ZAID CARREÑO
MANIFIESTO DE LO INFINITO (Fragmentos)
Lo infinito es aquello que no tiene
límites; lo inconmensurable; difícil de asir; de empuñar o abrazar por su
extensión. Es el todo y la nada.
No puedo percibir lo que está demasiado
cerca, tampoco lo que mis sentidos no alcanzan, ni lo muy pequeño ni lo muy
grande.
O lo infinito es lo que conozco y no;
otra vez, el todo y la nada.
Infinito y lo infinito no es lo mismo.
Lo infinito es aquello que participa de lo indefinido, inabarcable, inagotable.
¿Somos tú y yo parte del infinito?
Sí, como piezas de lo conocido y lo
ignorado. Piezas conocidas o ignoradas por nosotros mismos u otros.
Formamos parte del infinito, pero, ¿de
lo infinito?
Una cosa es “pertenecer” y otra muy
diferente “ser”.
Lo infinito debiera ser cualidad del
“ser”.
Un hombre infinito es aquel que se sabe
amplio; amplísimo; sin límites en el pensamiento; que rechaza cualquier muro
físico, mental o espiritual.
El hombre infinito es quien ya consciente
del lugar que ocupa en el todo y la nada se reconoce a sí mismo como sujeto de
amplitud; reconoce su cualidad de infinito.
El hombre infinito no puede ni quiere
enmarcar el cosmos (el todo y la nada) para luego cortarlo en varias partes y
apegarse a unas cuantas piezas. Es partícipe de todo el rompecabezas, sin
apegarse a una sola pieza, o si lo hace será siempre sospechando de su
convicción; de su creencia finita.
El hombre limitado, al que llamaré
Periférico, es el que vive en función solo de ciertos pedazos del rompecabezas;
adheridos a éstos como sanguijuelas, sin conciencia del infinito a su alrededor
y dentro.
1.Periférico e
Infinito
Estar consciente del infinito fuera y
dentro es el primer paso para la evolución de un Periférico en un Infinito.
Periférico es quien vive en la
periferia, alejado de su NIP (Núcleo de Identidad Personal). El Periférico no
tiene identidad y desconoce su cualidad de infinito por el influjo social.
Rousseau señaló que el hombre nace libre, pero que por todas partes se
encuentra encadenado. El hombre nace infinito, la sociedad se ha encargado de
limitarlo; de transformarlo en un ser finito. Un hombre finito es un hombre sin
identidad. Infinitud es igual a identidad.
La mayoría de los hombres son
periféricos; pocos Infinitos.
La cualidad del “ser” debiera ser la
infinitud, pero parece que es la periferia. El hombre es periférico. Es un
Periférico porque es su naturaleza. Entonces un Infinito no será un hombre; será un Infinito.
Esto es, los Infinitos, más allá del género, hombre, mujer, no son humanos; no
quieren serlo. Además de las razones ya planteadas, las hay que el Infinito no soporta y se niega a seguir
cargando. Arrancadas de raíz ya nada quedaría que lo uniera con los hombres
periféricos; con la humanidad.
El Infinito
rechaza categóricamente, y en su búsqueda de lo infinito, mutila de su
esencia, los aspectos más violentos, vergonzosos, fútiles, estúpidos del ser
humano: la envidia, el poder, la esclavitud, la vanidad, la impunidad, la
corrupción, la guerra, la falta de civilidad, la rigidez mental y espiritual,
los criterios de hormiga, los radicalismos, el control, etc.
2.INFINITO
El Infinito
entonces no tiene muros, es un ser que está abierto al todo, pero solo al
objeto de estudio que es importante, que tiene precisamente características Infinitas, resultado del pensamiento y
acción de Infinitos o de humanos que
en algún momento coquetearon con esta condición.
El principal objetivo del Infinito es la búsqueda de la verdad. No
la verdad, porque está consciente de la infinitud externa y de su finitud
biológica. Sin embargo, a pesar del deterioro del cuerpo, incluido el cerebro,
y su inevitable desenlace, la muerte, el Infinito
es Infinito.
El Infinito
es aquel que se sabe amplio; amplísimo; sin límites en el pensamiento; que
rechaza cualquier muro físico, mental o espiritual impuesto por la sociedad. No
se cierra a una idea, creencia, conducta, la concreción de su ser está en la
infinitud.
SOCIEDADES INFINITAS
¿Hay personas, grupos, ciudades,
países Infinitos?
¿Hay lugares en los que prácticamente
no haya basura, en los que haya un sistema tan efectivo de recolección y
reciclaje de ésta que no se vea ni un papel tirado en la calle?
¿Hay países en los que se cierran las
prisiones por falta de delincuentes?
¿Hay estados en los que la paz se
respira más que en otros?
¿Hay sistemas educativos ocupados en
el desarrollo de la identidad de los estudiantes más que en la búsqueda de la
clonación ideológica de los mismos?
¿Hay sociedades en las que sus
integrantes sean más empáticos y por lo tanto respetuosos de la forma y fondo
de cada cual?
¿Hay sociedades en las que se borran
normas porque éstas se vuelven completamente estériles, mientras que en otras
se suman y se suman más a su carta magna y derivados?
La respuesta es “sí”.
Y las personas y los grupos y las
naciones que se hallan en el hoyo, en el fango, deberían imitar tales
realidades; ya no utopías.
El Infinito
se sabe capaz y desea inteligir el mundo, comprenderlo para desarrollar su
conciencia, pero solo se ocupa de lo realmente trascendente, de lo que goza de
características Infinitas y no
humanas:
La educación humana no le interesa; la Infinita sí.
La política humana no le ocupa; la Infinita sí.
Lo creado por el hombre o puesto en
acción por éste a partir de ideas infinitas
no sirve. Nada sirve, porque como se dijo, forma parte de la naturaleza del
hombre el corromperlo todo.
Las ideas de los Infinitos deben ser puestas en práctica por Infinitos; seres que estén interesados en la esencia de la
educación, de la política, del arte, del deporte, de la religión, y no en la
periferia; el poder, el dinero, etc.
En las universidades se estudian a
muchos Infinitos, pero son muy pocos
los que ejerciendo su profesión ponen en práctica lo aprendido. O desde el
principio, su condición de humanos les imposibilitó la capacidad de aprender y
de los Infinitos no se quedaron con
nada.
El Infinito
está abierto al conocimiento, a todo tipo de conocimiento; de conocimiento
trascendente. Es ocupándose de éste y del conocimiento de sí mismo que logra su
objetivo: el estar más cerca de la verdad.
El Infinito
está consciente de que la verdad es inalcanzable, pero no su búsqueda. La
verdad es ambivalente; real y nebulosa. El estar en constante búsqueda traerá
como obvia consecuencia el crecimiento del individuo y con ello la conformación
de una identidad propia.
Es también objetivo del Infinito consolidar su unicidad; hacer
de su alma una masa perfectamente amalgamada. Una vez logrado esto, o más
cercano a esto, a la verdad misma por lejana que aún quede, entonces,
transformar el mundo.
Primero,
cada elemento de la sociedad debe trabajar solo; desarrollar su conciencia;
acercarse a la verdad y a su identidad. Luego, en conjunto, unir las humildades
para construir una sociedad rica; brillante; mejor. Un mundo extraordinario.
®Zaid Carreño.
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