esto es lo que quiero.

Ruth: Sí lo quieres. Lo necesitas. No habrías venido. Tú no viniste por curiosidad, viniste porque ya estás harta de que te llamen y a la mera hora nunca suceda nada. Viniste porque la carta decía muy claramente: Tú has sido elegida.

Sofía: Es verdad.

Ruth: Ahora todos vamos a abrazarnos y a pedirnos perdón. ¿Me oyeron?

Isaac: Nada de esto va a ayudarnos cuando derrumbemos los edificios gubernamentales.

Abraham: Nada de esto va a ayudarnos cuando derrumben los edificios gubernamentales. Nada de esto va a ayudarnos cuando derrumben los edificios gubernamentales. Nada de esto va a ayudarnos cuando derrumben los…

Sofía: Shh, a ver, a ver, a ver, calma. Es que repitiendo muchas veces lo mismo sólo vas a conseguir que se te olvide. Mira, lo importante es no darle importancia a lo que te cuesta trabajo, de otro modo es un lío tremendo, como que tu cerebro sabe que ahí es donde tienes problemas y luego siempre se traba en el mismo lugar.

Isaac: En buena onda, maestra, no le digas al señor como hacer su trabajo, aquí cada quien es un chingón en lo que hace, cada quien está aquí por algo, cada quien fue seleccionado por una pinche razón, no necesitamos que nos digas cómo trabajar ¿ok? A lo mejor me pasé con lo del madrazo, puede ser, pero eso no quita que, neta, hay algo de ti que no me gusta, no das el tipo. No sé por qué te escogieron, pero la verdad, no me importa. Aquí yo vine a hacer lo mío y supongo que tú también, así que lo mejor será que no andes repartiendo consejos.

Ruth: Yo soy experta en nudos, sogas, amarres, trabajos, ya saben, pero no creo que por eso yo esté aquí, de hecho estoy segura de que nunca debí estar aquí. Es por eso que estoy aquí, porque nunca debí estar aquí.

Sofía: ¿No doy el tipo? ¿De qué mierda estás hablando?, en mi carta claramente decía….

Isaac: ¿Quieres que te explique por qué una niña bonita como tú no tiene nada que hacer aquí?

(Pausa, Sofía contiene una respuesta, no sabe que decir o prefiere no decirlo, ante la tensión, Ruth busca romper la tensión)

Ruth: A mi me gusta pensar que uno siempre está donde no debe en el momento menos indicado, o nunca está donde debe, en el momento preciso… Me hace sentir profunda. (Todos la miran, la tensión no disminuye)

Abraham: Ellos dijeron que tú dirías eso.

Sofía: ¿Ellos, quiénes?

Abraham: También dijeron que tú preguntarías: “ellos, quiénes”, pero no dijeron que serías tan bonita. No lo dijeron. No. No. No.

Isaac: ¿No, qué? ¿Ellos quiénes? ¿De qué lado estás? Hace rato yo dije: cuando derrumbemos los edificios gubernamentales y tú dijiste: cuando derrumben los edificios gubernamentales, ¿derrumben quienes? ¿Por qué estás aquí?

Abraham: ¿Por qué estás tú aquí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario